Valladolid

PP y Vox tumban una moción para construir el centro de refugiados

Hacía frío en el salón de plenos, tanto que algunos de los presentes ni se quitaron el abrigo, pero la sala pronto fue cogiendo calor con la moción conjunta de PSOE y VTLP mediante la que se instaba al Ayuntamiento a «cumplir el compromiso de construcción de un Centro de Acogida de Protección Internacional en Valladolid», que cuenta con un solar destinado al mismo junto al Río Hortega. Representantes de tres de los 49 colectivos que defienden la construcción de este espacio -Red Delicias, Federación de Vecinos Antonio Machado y coordinadora de ONG de Castilla y León- tomaron la palabra antes de que se debatiera la moción y mostraron su postura favorable al levantamiento de este espacio.

Rocío Anguita, de Valladolid Toma la Palabra, aseguró que «la decisión es sencilla, no cuesta dinero al Consistorio, generará empleo y cuenta con consenso social», por lo que pidió al PP que «no se deje arrastrar por la extrema derecha» y dé luz verde al proyecto. Mientras, el concejal de Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, de Vox, mostró su postura contraria a la instalación del centro y después de asegurar que «la inmigración está descontrolada», afirmó que «la construcción de un Centro de Acogida de Protección Internacional no es una prioridad de esta ciudad».

Rafaela Romero defendió la moción del lado socialista y habló de los centros que ya están comprometidos en otras ciudades y que los tres que están por construir están proyectados en municipios gobernados por la derecha. Y la respuesta del concejal de Urbanismo, el popular Ignacio Zarandona, sirvió para que se explicara que el plazo de cesión definitiva de la parcela se extiende un año y corrigió a Rocío Anguita, a la que recordó que la puesta en marcha no sale gratis al Consistorio, ya que la parcela municipal en la que se pretende construir el centro está valorada en 1,8 millones de euros. Zarandona afeó al anterior equipo de gobierno que se cediera la parcela de manera inicial sin consultar con los vecinos y recalcó que la postura del Consistorio se anunciará de la «manera más breve posible», aunque la moción fue rechazada con los votos en contra de PP y Vox.

La figura del nuevo ministro de Transportes y Movilidad estuvo muy presente en el debate más intenso de la sesión, que llegó en la última de las mociones presentada por el PSOE e instó al Ayuntamiento a realizar un seguimiento de las obras de integración ferroviaria y a cumplir con las obligaciones previstas en el convenio. La moción se dividió en cuatro puntos y reclamaba que el Consistorio participe activamente en las reuniones del Comité Técnico de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para coordinarse con el resto de administraciones en el seguimiento de las obras de integración ferroviaria, además de un informe jurídico a la Secretaría General para conocer las consecuencias que tendría para el Ayuntamiento de Valladolid el incumplimiento de sus obligaciones y compromisos respecto al convenio.

Pedro Herrero se dirigió a Carnero para recordarle sus propias palabras. «Usted dijo que si no soterra, sobra y por eso lo tiene que explicar», indicó Herrero mirando al alcalde pocas horas después de la publicación de una entrevista en la que el portavoz socialista afirmaba que el soterramiento es inasumible, con o sin Óscar Puente de Ministro y Carnero tomó la palabra para responder a Herrero con unas palabras con las que le tendió la mano. «Estamos en un tiempo nuevo, que puede permitir que esta ciudad cambie. Todo se ha puesto a favor. Tenemos dos ministros en el Gobierno que han salido de este Ayuntamiento», comenzó el regidor en un discurso conciliador. «Fruto de unas elecciones hay un gobierno municipal que cree en el modelo del soterramiento, que sólo se puede llevar a cabo con una obra pública que tiene que llevar a cabo el Gobierno de España, principalmente. Déjenme al menos intentar la interlocución con el Gobierno de España», indicó Jesús Julio Carnero.

El alcalde aparcó la tensión vivida con Herrero en otros puntos del orden día. «Nos podemos hacer tantos reproches unos a otros sobre este tema que lo mejor que podemos hacer es poner el contador a cero para conseguir lo mejor para los vallisoletanos. ¿Si en otros lugares se ha podido, por qué no va a poder hacerse aquí?», se preguntó Carnero para sentenciar después que «o lo hacemos nosotros o vendrán nuestros hijos o nietos y lo harán. Esto no es un quimera».

La respuesta socialista a esas palabras no tardó en llegar. «Ha hecho usted un discurso muy bonito, pero las obras públicas no se hacen con discursos bonitos», espetó Pedro Herrero cuando recuperó el turno de palabra, durante el que reclamó números en lugar de palabras. «Pongan números encima de la mesa porque las obras se hacen con dinero y saben que esta operación es inviable por muchos motivos», zanjó Herrero, no sin antes echar mano de su ironía. «Dicen que hay una oportunidad de oro. ¿Es por los tipos de interés?», se preguntó para acabar su intervención con una pregunta directa: «¿Cuanto dinero nos cuesta incumplir lo que ustedes firmaron?»

La contestación de Carnero siguió por los mismos derroteros: «Esto no va de discursos bonitos. Es una realidad que transforma vidas. Es una oportunidad que tenemos», explicó el regidor, que respondió a aquellos que piensan que la llegada al ministerio de Transportes de Óscar Puente le ha servido para encontrar a alguien al que echar la culpa de un hipotético fracaso futuro del soterramiento. «No se trata de endosar responsabilidades. Se trata de aprovechar oportunidades», concluyó.

La segunda moción fue una de PP y Vox en la que se pedía «solidaridad con las víctimas y familias afectadas por la aprobación de la Ley del sólo sí es sí». La ministra de Igualdad había abandonado el salón de plenos hace sólo unos minutos y el concejal de Servicios Sociales, Rodrigo Nieto, tomó la palabra para enumerar las numerosas mociones que el PP había llevado anteriormente al pleno sobre este tema, hasta tres, y afeó los pasado votos en contra del PSOE, una tendencia que se invirtió en esta ocasión. Rocío Anguita reclamó al PP que se centrara en asuntos de ciudad y la respuesta a esas palabras llegó de la mano de la teniente de alcalde, Irene Carvajal, de Vox, quien apuntó que «ha habido trece revisiones de condena en Valladolid» y eso afectaba claramente a la ciudad.

El debate se repitió en el salón de plenos del Ayuntamiento y la socialista Charo Chávez aseguró que son «muchos son los beneficios de esta ley», aunque reconoció que ha causado «efectos indeseados». Mientras, el popular Rodrigo Nieto no ahorró en calificativos y sentenció que «este es uno de los mayores escándalos de la democracia». Y así, tras un intenso debate, la moción salió adelante con los votos a favor de PP, Vox y PSOE, mientras que VTLP se quedó sólo con su postura en contra.

Si la oposición mostró su disconformidad con la tercera moción porque pensaban que era más de política nacional que local, la cuarta sirvió para llevar al salón de plenos, una vez más, la polémica por la amnistía. Bajo el título 'en defensa de la Constitución Española, la igualdad de los españoles y el respeto del estado de derecho y la democracia', Mercedes Cantalapiedra, habló de «golpe de Estado» y aseguró que los españoles no quieren ver en la calle a delincuentes. Por su parte, el socialista Pedro Herrero se mostró sorprendido porque la moción se hubiera presentado en solitario, y no con Vox, y cargó contra el PP por el hecho de que solamente haya presentado «un debate local» en lo que va de legislatura. «Se supone que ustedes iban al Senado para hablar de Valladolid, no que iban a traer el Senado a Valladolid», indicó Herrero, que propuso una serie de modificaciones a la moción para apoyarla. El PP y Vox rechazaron la enmienda de adición propuesta y la moción se aprobó con los votos a favor del equipo de gobierno y con los votos en contra de la oposición.