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Tal vez todavía quede algún rezagado –hubo quien llevó la carta en persona a la Plaza Mayor—, pero Papá Noel ya tiene en sus manos miles de misivas con los deseos de los niños vallisoletanos:de muñecos a balones, de superhéroes a videojuegos.
No había ... más que fijarse en las carretillas –a rebosar con sacas postales– que arrastraban dos de los pajes que participaron este sábado en la Cabalgata de Papá Noel, un cortejo con seis carrozas, cuatro elementos decorativos (un libro, un globo, una bici gigante y un coche lechero) y la participación de 360 bailarines y figurantes.
La comitiva partió a las 18:30 horas desde Filipinos y llegó a la Plaza Mayor, después de recorrer la Acera de Recoletos, Miguel Íscar, Duque de la Victoria, Ferrari, y de repartir 50.000 piruletas y 30.000 globos (la mitad blancos y la otra mitad azules). Miles de niños (y sus familias) se apostaban detrás de las vallas que delimitaban el recorrido para seguir una cabalgata inspirada en Disney, con sus personajes como principales reclamo navideño.
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Como novedades (esta era la octava edición de esta cabalgata patrocinada por Gaza), una carroza dedicada a 'Frozen', con una decoración donde las placas de hielo se combinaban con unas enormes lecheras donde se guardaban los dulces que luego se entregaban al público. Había también un barco pirata con Campanilla y Peter Pan. Un carruaje con Blancanieves, la Bella Durmiente, la Cenicienta. Una 'big band' de osos polares, un enorme árbol de luces navideñas y una espectacular carroza final, llena de bombillas de colores, desde la que Papá Noel no dejaba de saludar.
Y entre las carrozas, decenas de voluntarios que colaboraron para repartir ilusión en estos días previos a la Navidad. Ahí estaban cuarenta patinadores del club deportivo A ritmo de patín, quienes, vestidos de renos y soldaditos de plomo, hicieron rodadas y acrobacias durante el recorrido. «El club se fundó en febrero, así que este es el primer año que participamos en estas cabalgatas. Ya estuvimos en Salamanca –allí las calles no son tan sencillas para patinar– y después iremos a Palencia, León y Zamora», explica Cristina Fernández, presidenta del club.
También animaron la jornada 180 jóvenes zamoranos de la escuela de baile Escena. Disfrazados de duendes, hadas y pajes, enriquecieron con sus coreografías la ambientación musical que este año estrenaba la cita: diez bloques de canciones, cada uno de ellos de quince minutos de duración. «Este es el segundo año que participamos y es increíble ver cómo responden los niños y sus familias», cuenta David Martín, director del centro de danza.
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Unos pasos más allá, quince integrantes del Club Palencia de Gimnasia Artística hacían mortales, giros y ruedas, con doble capa de guantes para protegerse las manos del asfalto. Ocupadas tenían las manos las 25 mujeres (y un hombre)de la asociación de águedas San José Obrero, de Zamora, que repartieron decenas de kilos de piruletas. Y Rocío Esteban, ganadera de Peleas de Abajo, se afanaba en inflar globos con las máquinas que la organización había repartido por las diferentes carrozas para seguir hinchándolos incluso una vez que ya había comenzado el recorrido.
«Coordinar a tanta gente es complicado y ya en julio empezamos a trabajar en este proyecto», explica Ignacio Quintanilla, director general de Gaza, quien anuncia que para el próximo 2024, el cortejo (que cumplirá diez años desde su nacimiento en Zamora) estrenará novedades. Eso sí, no faltarán sin duda esos pajes afanosos que recogen las cartas con los deseos de miles de niños que verán cómo se hacen realidad el próximo 25 de diciembre.
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