Del Olmo deja la presidencia del PP municipal y fuerza a Conrado Íscar a asumirla

Lo único que deja, de este modo, es un cargo que, en realidad, no ostenta. O no debería. Según los estatutos del PP de Valladolid, que copian lo establecido en los estatutos del partido a nivel nacional, el presidente «de los grupos institucionales» de los populares es el presidente provincial. Esto es, Conrado Íscar. Igual que Alberto Núñez Feijóo es el presidente de los grupos del Congreso, del Senado y del Parlamento Europeo. «Los Grupos Institucionales del Partido Popular en la provincia estarán presididos por el presidente provincial. Dicha presidencia la podrá delegar en alguno de los miembros de los grupos institucionales», dice el articulado. Sobre el papel no se ha producido esa delegación, según fuentes del partido, aunque en la práctica se ha dejado hacer.

En etapas anteriores, el presidente del partido lo era de la Diputación (y por tanto del Grupo Provincial), caso de Jesús Julio Carnero o Ramiro Ruiz Medrano. Ambos, además, tenían acta de concejal en el Ayuntamiento de Valladolid, aunque su papel en el Consistorio fuera limitado. Eso facilitaba su control sobre estos «grupos institucionales» a los que se refieren los estatutos. Conrado Íscar no es edil en el Ayuntamiento de la capital y su relación con el Grupo Municipal ha sido tortuosa durante estos tres años y medio. Hasta tal punto que en un momento dado recibió el plácet de Alfonso Fernández Mañueco para actuar contra el tándem Del Olmo-De Santiago Juárez si lo consideraba necesario.

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Los efectos sobre el funcionamiento del Grupo Municipal pueden empezar a notarse, sobre todo, en cuanto a las mociones o argumentos que se presenten en el próximo Pleno, fijado el 10 de enero. La portavoz de la formación ya era Irene Núñez, que seguirá con su papel. Pero según el comunicado lanzado por el propio Grupo Municipal Popular «Irene Núñez asumirá desde hoy las funciones que venía desarrollando Del Olmo». Una decisión que excede al Grupo Municipal, puesto que depende exclusivamente, como recogen los estatutos, del presidente provincial. Conrado Íscar puede delegar, efectivamente, en Irene Núñez, o puede decidir hacerse cargo de la presidencia del Grupo Municipal y fijar la línea de trabajo.

Según fuentes populares, el presidente provincial ha tomado la decisión de ejercer el cargo de presidente del Grupo Municipal, tal y como especifican los estatutos que le corresponde. No será, por tanto, Irene Núñez quien defina el argumentario político en el Ayuntamiento.

La papeleta se complica para el actual presidente del PP en Valladolid. Había comprometido, tras muchos anuncios previos frustrados, que antes del 25 de diciembre habría un candidato a la Alcaldía de Valladolid y a día de hoy sigue sin conocerse quién intentará desbancar a Óscar Puente. El PP pasó de los 85.000 votos de 2011 a los 59.000 de 2015, con la irrupción de Podemos y Ciudadanos en el arco plenario, y a los 50.000 de 2019. Nunca antes, desde que el PP existe como PP (antes era Alianza Popular y acudía junto con otras siglas de centro-derecha a las urnas), había bajado de 62.000 votos en Valladolid. En su momento más bajo, y con la amenaza de Vox, sigue sin tener claro un nombre y un Grupo Municipal sin rumbo definido.