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El Ayuntamiento de Valladolid ha recibido un total de 252 alegaciones contra la ordenanza para regular la zona de bajas emisiones de la capital, que abarca una superficie de 3,1 kilómetros cuadrados. Las propuestas llegan de 77 personas distintas y algunas de ellas están ... repetidas, explica la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez, quien muestra su extrañeza por la procedencia de una cuarta parte de las alegaciones, ya que el 25% han sido presentadas por personas residentes fuera de la ciudad.
El jueves acabó el plazo y las alegaciones que entran al registro municipal ya están contabilizadas, pero las de registros externos tardan unos días en llegar y fueron varias las que entraron el viernes. La concejala cree que no serán muchas más las propuestas que llegarán al Consistorio y asegura que el alto volumen de escritos recibidos no interferirá en los plazos previstos por el equipo de gobierno. «Evidentemente, vamos a aceptar algunas de las alegaciones que nos ha hecho y por eso hemos calculado la puesta en marcha de la ordenanza a finales de año», explica María Sánchez, que respondió de esta manera a la pregunta de si están dispuestos a cambiar la superficie de la zona de bajas emisiones: «Nuestra idea es mantener nuestro proyecto, pero nos hemos comprometido a estudiar todas las alegaciones».
La concejala volvió a subrayar que Valladolid «cumple» con lo que exige la sentencia que anula la zona de bajas emisiones de Gijón, aunque indica que «estamos estudiando lo que ha dictado el TSJ de Asturias, igual que lo hicimos con lo que dictó el de Cataluña». En este sentido, reiteró que el informe del impacto económico que solicita el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico «está incluido en el anexo V de la ordenanza».
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Sánchez afirma que lo habitual en una ordenanza de este calado es que tenga que volver a pasar por el pleno. «Si hay un modificación del texto, tiene que volver a salir a exposición pública y aprobarse de nuevo por el pleno. Es el procedimiento normal», indicó la concejala, quien también añadió que el Ayuntamiento está trabajando para que el procedimiento sea «impecable técnicamente» y que «si hay que incluir algunos informes complementarios, lo haremos».
En lo referente a la superficie de la zona de bajas emisiones, María Sánchez añade que la propuesta del candidato popular a la Alcaldía, Jesús Julio Carnero , no cumple, a su juicio, con el objetivo final que tiene la implantación de estas restricciones. «Tenemos que tener en cuenta que Carnero hablaba el otro día de reducir la zona de bajas emisiones 'a la mínima expresión'. Con esa mínima expresión no se cumple la Ley de Cambio Climático. Nosotros tenemos los informes y los estudios y consideramos que nuestro proyecto está bien, es escalonado», afirma.
El área de bajas emisiones de Valladolid, que prohibirá la entrada de coches contaminantes en la zona centro de la ciudad, aunque con varias excepciones, abarca una superficie de 3,1 kilómetros cuadrados y queda marcada por las calles Puente Mayor-Juana de Castilla, Arzobispo José Delicado, Paseo del Hospital Militar, Paseo de Arco de Ladrillo, Santa Fe, Farnesio, túnel de Labradores, calle de la Vía, Unión, Nicasio Pérez, plaza de San Juan, Huelgas, Real de Burgos, Chancillería, Gondomar, Rondilla de Santa Teresa, Mirabel, plaza de San Nicolás y Puente Mayor. En estas vías no habrá limitaciones para circular, pero sí dentro se ese perímetro.
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