Valladolid

Dos noches durmiendo al raso para ver en primera fila a Melendi

«Hay patatas, galletas... ¡de todo!», anuncia con una sonrisa una joven fan de Melendi al acercarse a su grupo de amigos para repartir provisiones. Faltan aún muchas horas para ver en directo a su cantante favorito pero parece que todos los que se han congregado en la Antigua Hípica de Valladolid para asegurarse un buen sitio disfrutan de una espera compartida con alegría y sentido del humor. Es el caso de Mireya Zorrilla, que a sus 22 años ha llegado a las ocho de la mañana de este viernes desde Santander para reunirse con sus amigas, la 'avanzadilla' que ha pasado ya dos noches: Blanca, Candela, Marga y Aisa. «Han hecho dos noches aquí por mí. Hemos traído sillas, ropa para cambiarnos, comida... hasta apuntes porque tengo exámenes, aunque he tratado de adelantar los que he podido», explica Mireya, que salió sobre las cinco de la mañana de casa dispuesta a pasar todo el día en el reciento y tiene previsto acudir a cuatro conciertos más de esta gira. Además, le acompaña su padre, José Luis, que confiesa que junto con su madre es el culpable de esta afición de su hija. «Cuando su madre y yo éramos novios teníamos el vicio de ir a conciertos. Y cuando Mireya tenía 11 años ya empezamos a llevarla a los de Melendi», explica.

Mireya y su padre conocen de vista (de otros conciertos) a su vecina de fila: Sara Martínez, de 22 años, quien descansa sentada en un numeroso corro de amigos. Es de Zaragoza pero actualmente vive en Salamanca, y de allí llegó a la Antigua Hípica sobre las 21:00 horas del jueves para pasar la noche con sus compañeros. Se conocieron a través de un grupo de Whatsapp de fans de Melendi y su amistad terminó de forjarse en los conciertos. «Cuando actuaba en Zaragoza venían a dormir a mi casa y así nos íbamos turnando en función de la ciudad», rememora. Actualmente, «Melendi es la excusa para reencontrarnos». Y es que además incide en que «esta gira es muy especial porque es la del 20 aniversario y estamos reviviendo todos esos recuerdos de la adolescencia». A pesar de que le quedaban muchas horas por delante hasta el concierto aseguraba estar disfrutando mucho de la espera y la experiencia. «Lo importante es tener ganas, ilusión... y sobrevivir», bromeaba. Y es que reconoce que ha sido una noche fresca y que podría haber estado más cómoda si se hubiera acordado de traer un colchón. «Pero hemos hecho colas de más días de espera, ¡esto no es nada!», sentencia una de sus amigas.

Entre los primeros grupos de fans de Melendi de la cola también hay castellanos y leoneses. Como la burgalesa Lorena Sanz, de 18 años, que llegó a las nueve de la mañana con su prima cargadas de agua, snacks... no es la primera vez que acampan para esperar a Melendi y saben muy bien lo que hacen. Aguardan junto a un grupo de jóvenes vallisoletanas que llegaron algo antes, sobre las 8:30 de la mañana, con comida, paraguas para el sol, toallas, mantas, cocojines... no les falta ni un detalle. No han pasado la noche en la Antigua Hípica, pero se han preparado al milímetro para aguantar casi catorce horas de espera.

Esta cuadrilla de pucelanas la preside Noemí Navarro, una estudiante de Educación Infantil de 19 años, ya que al preguntar a sus amigas todas se miran y surge unanimidad al concederla el título de superfán del artista asturiano. «Le sigo desde que tenía seis años y es el tercer concierto de esta gira al que voy», reconoce. Le cuesta mucho escoger una canción, pero 'Un alumno más' y 'Melancolemia' le emocionan especialmente.

El concierto de Melendi de la gira '20 años sin noticias' congregará este viernes por la noche en Valladolid a 20.000 personas que disfrutarán de canciones de sus primeros discos y un nuevo repertorio que no había interpretado en sus últimas giras. Un viaje musical al pasado cargado de melancolía por el que sus fans tienen muy claro que vale la pena esperar.

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