Javier Valverde: «Participar en MasterChef Junior está siendo la mejor experiencia de mi vida»

Es alegre, juguetón y también muy travieso. A sus 8 años, Javier Valverde, de Zaratán, tiene las cosas muy claras en la vida. Le gustaría ser un gran chef, tener su propio restaurante y conseguir 3 estrellas Michelin. Quiere seguir la estela de su ídolo, el chef Jordi Cruz. Va por buen camino porque este aspirante de la octava edición MasterChef Junior ha conseguido un pase, por méritos propios, para la semifinal del concurso culinario. No lo ha tenido fácil. Es el benjamín del programa, pero con su simpatía y desparpajo, ha sabido conquistar a los jueces y también a sus compañeros de edición.

Javier no deja indiferente a nadie. Es puro nervio y cada vez que habla, sube el pan. De padre vallisoletano y madre torreña, este pequeño chef, que apenas llega de puntillas a los fogones, se ha convertido en uno de los protagonistas del 'talent show' de cocina producido por RTVE en colaboración con Shine Iberia. En redes sociales, despierta pasiones y demuestra buen humor, aunque su espontaneidad y sus comentarios, a veces poco afortunados, han sido también duramente criticados. Él lleva bien esas críticas y también las reprimendas de los jueces. Dice que «le sirven para mejorar». Tiene un ejército de miles de incondicionales seguidores en Instagram, donde él, cada día, cuenta su rutina y sus vivencias del concurso, y sorprende a sus fans con vídeos en los que charla con el rey mago Gaspar, cocina con destreza crepes de morcilla o incluso hace cameos con las actrices de la compañía vallisoletana Valquiria Teatro. «Estoy muy agradecido a toda la gente que me sigue. Es alucinante que me quieran tanto. Y cuando alguien me dice que he hecho algo mal, también aprendo de ello. Tienen que entender que soy el más pequeño del grupo y… que mi carácter, me puede y… Antony… a veces me saca de mis casillas», justifica el pequeño, que estudia 3º de Primaria en el colegio Maristas La Inmaculada. Quiso entrar en MasterChef para demostrar que la cocina para él es más que una simple afición.

Su especialidad es la pasta y la tarta de queso al estilo de la viña, entre otras. También juega al pádel, practica surf y se divierte leyendo y montando puzzles en 3D. «MasterChef está siendo la mejor experiencia de mi vida. He hecho amigos increíbles y he aprendido mucho sobre cocina. Ahora tengo más claro que nunca lo que quiero ser de mayor. Cocinero»,añade con una sonrisa. Ya en el primer día de concurso sedujo al jurado con un pisto que le convirtió en capitán.

En redes sociales presume de ser de Valladolid, y en el programa del pasado miércoles, día de Reyes, tuvo la oportunidad de cocinar en su tierra. La provincia y sus productos fueron protagonistas de la prueba de exteriores.

El Castillo de la Mota de Medina del Campo se convirtió en un gran plató donde Javier y sus contrincantes sacaron el mejor partido a los productos de Tierra de Sabor. Formó equipo con Asier y Henar y aunque los berberechos se le resistieron supo dar su mejor toque al pichón de Tierra de Campos.

El otro equipo lo hizo mejor y le tocó ir a la prueba de eliminación con solo 4 puntos. Lo tenía complicado. Corría peligro de ser expulsado, pero gracias a su ensalada de sesos, el pucelano fue el mejor de esta prueba y logró los 5 puntos que necesitaba para pasar a la semifinal. «Tuve la suerte de cocinar con Josetxo, el ganador de la 6º edición de MasterChef Junior y me ayudó con el cocinado, pero el plato, pese a lo que muchos digan, fue todo mío. Me gustaría que Valladolid siguiera estando representado en el concurso y por eso, prometo darlo todo para seguir adelante y que mis paisanos se sientan orgullosos. A ver si hay suerte», comenta Javier.

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