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¡Qué gran noche! Fabuloso concierto el que ofreció Melendi en la capital del Pisuerga. El asturiano lo dio todo en la Antigua Hípica y el público (de todas las edades) le respondió cantando a pleno pulmón su larga lista de éxitos y mostrándole todo ... su cariño. Este concierto de su gira '20 años sin noticias', fue una verdadera fiesta de principio a fin y sirvió para celebrar como se merece, las dos primeras décadas de trayectoria de este artista.
Fueron muchos los que acudieron con muchas horas de antelación para hacer cola. Allí estaba Gonzalo Nistal, de 15 años, con sus amigos del colegio La Enseñanza. Acudía emocionado al «primer gran concierto de su vida». Poco le importó la espera al sol. Ver a Melendi lo merecía todo. «Hemos pasado mucho calor, pero todo sea por disfrutar a lo grande. Me encantan las letras de sus canciones y como las canta», señala este joven que compró su entrada en enero.
El espectáculo comenzó con diez minutos de retraso sobre la hora prevista y con los compases de la mítica banda sonora de James Bond. Los móviles se encendieron, listos para grabar. Melendi apareció de riguroso negro en el escenario y empezó haciendo repaso a lo mejor de su carrera comenzando por 'El parto'. Ya desde el primer acorde, se desató la euforia. «¡Buenas noches Pucela!!», gritó.
El despliegue escénico estuvo a la altura. El gran escenario estuvo presidido por una enorme pantalla y otras más pequeñas en los laterales, que ofrecían una visión perfecta de todos los ángulos. Las luces y el sonido también impecables. Ramón Melendi, con su estilo desenfadado, se mostró encantado y no dejó de interactuar con una multitud entregada. Sobresalieron las letras que el compositor asturiano fue hilvanando y en las que hablaba principalmente del amor y el desamor. Sin ninguna pausa, la siguiente en el repertorio fue 'Piratas del bar Caribe', que también desató los gritos y aplausos. Aprovechó para felicitar al Real Valladolid por su ascenso y «su increíble final de campaña» y agradeció a su público «estos 20 años compartiendo momentos y música».
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Otro de sus grandes éxitos, 'Con la luna llena', hizo regresar a todos a los orígenes de este cantante y a su época de rastas mientras cantaba aquello de… «porque te quiero como el mar, quiere a un pez que nada dentro...».
Siguieron temazos como 'Kisiera yo saber', la balada 'Llueve', que volvió azul el escenario, 'Loco', que hizo enloquecer a todos y 'Tocado y hundido'. «Pensé que ya no volvería a cantar estas canciones porque ya no estaban vivas. Canten conmigo y recuérdenme aquellos tiempos mozos», animó y... todos cantaron.
Con 'Caminando por la vida', 'Violinista en el tejado', 'Barbie de extrarradio' y 'Billy el pistolero' hizo que a todos se les fueran solos los pies. Tras un alto para presentar a todos sus músicos, doce en total, apareció con la camiseta del Pucela para cantar 'Cenizas en la eternidad' y la locura se desató con un estribillo en particular. Todo el mundo entonó al unísono: «Hablando en plata, soñando en oro, subiendo al cielo, bajando el moro, cd's piratas, chinos con rosas, cuento de hadas, un funeral y cuatro bodas». Gozo puro.
En 'Cheque al portamor' el artista tuvo que parar por un desmayo entre el público. Al poco, retomó el concierto con más fuerza si cabe. 'Tu jardín con enanitos', lanzada en 2012, sonó después de reconocer que «cuando era un teenager le iban más otro tipo de jardines».
Melendi lo dio todo y todos lo agradecieron. El concierto resultó ser un emocionante recorrido por los 20 años de carrera del artista y tuvo su apoteosis con 'Lágrimas desordenadas'. Gran final para una gran noche de rumbas, rock y también baladas que mostraron a un Melendi agradecido por la acogida que le brindó Pucela.
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