Los primeros días en prisión del presunto asesino de Paloma e India: «No hemos visto nada extraño»

Una entrada en la cárcel vallisoletana en la que se activó inicialmente el protocolo antisuicidio, sobre todo tras las heridas que se autoinfligió David Maroto el día de los hechos (la madrugada del 23 de enero), que consistía en un mínimo de quince días con vigilancia continua para analizar el estado del preso. Un periodo que se completará en las próximas jornadas y que obligará al equipo técnico especializado a revisar la actuación de David a finales de esta semana o a principios de la próxima, sin descartar que ese seguimiento personalizado se amplíe en el tiempo.

Hasta el momento, según apuntan desde el centro penitenciario de Valladolid, «la actitud está siendo normal y por ahora no hemos detectado nada extraño en su comportamiento».

A pesar de este primer análisis, el presunto autor de las muertes de Paloma e India, ya recuperado de sus heridas, continúa en una situación similar a la del primer día de su ingreso al permanecer aislado y con un seguimiento que se incrementa también en las horas de cierre de las celdas, con un interno pendiente del preso y especializado en este tipo de conductas que brinda su apoyo si se planteara pensamientos autolíticos.

Una decisión que recaerá en el equipo médico para valorar si a David Maroto se le traslada a módulo de clasificación para recuperar la normalidad en la cárcel a la espera de la celebración del juicio.

Lo que no se plantea actualmente la dirección del centro penitenciario es un futuro traslado a otra prisión, pues de momento no se ha registrado ningún incidente con David Maroto.

Precisamente, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Valladolid ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza para Maroto. Según informó el Tribunal Superior de Justicia, será la investigación y el resultado de las diligencias que se practiquen a lo largo de la instrucción lo que determine si finalmente se le imputan dos delitos de asesinato.

En el auto, el juez Emilio Vega señalaba que existen «indicios serios y racionales de que el detenido ha participado en los hechos a título de autor», destaca la «especial brutalidad» de la agresión que sufrieron las víctimas y explica que «concurren todos los requisitos exigidos por la legislación vigente para adoptar la medida cautelar de prisión, pues los delitos imputados están penados con penas muy graves, incluso con la posibilidad legal de aplicar la pena de prisión permanente revisable, lo que evidencia un claro riesgo de fuga que hacen que la medida sea proporcional a la gravedad de los hechos imputados».

De la declaración del detenido nada ha trascendido por el momento, aunque fuentes próximas a la familia manifestaron que había pedido perdón por el doble crimen, con lo que habría vuelto a reconocer su autoría ante el juez.