Un árbol caído en el Campo Grande de Valladolid corta parte del parque urbano. A.Mingueza

Qué pasa con los árboles víctimas del viento en Valladolid

Las daños ocasionados en paseo Farnesio y Campo Grande serán «los más dificiles de reponer de la ciudad»

Carolina Amo

Valladolid

Miércoles, 10 de abril 2024, 00:03

Han pasado más de dos semanas y todavía se siguen valorando los daños ocasionados por la borrasca que protagonizó la Semana Santa. Los vientos de más de 80 kilómetros por hora propiciaron la caída de un total de 33 árboles y de 55 ramas de ... gran tamaño en Valladolid. En tan solo una semana los árboles y la vegetación de la ciudad fueron víctimas de grandes sacudidas por fuertes vendavales que dieron mucho trabajo al equipo de Parques y Jardines de la provincia. Diez árboles caídos en la zona sur de la ciudad, siete en Huerta del Rey, otros seis en Parquesol y alrededor de cinco en la zona centro, son algunas de las zonas que encabezan la lista de daños de la borrasca Nelson.

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Tras la borrasca llega la calma para estas zonas verdes que ya cuentan con algún que otro hueco fruto de las caídas de algunos ejemplares. Sin embargo, son muchas las dudas que se generan sobre qué ocurre con estos árboles después de que las circunstancias meteorológicas los arrebaten de sus zonas de nacimiento. «El Ayuntamiento de Valladolid cuenta con un almacenaje de árboles en el vivero municipal para este tipo de casos», introduce Alejandro García Pellitero, Concejal de Medio Ambiente, que explica que los árboles arrebatados por la borrasca Nelson serán repuestos en su gran totalidad. «Las hojas y la maleza que cae en este tipo de situaciones se utilizan en su gran mayoría para el compostaje», señala Pellitero.

«Reponer la hilera de chopos del paseo Farnesio no será posible por las características del propio árbol»

Con la madera de los ejemplares caídos pasa algo similar. «Toda la materia orgánica que se desperdicia del tronco o de las ramas de los árboles se suele utilizar para biomasa», añade. Y es que para aprovechar en su gran mayoría a estas especies se tienen que dejar secar por un tiempo para poder darles otra vida, una muy alejada de la que tenían antes. La labor de reponer el arbolado es compleja y «depende directamente de la casuística del entorno, que en estos casos suele ser muy amplia», explica el concejal, que no tarda en poner el ejemplo del pino centenario de Campo Grande.

Hace tan solo una semana una de las zonas principales del parque continuaba acordonada y cerrada al paso por la caída de un pino carrasco que según informaban fuentes de Parques y Jardines «era uno de los ejemplares más viejos del parque». Poco tardaron en comenzar con las labores de limpieza y saneamiento del espacio afectado. Tras la caída de especies tan grandes como esta, que presentaba medidas de más de veinte metros y un volumen considerable, sólo quedaba «trocearlo y retirarlo inmediatamente del parque». Después de la retirada del ejemplar la zona lucirá vacía y presentará un hueco difícil de reemplazar.

Zonas donde no se puede replantar

«Valorando las caídas de árboles víctimas de la borrasca, el caso del pino centenario de Campo Grande es uno de los más fuertes que hemos tenido. Va a ser uno de los ejemplares más difíciles de reponer en la provincia. Cuanto más mayores sean las especies, más peligro de caída puede presentar», subraya presentando la situación con una sencilla regla de tres. La zona donde se desplomó este pino carrasco tampoco resultó ser la idónea, ya que se trata de una ubicación recubierta de mucha vegetación, lo que dificulta aún más la labor de reponer este ejemplar. «Por el momento hay que destaponar la zona, que ya se está haciendo, y luego ver qué posibilidades tenemos», apunta Pellitero.

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Durante los vendavales no solo el equipo de Parques y Jardines se pone en acción para atender este tipo de incidentes. A lo largo de la Semana Santa la labor de los Bomberos, de agentes de la Policía Municipal y de miembros del Agrupación de Protección Civil han atendido en varias ubicaciones de la ciudad las caídas de estos ejemplares. Es el caso de los chopos que pueblan parte del paseo Farnesio, una de las zonas de la ciudad en las que no se espera replantar.

«Así lo dicta el Plan Director de Arbolada en el que está previsto que estos árboles desaparezcan de su ubicación. Son especies que tienden a secarse muy rápido y su caída temprana es inevitable» ,destaca el concejal. Y es que si se suman las circunstancias de la propia especie a la climatología adversa que tuvo lugar en esos días dio como resultado el escenario perfecto para su desprendimiento. «La posibilidad de reponer la hilera de chopos de paseo Farnesio no será posible. Hay muchos factores que entran en juego y en este caso se trataría de reponer la zona con una especie cuyo envejecimiento y deterioro de estado es prematuro, por lo que no saldría rentable», relata.

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Esto no quita de que aún existe la posibilidad de repoblar las zonas con más necesidad con la amplia variedad de ejemplares del vivero municipal. «Existen ubicaciones en las que el propio Plan Director de Arbolada no deja plantar por como se presenta la propia logística del escenario afectado», continua, «esto pasa por ejemplo en ubicaciones que presentan árboles con enfermedad o en calles donde las aceras están levantadas por el crecimiento de las raíces», destaca. El concejal no tarda en expresar el descontento ante la valoración de los daños tras la borrasca. «Es ley de vida que la gran mayoría de árboles se vayan cayendo poco a poco. Sin embargo es una pena que desaparezcan de esta manera de las calles», finaliza. Es por ello que aunque la mayoría de ejemplares se vayan a reponer, aún se siguen buscando soluciones para aquellos lugares que siguen presentando dificultades para mantener estos espacios verdes no se pierdan.

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