Sorprendidos cargando la tragaperras de un bar de Valladolid para llevársela a casa

Los hechos ocurrieron a las seis de la madrugada de este jueves, cuando un testigo alertó de la presencia de dos hombres que habían reventado a golpes con una tapa de alcantarilla la luna de un bar del entorno de la estación de autobuses. Una de las patrullas, al llegar al escenario, se topó con una joven, que después resultó ser menor de edad (17 años) y que llamaba de manera insistente a un portal cercano al establecimiento. Así que fueron a identificarla y descubrieron que llevaba, entre otras herramientas, una llave inglesa. Después vieron luz en el portal, entraron y comprobaron que el ascensor estaba subiendo. Los propios agentes llegaron al piso en el que estaba parado a tiempo de ver cómo dos hombres metían en un domicilio una máquina tragaperras procedentes del bar desvalijado unos minutos antes.

Los sospechosos intentaron, sin éxito, cerrar la puerta y, después de un breve forcejeo, los policías consiguieron acceder al domicilio e intervenir el sorprendente botín. Los dos inquilinos, dos varones de 35 y 29 años, fueron detenidos por un delito de robo con fuerza. En su poder fueron intervenidas más herramientas (martillos...). La chica que estaba en el portal, que se mostró «visiblemente nerviosa», fue también arrestada por su posible vinculación con el asalto.

La joven, de tan solo 17 años, se mostró «violenta» cuando los agentes intentaban meterla en la patrulla e intentó darles patadas. Luego, durante el traslado a la Comisaría, continuó lanzando patadas y cabezazos contra el cristal.

Los agentes, en un intervención conjunta de las policías Local y Nacional, comprobaron después que la máquina tragaperras, en efecto, procedía del bar asaltado, al que accedieron los delincuentes fracturando la luna a golpe de tapa de alcantarilla. Los autores, en principio, solo se llevaron la máquina en busca del dinero de la recaudación en un asalto sorprendente dado lo abultado del botín, cuyo peso puede rondar o superar los cien kilos. Los delincuentes, en esta ocasión, trasladaron la tragaperras del bar a su casa, situada justo al lado, para subirla en el ascensor y ya la habían introducido en su domicilio cuando fueron sorprendidos por los policías, según han informado fuentes de la Policía Municipal.

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