«Si mi marido no hubiera estado de baja habría sido complicado organizarnos con la niña en casa»

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Tras 10 días en casa, y tras haber dado negativo en la segunda PCR, como marca el protocolo, el próximo lunes Sofía regresará a las aulas con sus compañeros. Esos días, la familia ha tenido que organizarse para atenderla. «Hemos tenido suerte», cuenta Esther, que desde las pasadas navidades está teletrabajando en casa. «Ha coincidido que mi marido estaba de baja, y por tanto, él ha se ha quedado pendiente de la niña cuando yo he tenido que salir a un juicio, o una reunión con un cliente. Si no hubiera estado él en casa, lo hubiera tenido muy complicado para organizarme. No quería recurrir a los abuelos para que se hicieran cargo de la niña mientras estaba aislada».

La pequeña lleva bien lo de estar en casa. Le ve muchas ventajas. La principal, que tiene que madrugar menos. Pero echa mucho de menos a los amigos y salir a la calle, igual que hace su hermana.

«La dejo elegir cuándo quiere hacer los deberes, si por la mañana o por la tarde. Todas las mañanas su profesora organiza una videollamada para que toda la clase mantenga el contacto. Hablan y hacen juegos didácticos. Lo que Sofía no entiende es por qué su hermana tiene que ir a clase cuando ella tiene que quedarse en casa. A mí, todas las precauciones me parecen pocas, y por eso he planteado al colegio la opción de dejar a mi hija la mayor en casa de cuarentena también, por si acaso, pero me dicen que el protocolo oficial de Educación, no lo contempla», explica esta madre.