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Ayer fue día de despedidas en el nido pingüinero. El frío vallisoletano no dio tregua ni en el último día de concentración y la nívea alfombra a la que los moteros se acostumbraron desde su llegada a la campa volvió a acompañar el amanecer en ... el pinar. En esta ocasión, a diferencia de los otros tres días restantes, la emoción del despertar no era la misma.
El sosiego a la hora de desperezarse en varios de ellos contrastó con la presteza de otros, que prácticamente al alba desfilaban rumbo a sus hogares, dejando huérfanos aquellos lares que habitaron durante cuatro jornadas.
Tras la fiesta, el domingo llegó marcado con el adiós de una edición memorable por contexto e histórica por estadística. En el marco de la sexta ola y con los contagios quebrantando la moral y la salud colectivas, los moteros mandaron un mensaje de optimismo con un evento que batió su récord de inscripciones con 38.116 solicitudes, 4.194 más que en la mayor marca anterior, registrada en la última edición prepandémica en 2020.
Desde Portugal, Francia, Italia, Alemania, Bulgaria, Suiza, Bélgica, Argentina, Uruguay e incluso Angola, las banderas quedaron en segundo plano en favor de una unión de gente con la misma pasión, las dos ruedas, que se sobrepuso al miedo y la angustia que la covid deja a diario desde su aparición hace dos años.
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El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, hizo balance de Pingüinos 2022, «una auténtica prueba de fuego« debido al momento de la pandemia en el que discurrió, «en pleno brote de la sexta ola», que se saldó «sin incidentes notorios» gracias al «comportamiento ejemplar» que los amantes del motociclismo demostraron durante el evento.
El regidor también explicó que la «estabilidad» aportada por la sede fija de la antigua Hípica Militar y la inversión que genera para su entorno y para la ciudad hacen de la concentración un evento «sin techo» con un «enorme potencial» de cara al futuro . Sobre la parcela donde se ubica, Puente señaló que el regreso del evento revivió el terreno, vandalizado en varias ocasiones incluido el año pasado, tras la suspensión de la cita.
Ese mismo escenario, que «para el lunes o el martes estará limpio», según adelantó el director de Pingüinos, José Manuel Navas, acogerá en adelante diversas actividades, como el festival 'Conexión Valladolid' o un concierto programado para la semana que viene cuyo protagonista se hará público el próximo viernes.
«También hemos reforzado la seguridad con una valla galvanizada de tres metros de altura, y cámaras para evitar que se vuelva a destrozar el trabajo realizado», añadió el edil para concluir deseando «unos Pingüinos totalmente normales, sin mascarillas, y en los que seguro se sobrepasaran los 40.000 inscritos» para 2023.
Cruz Roja también emitió su informe sobre los in cidentes registrados el fin de semana. En total, 45 personas recibieron asistencia, de las cuales siete fueron trasladadas a distintos centros sanitarios de la capital siendo las patologías más frecuentes los cortes, quemaduras e intoxicaciones etílicas, que fueron socorridas tanto dentro como fuera de la campa.
Como en anteriores ocasiones, la organización repartió los tradicionales 'Pingüinos de Oro', que este año galardonaron al piloto de Stunt, Narcis Roca, presente en ediciones anteriores, y a la escuela de motociclismo 'Cuna de Campeones', que formó a pilotos de la talla de Joan Mir.
El director de la institución, Julián Miralles, recogió el premio en un escenario por el que pasaron hasta 43 moteros, en algunos casos varias veces. Especialmente llamativos fueron el de Antonio Hidalgo, joven valenciano que recorrió con su moto 1.860 kilómetros dando la vuelta a España o el de Alejandro Alonso, un vallisoletano que en pleno azote de 'Filomena 'decidió salir a derrapar con su Suzuki por la nieve en la limitada edición celebrada el año pasado.
El punto emotivo lo puso Cristina, de Los Froilanes, con su «esto va por ti, Papá», en una conmovedora dedicatoria a Antonio, fallecido en un accidente de tráfico. Con una foto de familia de los 'casacas azules' de la organización, Pingüinos 2022 echó el cierre para volver a todo gas el año que viene.
Una vida entre fogones. Así podrían resumir dos de los cocineros de la concentración motera su particular idílio culinario con las dos ruedas y con los que las pilotan.
Sus nombres están opacados por su fama en la campa y su dilatada historia pingüinera. Para los amantes del motociclismo, ellos son Pepe y Manolo. Con 70 y 66 años respectivamente, y algún achaque que otro porque la edad no perdona, ambos fueron reconocidos por la organización con una mención especial en el cierre de esta memorable edición.
Con devoción por su profesión, recuerdan estar presentes en el evento desde 1982, año en el que se consagró el nombre de Pingüinos, apenas polluelos por aquel entonces, en Herrera de Duero.
Allí acudieron a alimentar a unos moteros que comenzaban a escribir la hisotria de la cita. «Serían unos 300 o 400, nada que ver con esto», aseguraban antes de servir la última comida de 2022.
En cuanto a la limpieza de la parcela en la que se celebra la reunión motera, Navas ha comunicado que hay contratadas dos empresas de limpieza y reciclaje, que junto con la ayuda del Ayuntamiento permitirá que para el «lunes o martes esté todo totalmente limpio y habilitado» para cualquier otro tipo de actividad.
En esta línea, el alcalde ha reconocido que el motor de la parcela es Pingüinos, ya que se «concibió» para realizar el evento, y ha mencionado que durante este año se va a utilizar para diferentes eventos, entre ellos el festival Conexión Valladolid y otro concierto que aún «no se puede desvelar».
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