A la izquierda de la imagen se encuentran tres de los operarios que estaban trabajando en la restauración en el momento del derrumbe. Francisco Sánchez Cantero

Reacciones al hundimiento

«Los obreros exclamaron: '¡De la que nos hemos librado!' y no es para menos»

Francisco Sánchez, el vallisoletano que ha fotografiado el desplome de la cúpula de la Vera Cruz, disfrutaba hace solo dos días desde el ático de su hijo del progreso de la restauración

Martes, 25 de junio 2024, 19:39

Lo inesperado del suceso y el hecho de que el derrumbe haya sido hacia el interior ha provocado en un primer momento un efecto extraño: el desplome de la cúpula de la iglesia de la Vera Cruz ha resultado espectacular visto desde arriba, pero a ... pie de calle pocos se han percatado de lo sucedido, por no decir casi nadie. Pasaban unos minutos de la una y media de la tarde cuando Francisco Sánchez Cantero recibía una llamada telefónica de su hijo para comentarle algo que no podía ni imaginar.

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«Vive en un ático de la plaza de los Arces y tiene unas vistas de la Vera Cruz perfectas, justo de frente y con una perspectiva superior», relata este jubilado que ha recibido por boca de su hijo, del mismo nombre que él, la primicia del suceso. «Ha sido descolgar y oírle decir: '¡Papá, ven corriendo que se ha hundido el techo de la Vera Cruz!'. Él teletrabaja desde casa, tiene la ventana enfrente y lo ha visto en primera fila!», comenta Sánchez Cantero.

La cúpula de la iglesia de la Santa Vera Cruz de Valladolid ha caído «a plomo y sin previo aviso» desde sus 24 metros de altura a la zona del crucero, entre el altar y los primeros bancos, según ha explicado el responsable del equipo de rehabilitación del templo, Fernando de Bonrostro. La versión de Francisco Sánchez hijo es la misma, con el añadido de que él ha sido espectador del momento exacto. «Ha habido un ruido muy fuerte, único y breve, y se ha sentido, o al menos ha dado la impresión, de que el suelo de la propia casa de mi hijo se movía», narra Sánchez, que vive en Cánovas del Castillo y se ha apresurado a acercarse al lugar de los hechos.

«Ha sido de lo más curioso, porque a pesar de que ha salido una gran humareda por el agujero que ha surgido donde estaba la cúpula, ésta solo se podía ver de manera plena desde arriba, mientras que a pie de calle la gente no se ha percatado. Además, al estar cerrada la iglesia por las obras, cuando yo he llegado, en el exterior los viandantes pasaban por allí ajenos a lo sucedido», continúa.

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Nada más llegar a la vivienda de su hijo, Franciso Sánchez ha fotografiado los destrozos del percance con su teléfono móvil y, sin necesidad de teleobjetivo por la cercanía del ático, en las imágenes puede apreciarse cómo en el andamio exterior se encuentran varios trabajdores. Según ha informado la empresa constructora Fernando Rivero Hijos, en el momento del colapso de la cúpula seis operarios se encontraban trabajando sobre los andamiajes que la rodeaban. Han resultado ilesos.

La esfera brillaba al sol

«Les hemos oído exclamar: '¡De la que nos hemos librado!' y no es para menos, porque ellos sí que han tenido suerte», señala el testigo de los hechos, a quien le ha llamado la atención la sangre fría que han mostrado los obreros y personas que estaban en las alturas en aquel momento. «Pensábamos que bajarían al instante y que llegarían los bomberos, la policía o incluso alguna ambulancia, pero al menos han estado 20 minutos allí, evaluando los daños».

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Se da la circunstancia de que padre e hijo habían estado este pasado domingo disfrutando de las vistas y de los progresos de la restauración de la bóveda. «Habían sacado brillo a la esfera que remataba la linterna que se encontraba sobre la bóveda y había quedado preciosa. Resplandecía al sol que daba gusto verla. También habían acabado de arreglar el tejado de pizarra de la veleta y estuvimos comentando lo bien que había quedado», detalla este vallisoletano jubilado de labores administrativas, que nada más hacer las primeras fotos del derrumbe se puso en contacto con El Norte de Castilla.

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