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La punta de la crecida causada por los recientes aguaceros ha llegado este viernes a los principales ríos que bañan la provincia con especial incidencia en el Pisuerga, el Duero y el Adaja. El primero ha marcado su punta del año (natural e hidrológico) al ... alcanzar al mediodía los 204 metros cúbicos por segundo -su anterior marca era de 170- a su paso por la capital y su nivel ha comenzado ya a descender de manera clara para estabilizarse ya a media tarde en torno a los 170. Muy lejos quedan sus niveles de alerta (619) y alarma (935) de desbordamiento.
La crecida del Pisuerga, que en 72 horas ha quintuplicado su caudal, se ha trasladado a continuación aguas abajo al Duero, que ha registrado también esta tarde su punta del año (natural e hidrológico), con un pico de 328 metros cúbicos por segundos, cuatro veces más que la cantidad que arrastraba el pasado martes en el medidor de San Miguel del Pino. Su caudal también ha comenzado a estabilizarse y descienda ahora de manera ligera.
Y el tercer río que ha experimentado en paralelo una más que notable crecida es el Adaja, que también ha cuadruplicado su caudal en los últimos tres días a su paso por Valdestillas, donde ha marcado también su punta del año con 39 metros cúbicos por segundo. Su caudal está ahora estabilizado, según la información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que este viernes ya no tiene ríos en alerta en toda la cuenca. Solo el Eresma, a su paso por Segovia, llegó a superar el martes su nivel de alarma.
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Las crecidas, en esta ocasión, apenas han afectado al Esgueva, cuyo caudal llegó a duplicarse el miércoles, cuando alcanzó una notable punta de 6,5 metros cúbicos por segundos. El afluente capitalino presenta este viernes un caudal estabilizado en torno a los 2,5 metros cúbicos por segundo. Su nivel de alerta, a su paso por la capital, se encuentra en los 14 metros cúbicos por segundo.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que no lloverá, al menos, hasta el próximo martes, cuando se espera el paso de un frente cálido que dejará más precipitaciones y que engordará el balance hídrico de un mes de diciembre en el que se han recogido ya 88,8 litros por metro cuadrado, casi el doble de lo habitual para el conjunto del mes (45).
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