El parquetista que construye El Escorial vallisoletano

Este profesional de la madera dedica todas sus horas libres a esta nueva ilusión. Se ha propuesto concluir este gran proyecto en mayo de 2027, coincidiendo con el V centenario del nacimiento de Felipe II. Debido a las grandes dimensiones de este trabajo, se decidió a buscar un local en el que poder trabajar más cómodamente y sólo buscó en una calle de Valladolid. «No podía fabricar mi maqueta en otro lugar que no fuera en la calle Felipe II. Este rey era vallisoletano y fue el que mandó construir el Real Monasterio. Me gustaba que todo coincidiera. Era como cerrar el círculo y una manera de dedicar este trabajo a todos los vallisoletanos», comenta entusiasmado.

El impresionante esqueleto de la maqueta lleva semanas expuesto en el número 13 de esta céntrica calle. En los próximos días Ángel lo trasladará del escaparate al sótano, donde tiene instalada toda la herramienta de trabajo. «Aprovecharé para montar una pequeña exposición de mi negocio, pero la actividad principal de este local es mi hobby. Lo mejor de todo es que sobre las 10.30 horas de la mañana, se produce un efecto lumínico con los rayos del sol a través del cristal del escaparate, igual que se produce con algunos rosetones de las catedrales. Eso permitirá a los transeúntes ver por un espejo que voy a instalar, el avance de los trabajos en la maqueta, aunque ésta esté situada en el piso de abajo. Es algo impresionante», explica orgulloso de su trabajo. «Llevo toda la vida trabajando la madera, pero hasta que llegó la pandemia, para mí era sólo eso, un trabajo. En el confinamiento, me di cuenta de que podía pasármelo bien convirtiendo mi trabajo en mi hobby, al que dedico todas las horas que puedo. En tres años me jubilo y a partir de entonces tendré más tiempo para terminar esta maqueta, que lleva muchos pequeños detalles. Me gustaría que todos aquellos que vienen a visitar el Palacio de Pimentel en el que nació Felipe II, vinieran a visitar también su gran obra, El Escorial», remata.