Cortina de agua de la fuente de la plaza de Zorrilla. Carlos Espeso
Meteorología

El primer semestre volvió a ser un grado más cálido y el quinto más seco del siglo en Valladolid

La capital registró precipitaciones en uno de cada cuatro días y solo marzo y abril fueron más fríos y lluviosos de lo habitual

J. Sanz

Valladolid

Lunes, 4 de julio 2022

La más que notable caída de las temperaturas durante los últimos días de junio, un mes que figurará en los anales meteorológicos por haber acogido la ola de calor más madrugadora de la historia (entre los días 10 y 18), alejó su balance final del récord absoluto de temperaturas, aunque no impidió que el mes concluyera con una media de 21,8 grados, dos por encima de lo habitual -el pico más que absoluto, con 23,5 grados, lo mantiene el junio de 2017). El mes pasado, eso sí, incrementó el balance del primer semestre del presente año, que concluyó con una temperatura media de 11,9 grados, casi un grado más de lo habitual (11), en la línea de los últimos años. Estos seis meses fueron, a su vez, secos en su conjunto y sitúan el arranque de este 2022 como el quinto más seco del presente siglo.

Publicidad

En julio, que ha arrancado con temperaturas al alza, con el mercurio anclado ya por encima de los treinta grados, aún no ha llovido y salvo que se escape alguna tormenta fugaz, no se atisban precipitaciones en un horizonte cercano. Eso en un año en el que el déficit de lluvias alcanza ya el 34,7%, con tan solo 145,1 litros por metro cuadrado recogidos hasta la fecha, cuando lo habitual son 222,3 litros. Esta cantidad sitúa este primer semestre como el quinto más seco desde 2001, por detrás de 2005 (85,7), 2019 (98,8), 2017 (103,4) y 2009 (115,3).

La ausencia de precipitaciones fue más que notable en el arranque del año, con enero y febrero muy secos (solo se recogieron 11,5 litros en esos dos meses, cuando lo habitual son 68.8), al igual que mayo (6,6 frente a los 46,4 habituales). Junio, aunque más seco de lo normal, dejó 21,2 litros, cuando la media habitual es de 27, fruto de seis días de tormentas (cuatro hubo en mayo y dos en abril), en su mayoría de carácter eléctrico.

Solo marzo y abril mantuvieron el tipo con más precipitaciones de lo habitual, con 45,6 (31,6) y 60,2 (48,5) litros por metro cuadrado recogidos, respectivamente, con la singularidad de que estos dos meses fueron los únicos del año que fueron también ligeramente más fríos de lo habitual.

La capital, pese a todo, registró precipitaciones en uno de cada cuatro días, con 51 días de lluvia, en muchos casos con cantidades inapreciables, de los 181 del primer semestre o, lo que es lo mismo, en 130 días no cayó ni una sola gota.

Publicidad

Los periodos de sequía se suceden habitualmente cada dos años durante el último decenio

Las previsiones estacionales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan en este sentido a que los próximos tres meses volverán a ser más secos y más cálidos de lo habitual.

Los primeros seis meses del año han dejado, por ahora, tres récords vinculados con las altas temperaturas. Ocurrió en enero, que concluyó con la temperatura media de las máximas más alta registrada jamás, con 10,9 grados, cuando lo habitual son 9,1, y en mayo. Este último mes dejó la temperatura media más alta de la historia en Valladolid, con 18,1 grados (2,9 por encima de lo habitual), y también la media de las máximas más elevada, con 25,6 (21,9). Junio no dejó efemérides como tal más allá de la temprana ola de calor que arrancó el día 10 y que se prolongó durante nueve días con picos inusuales de 39,1 grados y mínimas de 21,3.

Publicidad

El inicio del año deja tres efemérides por altas temperaturas y la ola de calor más madrugadora

Los meses de enero, febrero, mayo y junio fueron más cálidos de lo habitual, especialmente los dos últimos, con temperaturas medias de 2,9 y 2 grados por encima de lo habitual. Marzo fue ligeramente más frío, con 0,3 grados de media por debajo de lo normal, y abril fue algo más frío, con 0,8 grados menos de lo habitual.

El primer semestre del año, en su conjunto, deja una temperatura media de 11,9 grados, 0,9 por encima de lo habitual; con 18,3 grados de media de las máximas (16,9) y 5,4 en el caso de las mínimas (05). Esta situación, con altibajos casi anecdóticos, viene a ser la tendencia habitual de los últimos años.

Publicidad

En el caso de las lluvias, sin embargo, se suceden más altibajos, con años de picos llamativos seguidos habitualmente de dos notablemente más secos durante el último decenio. Así, el primer semestre de 2021, por ejemplo, dejó 212,1 litros, prácticamente lo normal, y en el mismo periodo de 2020 se recogieron 251,4 litros (más de lo habitual). El arranque de 2019, sin embargo, fue el segundo más seco del siglo (98,8 litros) y el del presente 2022 se sitúa en el quinto lugar (145,1), según reflejan los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología.

Los embalses están al 65%, once puntos menos que hace un año

Los embalses de la cuenca del Duero se encuentran al 65,3% de su capacidad, con un volumen de agua de 1.877 hectómetros cúbicos, lo que supone once puntos menos que hace un año, cuando alcanzaban el 76,4% (2.197 hectómetros cúbicos), y nueve por debajo de la media habitual en estas fechas de los últimos diez años (74,6% con 2.145 hectómetros cúbicos), según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad