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Gotas de sangre en la calle Cañada de Fuente Amarga tras la reyerta entre cuatro personas. A. Mingueza
Valladolid

En libertad con cargos los cuatro detenidos por la reyerta en el antiguo Rancho Grande

La operación policial se cerró en la tarde de este martes tras el arresto del último implicado en la pelea con adoquines, palos y objetos punzantes

Álvaro Muñoz

Valladolid

Miércoles, 1 de mayo 2024, 14:05

Los cuatro detenidos por la reyerta en las proximidades del conocido como antiguo Rancho Grande, pasto de la okupación en los últimos años, han sido puestos en libertad con cargos tras la reyerta del lunes por la tarde en la que se agredieron en la ... calle Cañada de Fuente Amarga con palos, objetos punzantes y adoquines. Así lo ha decretado el titular del Juzgado de Instrucción número 4 después de que en la tarde del martes pasaran a disposición judicial.

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Precisamente, el último implicado en la pelea, el cual era buscado por la Policía Nacional desde la noche del lunes, fue arrestado sobre las 15:00 horas de ayer. Los hechos se desarrollaron a final de la tarde en las inmediaciones del antiguo Rancho, donde al parecer los cuatro detenidos, dos de origen marroquí y otros dos de nacionalidad argelina, empezaron a agredirse cerca de una parada de autobús.

La pelea fue evolucionando por Cañada de Fuente Amarga, ante el miedo y el asombro de los vecinos de la zona, que según su declaración tuvieron que resguardarse en sus viviendas. «Parecía que se iban a matar», apuntaban en la jornada del martes.

Reunión de urgencia

La reyerta obligó a los residentes a convocar una reunión de urgencia en la sede vecinal del barrio de Buenos Aires para, en primer término, calmar los ánimos y ver qué soluciones se pueden implicar. Solicitaron en ese encuentro de una veintena de residentes más presencia policial, además de derribar las dos edificaciones a medio construir y okupadas por medio centenar de personas.

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Lamentan que en los últimos años la manzana en la que se encuentra el Rancho Grande se haya convertido en una «fácil» instalación que okupar, con la derivada ocasionada de consumo de drogas y agresiones continuas. El historial delictivo de lo que pensaba en su día ser un complejo residencial con 48 viviendas ha aumentado en los últimos meses con incendios de colchones y enseres, además de una grave agresión con un martillo a un joven.

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