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El sistema de pensiones, que todos los años incluye alguna novedad, vendrá en 2024 con una alegría adicional para los beneficiarios de las prestaciones más bajas, tanto las mínimas como las no contributivas. La segunda fase de la última reforma de pensiones, recogida ... en el Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, además de elevar las cotizaciones a la Seguridad Social para incrementar los ingresos y la sostenibilidad del sistema, abre un periodo de cuatro años (2024-2027) en el que las pensiones de más de 27.000 vallisoletanos tendrán una revalorización del 22% de forma agregada.
Los 120.000 pensionistas de Valladolid que cuentan con una prestación contributiva han ingresado en agosto una media de 1.318 euros, que es la sexta más alta de España, tras las de las tres provincias vascas, Navarra, Madrid y Asturias. Pero, a la vez, hay 23.209 personas dentro de ese colectivo cuyas pensiones deben recibir mensualmente un complemento porque no llegan a la cuantía mínima establecida.
En la provincia suponen el 19,4% del total de pensionistas contributivos, la segunda tasa más reducida de la región tras Burgos (18%). La media de la comunidad es del 24,1% y la de toda España, del 21,4%.
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La pensión mínima varía en función de la edad, antecedentes de situación y posibles cargas familiares. Para una persona jubilada de más de 65 años que viva sola es de 783,10 euros mensuales (10.963,40 anuales), de unos 50 euros menos si es menor de 65 y más elevada, de 1.174,70 euros, si el beneficiario procede de una incapacidad permanente o sufre una gran invalidez.
Quienes no llegan a estas (y el resto) de cantidades perciben el llamado 'complemento a mínimos', que es el importe necesario que se añade a la pensión contributiva para que ésta alcance la cuantía mínima legal. Es requisito indispensable que el beneficiario no tenga rentas del capital o del trabajo, o que si las percibe sean inferiores a las establecidas.
Los 23.209 vallisoletanos que cobran pensiones mínimas, en virtud del Real Decreto de marzo de este año verán mejorados sus ingresos con un modelo «inspirado en la evolución del salario mínimo –explica el Ministerio de José Luis Escrivá–, con una senda de convergencia para que suban un porcentaje adicional a la revalorización anual ligada al IPC hasta converger con el 60% de la renta mediana de un hogar con dos adultos en 2027 (tomando como referencia la pensión mínima con cónyuge a cargo)».
La disposición incrementa progresivamente desde 2024 la pensión mínima contributiva de jubilación cuyo titular sea mayor de 65 años y tenga cónyuge a cargo, a fin de que en 2027 no pueda ser inferior al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. También se prevé la equiparación de las pensiones mínimas de viudedad con cargas familiares, pensiones con cónyuge a cargo, salvo incapacidad permanente total cuyos titulares sean menores de 60 años, a la cuantía de la referida pensión de jubilación.
Entre 2024 y 2027, la pensión mínima subirá el 22% de forma progresiva, hasta situarse en 2027 en unos 13.375 euros anuales (955 al mes) para un mayor de 65 años sin cónyuge; o en 16.500 euros anuales (1.178 mensuales) para un hogar de dos personas. La pensión mínima contributiva se alineará así con el 60% de la renta mediana.
Cerca de 4.000 personas perciben en Valladolid una pensión no contributiva, que el sistema abona a las personas que se jubilan o sufren una invalidez y no han cotizado a la Seguridad Social o no lo han hecho años suficientes para acceder a una prestación contributiva. En la provincia, hay 1.403 beneficiarios por razón de invalidez y otros 2.514 por haber superado la edad de jubilación.
Es requisito imprescindible que la persona carezca de ingresos suficientes, cantidad que en 2023 está fijada en 6.784,54 euros. La cuantía individual para cada pensionista se establece a partir del citado importe y en función del número de beneficiarios que vivan en el mismo domicilio y de sus rentas personales.
Con la llegada de 2024, el real decreto establece para este colectivo un proceso similar al del incremento de las pensiones mínimas, de manera que crecerán hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.
Las pensiones no contributivas tendrán en los próximos cuatro años un incremento del 22%, que las situará en torno a 8.300 euros en 2027.
En 2021 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2020) se situó en 9.535 euros, un 0,9% menos que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 20.024 euros.
Por otro lado, las pensiones mínimas de viudedad se revalorizarán entre 1.775 y 3.800 euros anuales en cuatro años, de modo que se equipararán con las pensiones contributivas de jubilación. Ya en 2024 subirán desde 40 euros más al mes para las de viudedad individuales, hasta 126 euros para las que tengan cargas.
Además, esta fase de la reforma incluye un plus para el complemento por brecha de género, que se incrementará el 10% en 2024 y otro 10% en 2025, adicionales a su revalorización anual según el IPC. En 2023, el importe del complemento por brecha de género es de 30,40 euros mensuales por hijo (425 euros anuales, en 14 pagas), con un máximo abonable de cuatro hijos.
En Valladolid, cobran este plus 6.615 personas, más del 90% mujeres. El importe medio percibido en agosto ha sido de 65 euros, en línea con la media del país pero por debajo de la autonómica, de 67 euros. Del total de receptores, 1.615 tienen un hijo; 3.090, dos; 1.190, tres y 720 cuatro o más.
La brecha existente entre la pensión mínima de jubilación de los mayores de 65 años con cónyuge a cargo y el umbral de la pobreza calculado para un hogar de dos adultos, se reducirá según un calendario que establece que el 1 de enero de 2024, la cuantía de referencia de la pensión se incrementará adicionalmente en el porcentaje necesario para reducir en un 20% la brecha que exista. El 1 de enero de 2025 aumentará en el porcentaje necesario para reducir la brecha otro 30%. El año siguiente, la cuantía subirá hasta reducir en un 50% la brecha que exista. Por fin, el 1 de enero de 2027 la cuantía de referencia de la pensión se incrementará adicionalmente, si fuese necesario, hasta alcanzar el umbral de pobreza calculado para un hogar de dos adultos.
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