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322 euros mensuales es la cantidad que separa el sueldo medio de los asalariados vallisoletanos que llegan al final de su vida laboral y la pensión inicial de quienes se dan de alta como jubilados en el Régimen General de la Seguridad Social. España es ... uno de los países con menor distancia entre el último salario y la primera pensión dentro de la Unión Europea y Valladolid no es una excepción. Sin embargo, ese 16,7% de pérdida que se produce en el retiro (con datos del año 2021) no deja de aumentar en los últimos años.
La relación entre el último salario y la primera pensión, conocida como tasa de sustitución o reemplazo, da una idea de la pérdida de poder adquisitivo que se sufre en el tránsito a la jubilación. En ningún caso cubre la pensión el nivel de ingresos de la etapa previa como trabajadores en activo; a lo que hay que añadir las reducciones que se producen en el caso de que la persona adelante la jubilación con respecto a la edad a la que legalmente tiene derecho a retirarse.
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Ángel Blanco Escalona
Los 227.108 asalariados vallisoletanos contabilizados por la Agencia Tributaria en el IRPF de 2021 percibieron ese año un salario medio bruto anual de 22.319 euros. La pensión de jubilación media del Régimen General fue en ese ejercicio de 21.462 euros brutos. Ambas cantidades están separadas por apenas 61 euros en la nómina mensual. Sin embargo, esta brecha es mayor cuando se cotejan los datos de quienes se jubilan.
Así, el salario medio de los trabajadores por cuenta ajena de entre 56 a 65 años fue, según la estadística tributaria, de 26.966 euros anuales, mientras que las nuevas pensiones de jubilación de 2021 (último año con estadísticas provinciales de salarios) ascendieron a 22.459 euros, con datos de la provincia vallisoletana. Entre ambas retribuciones hay una tasa de sustitución del 83,28%, inferior al 86,96% de media autonómica.
Palencia, con salarios menores que Valladolid pero una pensión media muy parecida, presenta la tasa más elevada (95,60%), mientras que en Segovia y Ávila también supera el 90%. La tasa de reemplazo más baja de la comunidad está en Salamanca (82,11%).
Según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre pensiones, también con datos de 2021, la tasa de sustitución en España subió del 80% del año anterior al 89%, frente a una media en los países europeos del 62%.
El incremento español tiene su explicación en la eliminación del Factor de Sostenibilidad (del Gobierno del PP, que desvinculó la subida del IPC) por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (del PSOE, que eleva las cotizaciones de los trabajadores en activo para pagar las pensiones). Por otro lado, la gran diferencia entre España y la mayoría de países europeos se explica también porque mientras aquí solo existe un pilar obligatorio para financiar las pensiones de jubilación, las cotizaciones a la Seguridad Social, en Europa están desarrollados otros sistemas, como los planes obligatorios de empleo y existe más implantación de los planes complementarios de pensiones individuales. La comparación de la OCDE solo tiene en consideración la pensión pública, de ahí que la tasa de sustitución de las pensiones española sea más elevada que la media del resto de países.
Dado que desde 2021 las pensiones se han revalorizado bastante más que los sueldos (el año pasado, el salario medio subió en Castilla y León el 3,6%, según el INE, frente al 8,5% que se incrementaron las prestaciones contributivas) es previsible que la tasa de sustitución haya aumentado.
La evolución de la tasa de reemplazo en el caso de Valladolid muestra un punto de inflexión en el año 2017. Hasta entonces subía: en 2006 era del 73,3%; en 2011 escalaba al 88,7% y en 2016 superaba el 90%. Un año después se situaba en el 96,8% y, a partir de entonces, toma una senda descendente. En 2019 se encontraba en el 85,4% y en 2021, último dato disponible, bajaba al 83,2%.
Las reformas exigidas por Europa en el sistema público de pensiones están orientadas a garantizar su futuro y, a la vez, harán inevitable que la 'generosidad' del sistema se vea mermada. De acuerdo con las previsiones contenidas en un Libro Verde elaborado por la Comisión Europea en el que se analiza el impacto del envejecimiento de la población y la caída de la natalidad en los sistemas de pensiones, la sostenibilidad del sistema pasa por reducir la tasa de reemplazo de España al 52% en el año 2060.
Para paliar la al parecer inevitable reducción de la tasa de sustitución el Gobierno ha desarrollado un reglamento de Planes de Pensiones de Empleo que fomenta y facilita el ahorro de los trabajadores y pretende dotar de estabilidad al actual modelo de previsión social complementaria. Se trata de unos mecanismos que suelen estar promovidos por las empresas (la nueva regulación permite que accedan a ellos trabajadores autónomos y pymes) y se financian con aportaciones por parte de los trabajadores y/o contribuciones empresariales.
En Castilla y León, sin embargo, su implantación a día de hoy es nula.
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