Valladolid

La A-11 se despedirá definitivamente de los baches tras una inyección de 11,36 millones

La Autovía del Duero (A-11) dirá próximamente adiós, de forma definitiva, a los baches peligrosos, parcheado del firme de la calzada mediante. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha licitado por 11,36 millones de euros las obras de rehabilitación sostenible a lo largo de más de 15 kilómetros de las carreteras N-122 y A-11, en el tramo entre Tudela de Duero y Valladolid, en capital. El anuncio correspondiente será publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Así, los trabajos se realizarán en un kilómetro de la N-122 (entre los puntos kilométricos 343 y el 344) y en algo más de 14 kilómetros de la A-11 (entre los kilómetros 344 y el 358,680). Con ello, informan fuentes del departamento que dirige Óscar Puente, se pretende «mejorar el estado del firme mediante el empleo de mezclas semicalientes con betunes de baja temperatura de fabricación y extendido».

En concreto, en la N-122 se diseñará una rehabilitación del firme mediante la solución de fresado y reposición de firme en una profundidad de 7 centímetros a lo largo de toda la calzada. En los casos que se compruebe que esa profundidad no es suficiente por encontrarse las capas inferiores deterioradas, se profundizará hasta encontrar una capa sana. Sobre las capas fresadas y repuestas se extenderá una capa de rodadura en todo el ancho de la calzada y ejecutarán sus correspondientes marcas viales.

Por su parte, en la A-11, se fresarán 7 centímetros en ambas calzadas en una anchura de 3,7 metros por carril y, en los casos que se compruebe que no son suficientes esos 7 centímetros de fresado, se actuará del mismo modo que en la N-122. Asimismo, en los enlaces y vías de servicio, se rehabilitará el firme mediante la solución de fresado y reposición de 5 centímetros de mezcla bituminosa existente. Esta actuación se realizará en general en el ancho del carril más la marca horizontal lateral, sin incluir los arcenes.

En las estructuras se fresarán y repondrán los carriles hasta 7 centímetros, se impermeabilizarán los tableros y se cambiarán las juntas. Además, se llevará a cabo la reposición de las espiras de aforos existentes, la reposición de algunos bordillos, balizas e hitos de aristas y se mejorarán los pasos de mediana mediante la colocación de barrera de seguridad dobles desmontable móvil.

Este anuncio se produce tres meses y medio después de que se asfaltara y se reparara el firme de la Autovía del Duero por los continuos baches peligrosos a lo largo de la carretera que, incluso, obligaran a rebajar la velocidad. A finales de marzo y en el entorno de la Semana Santa, el Gobierno colocó unos indicadores que alertaban a los conductores de la presencia de baches en la carretera y obligaba a circular, como máximo, a 80 kilómetros por hora, cuando lo habitual en este tramo de la autovía es de 100. Este límite de velocidad se aplicó para reforzar la seguridad en una carretera que encadenaba un bache detrás de otro.

A todo ello, además, cabe añadir que Transportes también ha licitado por 2,9 millones de euros un contrato de obras para rehabilitar el firme de otros 9,4 kilómetros de la A-11, en esta ocasión entre los puntos kilmétricos 52,400 y 61,800, correspondientes a la Variante de Burgo de Osma, en la provincia de Soria.

Los trabajos sobre el firme se realizarán de forma superficial y puntualmente estructural. La rehabilitación superficial consiste en el refuerzo del firme en la totalidad de la calzada con mezcla bituminosa; mientras que la rehabilitación estructural consta de actuaciones de fresado y reposición e incluso de saneo en las zonas en peor estado, donde la explanada presenta agotamiento estructural dada su menor resistencia. De esta forma, estas obras servirán para corregir los deterioros que presenta el firme en la actualidad y, al mismo tiempo, para prevenir su agotamiento y colapso en las zonas en peor estado.

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