Valladolid

El policía fuera de servicio que reanimó a un jugador de pádel: «Actué por instinto»

Antes de empezar el masaje cardiaco, uno de los acompañantes del hombre que se había desplomado insistía en ponerle de lado, pero el agente, que tiene formación en primeros auxilios desde antes de ingresar en el cuerpo local de seguridad -la ha complementado una vez se convirtió en policía-, explica que la falta de conocimientos en estos casos puede ser fatal: «Le agradezco la ayuda a quienes acompañaban al hombre, pero es importante saber qué está pasando antes de proceder». El policía insiste en que detectar erróneamente las señales durante un proceso como este puede ser fatal: «Me decían que ya respiraba y que le iban a poner de lado, pero eran espasmos. Si paraba la RCP, seguro que le perdíamos».

Tras varios minutos en los que el oficial confiesa «haber perdido la noción de cuánto tiempo llevaba masajeando al infartado», y después de avisar a emergencias, otros dos policías municipales se acercaron a la nave donde se encuentran las pistas de pádel para ayudar en las maniobras de recuperación cardiopulmonar para mantener con vida al paciente hasta la llegada de una segunda patrulla, que llevó un desfibrilador para realizar al hombre una descarga que permitió recuperar su pulso cardiaco a la espera de una unidad medicalizada procedente del Hospital Río Hortega, a donde fue trasladado el hombre.

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Diego Calvo lleva en el cuerpo local de policía desde 2019. Se incorporó como motorista en el distrito centro, pero desde el pasado año es oficial del distrito cuarto de La Rubia. «Como agente del servicio público considero esencial saber llevar a cabo este tipo de maniobras. Hace poco recibimos un curso para refrescar nuestros conocimientos en el uso de desfibriladores y eso me ayudó mucho durante la intervención». Considera que es «muy recomendable» que los ciudadanos sepan realizar este tipo de maniobras, «porque nunca se sabe cuándo van a ser necesarias y puede que no haya cerca ningún policía o sanitario». Por otra parte, no deja de sorprenderle que en centros donde practican deporte personas de diferentes edades y condición física no hay desfibriladores para utilizar en caso de emergencia: «Si el corazón esta fibrilando no hay margen de error. Los primeros minutos son vitales y tener cerca una de estas máquinas aumenta las posibilidades de salir adelante».

No es la primera vez que un suceso similar tiene lugar en una pista de pádel. El pasado verano, otro policía fuera de servicio actuó de la misma manera para salvar la vida de un infartado. Desde su experiencia, Calvo cuenta que en el ejercicio de su función ya ha tenido que intervenir para salvar la vida de una persona en otra ocasión, aunque admite que esta vez «ha sido más cercana a la muerte y me ha tocado actuar como primera respuesta». Para el oficial, este tipo de incidencias son cada vez más frecuentes, por lo que anima a la población a ser responsable: «Resulta vital que nos conozcamos, cuáles son nuestros límites y qué no podemos hacer. Es importante acudir al médico para saber si sufrimos alguna patología que nos haga propensos a los infartos».

Por el momento, el policía municipal desconoce cómo se encuentra la persona a la que ayudó: «Espero que salga adelante, en comisaría me han dicho que está estable». El agente, que después del fin de semana ha vuelto al servicio, dice que aprecia los cumplidos que recibe, pero cree que su actuación no debe agradecerse pues lo considera «su deber como agente público».