Valladolid

Noa seguirá estudiando en su colegio de Parquesol tras dos meses de reclamaciones

La madre explica que el pasado 31 de mayo recibió una llamada para reunirse con la directora provincial de Educación el próximo 10 de junio. Por el momento, la pequeña seguirá en su colegio el próximo curso, pero la familia desconoce si se atenderán el resto de demandas que reclamaban, como la asignación de recursos para garantizar la igualdad de condiciones con el resto de sus compañeros. En concreto, su madre explicaba en abril que Noa precisaba de una hora diaria de apoyo de profesional de audición y lenguaje (AL) y otra de pedagogía terapéutica (PT). «Quieren que vayamos a buscar los recursos a otro centro en vez de hacerlos llegar», decía. «Es crucial que la ley se cumpla y que el centro reciba el personal y las ayudas necesarias para cubrir sus necesidades. Recursos para el centro, los niños y los profesores, una causa común que debe unirnos a todos», añade ahora.

Los padres de Noa tuvieron que matricular a su hija en un centro de educación especial, por la incertidumbre de la situación y ante la «posibilidad de quedarse sin una plaza» en caso de esperar a una solución. Según informaba la madre en abril, Dirección Provincial les ofreció una escolarización combinada donde la niña tendría que estudiar dos días en un colegio ordinario distinto y tres en uno educativo especial.

Para rechazar el traslado de la pequeña, su madre se apoyó también en los informes del neurólogo, que especifican para Noa un probable futuro de discapacidad intelectual leve-moderado, que hace que la niña esté dentro del 82,4% de alumnos con necesidades educativas de España que pueden estar en colegios ordinarios. «Sabemos que en algún momento la tendremos que trasladar a un centro de educación especial. Pero son tiempos que debe marcar ella. No queremos que nos lo impongan», aseveraba la madre.

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La familia asegura ahora, con la situación más resuelta, que durante estos dos meses se ha sentido juzgada. «Se me ha tachado de egoísta, de mala madre e incluso de empeñarme en que mi hija se quede en un colegio donde no la van a poder atender bien. No solo estoy luchando por los derechos de mi hija, sino por las familias que vienen detrás y por los profesionales educativos. Para que la comunidad educativa disponga de los recursos necesarios y se cumpla la ley», concreta. Desde el Ampa del centro comenzaron una movilización con otros colegios de Parquesol para que se unieran a la campaña, que comenzó con la recogida de firmas y que siguió con la impresión de carteles en apoyo a la familia que se colocaron en otros centros educativos del barrio. Ahora, el primer paso se concreta con que Noa podrá seguir el próximo curso con sus compañeros.