La subida de las temperaturas debido al cambio climático adelanta cada año la bajada de las orugas procesionarias de los árboles, que aprovechan el fin del invierno para comenzar la fase de crisálida. Las larvas buscan un lugar en el suelo donde enterrarse para desarrollar ... su metamorfosis, antes descendían entre los meses de abril y mayo, mientras que este año ya se ha comunicado su presencia en algunas zonas de Valladolid.
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El ciclo de vida de este animal, que habita principalmente en las zonas de pinos, se ha visto afectado por las suaves temperaturas que ha registrado la ciudad este invierno, aunque las heladas de febrero mataron a la plaga más tempranera de estas larvas y la concejalía de Medio Ambiente se encorgó de eliminar unas 30 bolsas.
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Diego Fernández
La presencia prematura de la oruga procesionaria se ha dejado ver ya por las zonas de pinares de la provincia de Valladolid, dañando y debilitando estos árboles. Los lugares de la capital más afectados por estas larvas que se desplazan arrastrándose en fila son Huerta del Rey, el pinar de Antequera, Puente Duero, Pinar de Jalón, las laderas de Parquesol y el parque de Fuente el Sol.
Esta especie no seca los pinos, sino que los debilita, debido a que se alimenta principalmente de sus hojas y cedros. Sin embargo, puede resultar peligrosa para la salud de los humanos y las mascotas, ya que están cubiertas por unos pelos urticantes que provocan lesiones en la piel y los ojos, reacciones alérgicas o intoxicaciones en animales por su ingesta.
Cada año se destruyen miles de nidos de oruga procesionaria en Valladolid, mediante la eliminación de los bolsones en los que se refugian durante los meses de invierno. Entre los múltiples métodos de control de estas plagas, la Junta de Castilla y León presentó unas 'trapas bufanda' y 'trampas collarín', que las eliminan justo en el momento en que se van a enterrar. Este sistema consiste en colocar un anillo alrededor del árbol conectado a una bolsa con tierra, que evita la llegada de las larvas al suelo cortando su ciclo de vida al retirar la bolsa.
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Este método de prevención no disminuye el daño provocado en los pinos, ni el riesgo de urticaria, ya que las orugas están presentes durante el proceso de larva y se eliminan cuando van a comenzar la fase de crisálida, es decir, la metamorfosis.
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