Consuelo de Jesús Vizcaíno, fiscal delegada de Menores en Valladolid
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Consuelo de Jesús Vizcaíno, fiscal delegada de Menores en Valladolid
«Nos preocupa la disminución de la edad de los agresores sexuales»Varias carpetas apiladas junto a dos tomos del Código Penal y la Ley Penal del Menor rompen el meticuloso orden del despacho de María Consuelo de Jesús Vizcaíno. Los mira continuamente de reojo. Para no perder de vista una realidad, la de la responsabilidad penal ... en los menores de edad, de la que, aunque nunca ha sido ajena -lleva en la Fiscalía Provincial desde 2011-, vive en primera línea desde febrero como fiscal delegada de Menores de la Fiscalía de Valladolid. Con una dilatada trayectoria como fiscal de Violencia Doméstica y de Género, además de desempeñar responsabilidades de Jurisdicción Social de Derecho Laboral, Medio Ambiente y Urbanismo, la fiscal jefe de Menores admite que asume el cargo con «orgullo», aunque también con el compromiso que conlleva coordinar la sección provincial encargada de proteger y velar por los intereses y derechos de los menores.
-La provincia de Valladolid acumula 2.155 menores condenados por diversos delitos en la última década. Una cifra abultada, pero que se ha mantenido estable. ¿Qué percepción tiene la Fiscalía de estos datos?
-Como bien dice, se ha mantenido bastante estable en los últimos años. Por tipos de delitos sí que hay un ligero incremento, pero en general las cifras se mantienen estables, no se ve un incremento significativo en general, en la mayoría de los tipos penales.
-¿En qué delitos han percibido más incremento?
-Según los datos de la memoria de la Fiscalía de Menores, que pasa a la memoria general y que incluye datos sobre la evolución de la criminalidad, se ha visto un incremento, sobre todo, en materia de robos con violencia, de violencia familiar y de acoso. También un ligero aumento en delitos contra la libertad sexual, pero es un incremento pequeño.
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E. Esteban
-¿Son esos los delitos más habituales?
-También hay otros delitos que son comunes. Hay mucha pequeña delincuencia en el ámbito de menores, pero es verdad que los delitos de robo con violencia, los de lesiones, los de violencia familiar y los de acoso escolar son los que más preocupan por su gravedad porque, al final, sobre todo algún tipo delictivo como los de carácter sexual o contra la intimidad y los de acoso escolar no solo afectan al menor delincuente y a la víctima, sino que se ve involucrada la comunidad de menores del centro escolar o del grupo.
-Seis menores fueron condenados en 2023 por delitos sexuales. 33 desde 2017. ¿Qué percepción tiene la Fiscalía? ¿Se ha detectado un aumento?
-No hay incremento en número, pero sí que preocupan dos cosas fundamentales en estos delitos. Primero, la presencia de los teléfonos móviles, que no es solo exclusivo de los delitos contra la libertad sexual, sino que está presente en muchísimos delitos; también en el acoso escolar es muy frecuente el uso del teléfono móvil. Y también la disminución de la edad de los agresores. Cada vez se producen a edades más tempranas. Incluso es relativamente frecuente que se cometan hechos contra la libertad sexual por parte de menores de 14 años, que son inimputables, no se puede abrir el proceso penal contra ellos.
-Precisamente, 44 de los menores condenados el año pasado (193) por cometer algún ilícito penal tenían 14 años. ¿Sería conveniente revisar la edad?
-Revisar esa edad a la baja es una cuestión que siempre está ahí, demandándose por ciertos sectores de la sociedad, pero la comunidad científica es muy clara al respecto. Bajar la edad penal por debajo de los 14 años ni garantiza que vaya a disminuir el número de delitos, ni parece apropiado por la propia madurez de los menores. Por debajo de los 14 años para ellos es, por su falta de madurez, difícil comprender el sentido de un proceso penal y, en general, las consecuencias de la gravedad de los hechos que cometen.
-Habla de un incremento delictivo en edades cada vez más tempranas. ¿Se refiere a nivel general o a algún delito específico?
-Delitos en general no. Es una impresión, no me estoy apoyando en datos estadísticos, pero no en general en los delitos, sino a determinados delitos como contra la libertad sexual, contra la intimidad o de acoso escolar, y creo que en todos ellos está muy presente la utilización del móvil y de las nuevas tecnologías. El acceso tan temprano de los menores al uso del móvil y el uso indiscriminado del teléfono móvil, pienso que es una de las causas que pueden favorecer este incremento delictivo.
-¿Sería conveniente que se regulara el uso de móviles en centros escolares o el libre acceso a Internet de los menores?
-Yo pienso que sí. De hecho, los centros docentes tienen una normativa sobre la utilización de los teléfonos móviles, les preocupa muchísimo el tema. En todas las intervenciones que ha tenido la Fiscalía de Menores, que hemos dado charlas y conferencias en centros docentes, ha sido un tema de preocupación constante.
-En la práctica, ¿a los padres les resulta más complicado controlarlo?
-En alguna charla con padres que hemos tenido, nos transmiten que les preocupa mucho que sus hijos tengan un uso excesivo del teléfono móvil, pero a la vez no quieren que sus hijos sean los únicos que no tienen teléfono móvil o redes sociales. Eso también les preocupa. La adolescencia es un momento de la vida en que la pertenencia al grupo es fundamental. Es lo que más les importa, ser aceptados por un grupo. Sienten que si les quitan el móvil o lo restringen, les separan del grupo.
-Hace apenas dos meses alertaba del incremento de casos de acoso escolar, fundamentalmente del 'cyberbulling'. ¿Cómo reaccionan las familias cuando se enteran de que su hijo es víctima o acosador?
-Hay todo tipo de reacciones. La familia de la víctima siempre está muy afectada. Yo lo que observo también es que la familia, sobre todo, quiere que su hijo no sufra. Y quiere también que le reconozcan que es víctima y que las consecuencias no sean para él. No quieren sacar al niño de la clase ni del colegio. Es lógico, ellos son la víctima, no son el agresor. Pero a veces, si no se actúa, lo tienen que hacer para proteger a su hijo. Por eso, es muy importante que se aplique el protocolo de acoso escolar que tenemos en Castilla y León. En cuanto a las familias de los agresores, veo dos tipos muy marcados de reacciones. Por un lado está la familia que lo asume, que lo siente, que se pone en el lugar de la víctima y colabora con el centro docente y con la Fiscalía en sancionar de alguna manera esa conducta de su hijo, que tenga una respuesta y una educación. Pero también están quienes lo niegan porque piensan que su hijo no puede ser capaz de hacer una cosa así.
-¿Reaccionan con celeridad los centros escolares ante estos casos o cuesta detectarlo?
-El fenómeno cuesta detectarlo, pero es verdad que se está haciendo un esfuerzo desde los centros docentes por la aplicación del protocolo. Hay preocupación por el tema y así nos lo han trasladado a Fiscalía de Menores pidiéndonos ayuda, charlas, consultándonos sobre casos concretos... Pienso que la aplicación del protocolo es relativamente buena.
-La Policía Nacional advirtió de la existencia de un «contexto de confrontación entre grupos organizados violentos de carácter juvenil», en este caso Trinitarios y Dominican Don't Play. ¿Han percibido más presencia de las denominadas bandas latinas y un aumento de las agresiones con armas blancas?
-Sí, sobre todo en el año pasado se ha detectado un aumento de este tipo de delitos. Preocupa mucho a la Fiscalía de Menores por su gravedad. Se trata normalmente de enfrentamientos entre bandas rivales en que se suelen utilizar armas blancas tipo machete y, por lo tanto, los hechos son de especial gravedad por el peligro para la vida de las personas. Es el tipo de delictivo que, junto a las agresiones sexuales, da lugar a mayor adopción de medidas cautelares, es decir, de medidas inmediatas de internamiento en el Zambrana.
-¿Se amparan las bandas latinas en menores ante las consecuencias 'más leves' a los que estos pueden exponerse?
-Entiendo que sí, pero sobre todo porque los menores, al ser más vulnerables, son siempre más fáciles de captar. Entonces, el momento en que las bandas les captan es a edades muy tempranas, estamos hablando de los 13 o 14 años. Son muy vulnerables y es el momento en que con mayor facilidad pueden captarles.
-¿Qué se puede hacer desde la Fiscalía para atajar este aumento?
-El fenómeno es complejo, y aquí el problema también es educativo. Es la educación lo que puede hacer que se pueda prevenir con mayor eficacia este tipo de fenómenos.
-¿Hay menos paciencia entre los jóvenes?
-Sí, lo podemos llamar paciencia. Hay menos capacidad para esperar el resultado de nuestra actividad. Las cosas que requieren esfuerzo, es tiempo, paciencia, esperar... Y eso se echa en falta en la juventud.
-Los educadores del centro de menores Zambrana denuncian un «abandono» en el centro. Este año se han registrado varios altercados. ¿Han detectado un problema en el centro?
-Ha habido varios casos de agresiones a educadores y a vigilantes de seguridad, pero no me parece que sea especialmente relevante, es decir, no he visto un incremento en cuanto a datos estadísticos respecto a años anteriores. En los delitos en que se puede traducir, de lesiones, amenazas... No hay un incremento significativo.
-¿Y hay masificación en el centro?
-Pienso que no. La Fiscalía de Menores tiene la vigilancia de todos los centros de internamiento de menores y eso quiere decir que para cumplir esta función hacemos visitas mensuales al centro y no he detectado ningún problema al respecto de esa naturaleza.
-La Justicia acumula expedientes, hay largas listas de espera… ¿Está saturada la Fiscalía de Menores?
-En general, la tramitación en la Fiscalía de Menores es ágil. Yo, que vengo de la jurisdicción de mayores, veo más rapidez en la tramitación. El procedimiento es más sencillo, no hay distintos tipos de procedimientos según la gravedad del delito, algo que ocurre en la jurisdicción de mayores. Aquí el procedimiento es único y sí hay más celeridad. No hay retrasos significativos, salvo algún caso puntual debido a circunstancias excepcionales, pero son puntuales, no generales.
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