Vicente Arribas en Rioseco, en los 50 años de su ordenación sacerdotal. Fernando Fradejas

Obituario

Adiós al dominico riosecano Vicente Arribas, con más de medio siglo en Japón

Fue prestigioso profesor de la Universidad de Eichi, en Osaka,donde fue nombrado catedrático Honoris Causa

Miguel García Marbán

Medina de Rioseco

Sábado, 2 de marzo 2024, 17:46

Regresaré a Rioseco cada año mientras la salud me lo permita. Es la promesa de Vicente Arribas Montes, el misionero dominico natural de Medina de Rioseco que cada verano regresaba a su ciudad natal desde Japón, donde residía hace más de medio siglo. Hace un ... mes, una grave enfermedad le hacía realizar por última vez el largo viaje. Este sábado fallecía a los 80 años en el Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila, donde recibirá sepultura este domingo.

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Vicente Arribas ingresó en 1964 en el noviciado dominicano. Su ordenación sacerdotal fue en 1968, cantando su primera misa en la riosecana iglesia de Santa María, en presencia de sus padres, Vicente e Irene, y de sus hermanos, Javier, Alejandro, Teresa y Carmen. Después de residir un año en Hong-Kong, llegó a Japón, donde residió en Nishinomiya, a medio camino entre Osaka y Kobe. Arribas impartió, con gran prestigio en el mundo universitario, las asignaturas de Historia de la Filosofía, Ecología, Culturas comparadas y Filosofía medieval. En 2009, tras su jubilación, la Universidad de Eichi, en Osaka, le nombró catedrático Honoris Causa. Con gran modestia expresó que «siempre he pensado que nadie merece un premio por cumplir con su vocación». En este sentido destacó que «mi gran satisfacción es haber servido para transmitir y hacer vida de los valores cristianos, y ahí el protagonista no soy yo, sino el Dios que con tanto fervor se venera en Rioseco». El riosecano fue muy considerado y querido en Japón..

En 2018, en la iglesia de Santa María de su ciudad natal, celebró los 50 años de su ordenación sacerdotal. Su homilía se centró en la importancia de la vocación, destacando que «la vida es una llamada». Además alentó a todos los presentes a seguir viviendo un modelo de vida cristiana que él y otros misioneros enseñan a miles de kilómetros de Rioseco como punto de referencia; de hecho, Arribas recordó que «hay muchos japoneses que han venido hasta España, e incluso a Rioseco, para percibir ese modo de vida».

Su hermano Javier Arribas, que vive en Rioseco, recordó a Vicente con gran emoción como «una persona excepcional, de una profundidad tan grande en su vida religiosa, en su vocación como dominico, en sus estudios y trasmisión de saberes, en su docencia y sus publicaciones y artículos, y en lo personal como un ejemplo de vida». Además señaló que «era muy riosecano». Su rutina diaria fue la de largas horas de estudio, oración, silencio y docencia, aunque también le gustaba «hablar con la gente». Vicente Arribas siempre llevó en el corazón a Medina de Rioseco, a la que cada verano volvía. Esa condición de riosecano hizo en 2008 que impartiese en la ciudad de Kobe, ante los más de 130 miembros de la Asociación Kobe Nissei Kyourai, una conferencia en que se centró, no sólo en la historia y patrimonio de la centenaria Ciudad de los Almirantes, sino que también acercó a los japoneses a la gastronomía riosecana, a tradiciones tan arraigadas como la Semana Santa y a otras actividades como la reciente conmemoración de la batalla del Moclín. En el acto estuvieron presentes el gobernador, Kaihara Toshitani, el director general de Asuntos Internos de la Prefectura, Kazumori Tetsuo, así como consejeros de la ciudad, como Oi Toshihiro y el director del periódico de la ciudad de Kobe. Poco después, cuando la Semana Santa riosecana fue declarada de Interés Turístico Internacional dio varias charlas en Japón con el apoyo de imágenes del riosecano José Manuel de la Torre. Le gustaba cada año que su hermano Javier le mandara la revista ilustrada que publica cada año la Junta de Semana Santa, «porque quería saber de Rioseco».

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