Secciones
Servicios
Destacamos
Rojo. Ese es el color elegido por el Ayuntamiento de Valladolid para decorar, cuando concluyan las obras, el céntrico eje peatonal de las calles Pasión y María de Molina. El tono será similar al de las fachadas de la Plaza Mayor y ya se probó ... en esta última vía el pasado mes de junio antes de iniciarse el tajo. En este caso, se utilizará un nuevo sistema para garantizar su resistencia y que no se produzcan los desconchones que han sufrido las cercanas Claudio Moyano y Menéndez Pelayo después de su ornamentación. Así, está previsto aplicar una fórmula de triple capa –dos de resina de poliuretano y un árido teñido del mismo color– que aseguraría su resistencia ante el tránsito de personas y vehículos en una zona que será de tráfico restringido, aunque con paso de vehículos de los residentes con garaje y de reparto al comercio.
Ese mismo tono bermellón se extenderá en el tramo de Doctrinos comprendido entre las calles Santiago y María de Molina, donde ahora el negro es protagonista en su zona central, así como en Veinte de Febrero, en el lateral del Lope de Vega. También se actuará en la unión de la calle Pedro Niño con la plaza de Santa Ana. Para este espacio, los técnicos del Consistorio han optado por el adoquinado al situarse el Museo del Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
La decoración de las zonas peatonales del centro se ha saldado hasta ahora con un resultado que no ha sido el esperado. La mala experiencia en Claudio Moyano y Menéndez Pelayo ha obligado a la Concejalía de Movilidad y Espacio Urbano a buscar una solución para estas vías. Tras el descascarillado de la pintura, que afeaba su aspecto, a principios del pasado mes de julio se procedió a repintar un tramo de la primera calle con un nuevo método de ejecución para comprobar si se producen los mismos defectos. De momento, no hay descochones, aunque en la calzada de colores ya se aprecia la suciedad. Son tonos claros y las marcas de los neumáticos, el aceite de los vehículos o cualquier otro producto son muy visibles, además de haberse oscurecido los tonos de las diferentes pinturas.
Más información
Fuentes municipales señalaron ayer que la suciedad es «inevitable», al igual que ocurre en las aceras en gris claro. El paso de la barredora puede ayudar a reducirla, según apuntan. Para el Ayuntamiento ese no es el problema. Lo que se quiere comprobar ahora es la adherencia de la pintura para evitar su pérdida. En principio, se esperará hasta que pase la próxima primavera para analizar el resultado, ya que se quiere estudiar cómo responde esa nueva prueba a los efectos del frío y la lluvia. La obra aún está en garantía, según acotan las mismas fuentes, con lo que hay margen para encontrar la solución definitiva.
Comerciantes de Claudio Moyano no están conformes con la intervención. Miguel Marinas, propietario de la tienda de ropa del mismo nombre, es uno de los más beligerantes. «Está claro que es un experimento equivocado, al día siguiente del repintado ya estaba igual de sucio, lo lógico es buscar un tono más oscuro, como de brea, para que se note menos porque por aquí pasan muchos vehículos para la carga y descarga», propone mientras señala la gran mancha provocada por el orín de un perro en pleno centro de la calzada peatonal. Esta opinión es compartida por los trabajadores de otras tiendas y establecimientos hosteleros de la calle, que critican la «improvisación» municipal. El dueño de Telas & Co, sin embargo, no ve con malos ojos la decoración en diferentes colores para señalar el carácter eminentemente peatonal de la calle, aunque considera que se tenía que haber probado su comportamiento antes de aplicarse porque, sostiene, está claro que el resultado no está siendo bueno».
Eso es lo que se ha hecho en el caso de María de Molina donde se aplicó la pintura roja antes de ser seleccionada para rematar la peatonalización cuando esta concluya. En este momento, los operarios de la empresa Zarzuela están finalizando la instalación del último tramo de las conducciones de agua potable en la vía y la próxima semana se iniciará la pavimentación de la acera de los pares entre el Museo de San Joaquín y Santa Ana y el establecimiento hostelero de la marca Rodilla, situado en la confluencia con Doctrinos. La intervención incluye la creación en ese punto de una zona ajardinada que se gana por la pérdida de un carril de circulación. Estos trabajos conllevarán el cierre del garaje del edificio de Las Francesas entre el 9 de agosto y el 1 de septiembre. A los usuarios del estacionamiento, que cuenta con más de quinientas plazas, se les facilitará una tarjeta de la ORA para poder aparcar en la calle.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.