Valladolid

La presencia de dos enjambres obliga a mantener cerradas las ventanas de Filosofía y Letras

¿Y por qué se produce este incremento? «Lo que sucede es que durante todo el año se ha producido un aumento de colmenas y esto se ha traducido en que hay muchas que han quedado ahí desde el verano. Son enjambres que se esconden dentro de algunos huecos y que ahora empiezan a salir», responde el presidente. Precisamente esto es lo que ha sucedido en la facultad de Filosofía y Letras, donde se trabaja para la retirada de dos enjambres de este edificio de la Universidad de Valladolid. Estos se encuentran en el patio interior de la facultad, donde al parecer las abejas habían anidado en unos huecos de la fachada y donde la empresa encargada ya opera para eliminarlos. Eso sí, durante estos días el edificio permanece cerrado por el puente festivo y por la jornada no lectiva con motivo del Día del docente. Para evitar la propagación de los insectos polinizadores se ha instado a los docentes de la facultad a que cierren las ventanas de los despachos y de los seminarios para evitar que puedan anidar en otros puntos del edificio, más aún cuando la facultad permanece cerrada cuatro días.

Ante la situación del aumento de enjambres, el presidente de Aprova apunta a dos causas. La primera, relacionada con los apicultores trashumantes, cada vez más presentes en la provincia, y la enjambrazón, que es la división natural de las colonias de abejas en busca de un nuevo hogar. «Como no atienden las colmenas todos los días, no cortan la enjambrazón y las abejas se multiplican. Esto se suma a que existe un aumento de los apicultores trashumantes, por lo que cada vez hay más colmenas». La segunda causa -«más una teoría»-, apunta Ribot, se relaciona con el cambio climático. «La escasez de agua, el propio clima. Pienso que las abejas son conscientes de que son menos y de alguna manera eso hace que se multipliquen más y por consiguiente que también haya más enjambres en las ciudades», asegura.

Y mientras aumenta el número de enjambres en Valladolid, los apicultores acaban de terminar la campaña de la recogida de la miel. El resultado en la provincia, adelanta Ribot, no ha sido bueno, ni tampoco el esperado. «En Valladolid casi no ha llovido y ha habido sequía en el territorio. Una cosa lleva a la otra, hay menos flores y las abejas no han tenido mucho alimento. Esto hace que las abejas consuman su propia miel y, en definitiva, que se haya recogido menos producto». En este sentido, desde la asociación de apicultores de la provincia se muestran claramente «defraudados» por la campaña. «No solo los que somos de aquí, también los trashumantes nos han trasladado las mismas sensaciones sobre el balance de este año».

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La situación contrasta con la que anticipaban los apicultores en el mes de junio, cuando esperaban una buena campaña con buenas perspectivas. Sea como sea, los datos muestran un incremento de presencia de enjambres en la provincia. De vuelta a la estadística semestrales, el 112 informa de que en los seis primeros meses de 2021 se produjeron 40 avisos por presencia de enjambres, 43 en 2022, tan solo 14 en 2023 y 73 en la primera mitad de 2024.