Valladolid

Los promotores de la Sala Mambo reharán su proyecto tras el rechazo municipal

El local lleva cerrado desde 2015 después de que una sentencia, en respuesta a un recurso de la comunidad de propietarios del número 3 de la calle San Felipe Neri, obligara a su clausura al constatarse que las obras realizadas para restituirla a la legalidad no se ajustaron a la normativa medioambiental.

Con un rechazo frontal por parte de los residentes del entorno, que quieren evitar a toda costa el regreso de un local de ocio nocturno tras las experiencias vividas en el pasado, los empresarios aseguran que cuentan con «alternativas» para solucionar el principal problema que se ha planteado en los últimos compases de una tramitación que se inició en mayo del pasado año y que ha estado plagada de informes municipales, algunos desfavorables y otros no, y de alegaciones por parte de los vecindarios afectados, desde los de la propia calle en la que se ubica hasta portales de la plaza de El Salvador o Teresa Gil.

Así, fuentes de la empresa destacan que presentarán unos nuevos planos al Consistorio para solucionar la que ellos consideran la principal pega que ha llevado a Urbanismo a tumbar las licencias: la invasión de una zona común de la comunidad de propietarios del número 3 de San Felipe Neri que se sitúa cerca del cuarto de calderas. «De los 28 folios de alegaciones solo se ha admitido esta y tenemos alternativas para solucionarlo», detallan, al tiempo que lamentan las «presiones» que se han recibido en sede municipal respecto a su proyecto «desde el minuto uno».

Tienen claro que los vecinos están en contra, pero defienden que su negocio no será el de una discoteca al uso, sino que pretende ser un espacio destinado a la celebración de conciertos para un público «a partir de los 25 años» y en una zona que «no está saturada» por otros bares. Este local en planta baja y semisótano contó con licencia para cafetería con club de baile juvenil desde 1964. En 1969 la recibió para sala de fiestas. Ambas fueron revocadas por el Consistorio el 11 de diciembre de 2023.

En la propuesta de acuerdo municipal que tumba las licencias solicitadas ahora, se recoge esa alegación admitida y a la que los promotores aseguran que pondrán remedio al ser, a su juicio, la principal razón del rechazo. Se trata de la invasión de una zona que afecta a la comunidad de propietarios colindante al situar un ascensor y una escalera en el cuarto de instalaciones de la comunidad de San Felipe Neri 3, que en ningún momento ha autorizado dicha utilización de uso común para fines privativos», según se lee en el texto de la Junta de Gobierno. Los alegantes subrayan que «no se trata de una obra necesaria y afecta a elementos esenciales del edificio».

Tras una inspección de los técnicos municipales el pasado 17 de febrero «se comprueba que los locales que se sitúan debajo de la planta baja del local, que comprende la zona de acceso y el vestíbulo previo, corresponden a locales de la comunidad, situándose en ellos el acceso a la caldera de calefacción y la propia caldera de la comunidad, así como las acometidas de agua y gas correspondientes a dicha instalación». Comprobado este extremo, se le da la razón a la comunidad. Según avanzan los promotores, el nuevo proyecto, que presentarán en cuanto esté redactado, elimina «por completo» esta ocupación.

La idea de Mambo 2025 es convertir la sala en un espacio con especial atención a la celebración de conciertos de formato medio y otro tipo de espectáculos culturales, así como explotar el tardeo para un público más adulto. Con un aforo previsto para unas 400 personas, los planos dibujan, además de las zonas de los baños y unos amplios camerinos, un escenario, dos barras y una zona vip de reservados para que los clientes sigan más cómodamente las actuaciones que se programen. La plantilla para atenderla estaba prevista en unas treinta personas, entre personal de seguridad, ropero, atención en los servicios, camareros y zona vip.

Habrá que esperar para saber si este segundo intento de los promotores prospera. Que cuentan con la oposición de los residentes ya lo saben. Otro asunto son las cuestiones técnicas que contenga el proyecto alternativo y la postura política, ya que el Ayuntamiento también está sometido a presión por parte de asociaciones y vecinos del centro por lo que consideran un ocio nocturno con poco control. De hecho, a las zonas ya declaradas como acústicamente saturadas en Coca y San Miguel el Consistorio estudia sumar la del entorno de la Catedral.