Valladolid

Los menores condenados en la última década se mantienen pero ya superan los 2.000

Va peor la delincuencia juvenil en Valladolid en comparación con otras provincias de la comunidad. Al menos en términos brutos. Porque en territorio vallisoletano se impusieron en los diez últimos años prácticamente el doble de condenas a menores de edad que en Salamanca (1.184) y Burgos (1.103). En cambio, en Soria (392) y Ávila (501) fueron donde hubo menos ilícitos penales.

Son los varones los que acaparan la mayoría de condenas. Concretamente 146. O lo que es lo mismo: tres de cada cuatro delitos fueron cometidos por chicos. Otro dato a destacar que recoge el INE es que la mayoría fueron perpetrados por jóvenes de nacionalidad española (el 76%), mientras que 46 ilícitos penales lo ejecutaron extranjeros, esta última una cifra mínima desde el punto de vista global de las condenas, aunque el doble que un año anterior.

Por otra parte, cabe destacar que es a partir de los 14 años cuando se pueden exigir responsabilidades a los menores de edad, de acuerdo a la Ley Orgánica 5/2000, reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. De hecho, el año pasado 44 de los condenados tenían precisamente esa edad, mientras que 64 tenían 16 años en el momento de los hechos; 34 tenían 15 años y cincuenta jóvenes tenían 17 años.

No concreta el informe las infracciones penales (delitos y faltas) por las que fueron condenados, aunque sí muestra que 64 menores acumularon dos o más y el resto, 'tan solo' una. Sí hace especial atención a los delitos sexuales y las condenas por estos hechos. En el caso de Valladolid, a lo largo de 2023 se condenaron a seis menores de edad por delitos sexuales, mismo número que en 2022 aunque el doble que en el año en que estalló la covid.

En total, en los últimos diez años han sido condenados un total de 33 menores en Valladolid por estos hechos, si bien se han contabilizado dos delitos más -35- que no terminaron en condena.

Además, a la gran mayoría de los 192 infractores -132- se les aplicó únicamente una medida, mientras que a los otros setenta, dos o más. También desglosa los castigos que se impusieron a los jóvenes por delinquir. La decisión más adoptada fue la libertad vigilada, en 85 casos. Un número ligeramente inferior al de 2022 y que alcanzó su pico en 2020, año de la pandemia, con 99 autorizaciones de libertad aunque bajo la correspondiente vigilancia.

Asimismo, se optó en 56 condenas a que el menor en cuestión realizara tareas socioeducativas y en otras 38, a prestar servicios en favor de la comunidad. Por otra parte, 44 sentencias fijaban la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima, una medida cada vez más habitual en la provincia de Valladolid, ya que en 2016 solo se estableció en tres casos o en 2020 en catorce, por citar otro ejemplo. Además, 21 condenas quedaron en una mera amonestación, 19 en permanencia el fin de semana y 14, en internamiento semiabierto.

Por otra parte, en el caso de Castilla y León, se registró en 2023 la segunda tasa más baja de personas adultas condenadas por sentencia firme, con 7,6 casos por cada mil habitantes, solo por detrás de Castilla-La Mancha, que anotó 7,1 condenas por cada mil habitantes. No obstante, el número de condenados en la región por sentencia firme fue de 10.749, el 11,9% más respecto a 2022. En este sentido, la mayoría -el 82,4%, 8.768- fueron españoles y el 81,5% del total, hombres (8.768).

Además, en 2023 se cometieron 15.659 delitos en Castilla y León, un 16% menos que en 2022. Contra la seguridad vial, 3.698, y las lesiones, con 2.736, fueron los delitos que más se repitieron. Además se contabilizaron 4.739 contra el patrimonio, de los 2.105 fueron hurtos, 204 robos con violencia y 529 robos con fuerza; 1.239 defraudaciones; 1.040 estafas y 989 amenazas.