Navidad 2024
Nochebuena de solventar «faltas» y recoger encargos en los mercados de ValladolidNavidad 2024
Nochebuena de solventar «faltas» y recoger encargos en los mercados de ValladolidMañana de solventar «faltas» y olvidos de última hora y de recoger encargos en los mercados de Valladolid. Así son las compras de Nochebuena, marcadas por dos citas de primer nivel en las mesas familiares: la cena de este día y la comida de ... Navidad. «Hoy son las faltas», resumía Manuel, tras el mostrador del puesto de la frutería Cerezo en el Mercado del Campillo.
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Con los encargados de comprar esos productos que echan en falta quienes están al frente de los fogones navideños se cruzaban en los pasillos del mercado de Valladolid «los que vienen a recoger encargos», remarcaba este comerciante, que atendía a una clientela que optaba por la escarola, la granada y las «naranjas para desengrasar», productos típicos de Navidad a los que suele añadirse algún capricho como fresas de Huelva o cerezas chilenas. «Y también alcachofa o alubia verde» para los días de después que meten al carrito los más previsores, explica el veterano frutero. «Sólo 30 años en el puesto», apunta con retranca.
José Ignacio Pollino, de Pescados y Mariscos Azul, describía una mañana bulliciosa que ha tenido como antesala días de mucho ajetreo, con clientes que saben que en este puesto encuentra, por lo que al mar respecta, casi de todo. Desde angulas y besugo que no todos pueden incluir en el menú (el besugo está a 89,95 euros el kilo), a bogavantes que seducen al cliente desde el acuario. La cesta más habitual, a precios más asequibles: merluza, almeja, langostino, bueyes, centollos... «Son los mejores del mercado, mejor no puede ser lo que tienen», elogia Marisol Martín, que va cargada de género para casa.
En Pescadería Santi, Ana María de Blas, remarca que es una mañana de atender a clientela de siempre y también a gente «de paso». Entre el duo de Nochebuena y Navidad y el de Nochevieja y Año Nuevo, esta pescadera no duda sobre el peso gastronómico en las compras. «Hay más movimiento ahora», precisa.
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Hay ajetreo delante de las carnes, de los pescados, de las frutas, pero el premio a la cola más larga se lo lleva en la mañana de Nochebuena en el Mercado del Campillo el puesto de venta de pan y dulces, con tiempo para un cafelito en la churrería, y entre felicitaciones de las fiestas.
El comercio de Valladolid llega a las fechas navideñas con la aspiración de encarrilar una campaña que hasta este momento ha discurrido de manera «bastante irregular», explica Jesús Herreras, presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva). La Navidad supone un momento de pico de ventas para el sector de la alimentación, por las celebraciones familiares y los eventos de empresa. Y son días también en los que la tradición de regalar tira de la actividad en otros ámbitos, como el textil, complementos y electrónica.
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Textil, calzado y complementos vienen de un inicio de campaña que ha flojeado por la demora de la llegada de los días fríos. Las prendas de más abrigo no se venden con temperatura moderadas, como las que ha habido hasta bien entrado diciembre.
Ese es el escenario con el que el pequeño comercio afronta las navidades, panorama al que suman este año cambios en el convenio colectivo respecto a los horarios de personal. Esta es la primera Nochebuena en la que la hora de salida para los dependientes contratados será las 15:00 horas en horario ordinario. Se ha propiciado el horario continuado de mañana frente al partido que llegaba hasta media tarde, que debería ser cubierto por los propietarios o mediante el abono de horas extraordinarias.
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Jesús Herreras reitera el papel en sostén de empleo y movimiento económico que desempeñan tiendas y comercios. En Valladolid suponen el 15% del mercado laboral y el 10% del PIB. «El nuestro es un sector en transformación», remarca el presidente de Fecosva. Describe que eso se suma a desafíos clásicos como la falta de relevo generacional y la competencia de las ventas por Internet. En esto último se atisba algún cambio. «Hay indicadores que dicen que hay una vuelta a la venta física que tiene el valor de que ves el producto, puedes probarlos y tocarlos y también que te da un servicio, con arreglos y consejos que van a tener en Internet», subraya Herreras.
Las plataformas de comercio electrónico no iluminan estos días las calles de la ciudad. Las 72 vías y 20 plazas con ambientación luminosa navideña en Valladolid encienden ese interruptor, en buena medida, gracias a los comerciantes que levantan la persiana de su local cada mañana.
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«El Ayuntamiento se encarga directamente de la Plaza Mayor y de algunas calles principales, pero en el resto parte la iniciativa de algún comerciante», señala el presidente de Fecosva. Estos promotores se encargan de pulsar en tiendas vecinas la posibilidad de aportar dinero para iluminación navideña y si tienen éxito pasar el testigo a Fecosva y a la otra asociación comercial, Avadeco, que hacen labores de coordinación. Es algo que lleva tiempo. «A primeros de años empezamos el trabajo con la iluminación de la próxima Navidad», apunta Herreras.
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