Muere el religioso Francisco F. Cilleruelo, un vallisoletano de aula, colegio y libros

Pertenecía a una familia profundamente religiosa, que llamó a su empresa abierta en la Plaza Mayor con la firma 'Javier', muy renovada en su oferta por el recordado Javier Fernández Cilleruelo, fallecido en 2015 durante uno de sus viajes empresariales, como pionero que fue en la apertura de los mercados de Oriente.

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Para los que estudiamos en el Colegio de Lourdes en los años ochenta, el hermano Francisco Fernández Cilleruelo, siempre conocido por su apellido materno, fue uno de nuestros directores. Había sido alumno del Colegio Hispano –adquirido anteriormente por los Hermanos–, donde entró muy joven. Sus estudios eclesiásticos se repartieron entre Salamanca y Roma, pero también participó de las iniciativas universitarias de su congregación, con el estudio del magisterio, la pedagogía y la teología. Tras haber pasado por algunos de los colegios del norte de España, ya como director, regresó a su tierra, donde se puso al frente del Colegio de Lourdes en el año en que el centro había celebrado con mucha solemnidad su centenario. Pero iba a ser un gestor para poner en marcha un nuevo tiempo legislativo en la educación, el que marcaba la LODE, con el inicio de los centros concertados sobre los anteriores religiosos y privados, además de la constitución de los consejos escolares.

Desde 1987 comenzó una nueva dedicación en la editorial secular de los Hermanos de La Salle, Bruño, de la que fue en Madrid director general hasta 2001, además de ocuparse después de la editorial San Pío X hasta su regreso a Valladolid en 2006. Desde su residencia en Arcas Reales, no ha dejado de estar presente en muchas iniciativas culturales y de promoción social, por ejemplo como miembro del consejo de Proyecto Hombre representando a sus Hermanos de La Salle o en los Amigos del Museo Nacional de Escultura. Gustaba mucho de la cultura de su ciudad. Continuó realizando labores de gestión, según demostró como secretario del distrito lasaliano de Valladolid o como archivero de los fondos históricos de Arcas Reales. Expresó su deseo de recibir sepultura en la propia que los Hermanos compraron para el Colegio de Lourdes en el cementerio del Carmen desde finales del siglo XIX. Un exquisito «vallisoletano de toda la vida».