Agradecimiento a quien nuestra madre llamaba «Ángeles del cielo»
Obituario ·
«Tras su reciente fallecimiento queremos dar las gracias a los profesionales que integran el equipo de esta zona básica de salud, pues han sido la mejor medicina para nuestra madre»
Hijos de Josefa González García
Martes, 20 de octubre 2020, 15:39
En la década de los 70, en Alma Ata, se expresó y subrayó la importancia de la Atención Primaria para alcanzar un mejor nivel de salud para el medio rural.
Nivel asistencial importantísimo en todos los pueblos por su cercanía y conocimiento de su estado de salud integral, y el vivido en una situación difícil de nuestra madre en Morales de Campos, adscrito a la zona básica de salud de Villafrechós.
Tras su reciente fallecimiento queremos dar las gracias a los profesionales que integran el equipo de esta zona básica de salud, pues han sido la mejor medicina para nuestra madre, cuando los veía sonreía y manifestaba un bienestar indescriptible; como lo han sido para nosotros que nos han ayudado a sobrellevar los duros momentos de su enfermedad.
Es difícil encontrar las palabras para expresar nuestra inmensa gratitud a la doctora Ana Arias Varela (miembro del equipo del centro de salud de Villafrechós), por el cariño disponibilidad y profesionalidad, con el que ha tratado a nuestra madre. Siempre te estaremos agradecidos, pues, por tu trabajo bien hecho, desempeñado muchos días fuera de tu horario laboral, te guardaremos un profundo cariño, porque hemos labrado un vínculo afectivo que perdurará en nosotros para siempre. Tampoco vamos a olvidarnos del doctor Daniel Ramos y de la enfermera María José Vázquez, de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital del Río Hortega.
Todos han atendido excelentemente a nuestra madre durante su larga y penosa enfermedad. Y significativamente en los últimos meses, unos meses muy especiales dado que la covid ha hecho que las relaciones personales y profesionales hayan resultado particularmente difíciles, incluidas las sanitarias. Con vuestro comportamiento hemos revivido los tiempos en los que el médico del pueblo era un miembro más de la familia.
Nuestra más sincera y perdurable gratitud, porque sois gente buena entregada a quienes sufren para que su vida no sea tan dolorosa.
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