La jueza cita como investigados a los dos vigilantes que redujeron al menor que murió en el Zambrana
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La instructora del caso interrogará a los responsables de seguridad y a tres educadores antes de cerrar la investigacióntribunales ·
La instructora del caso interrogará a los responsables de seguridad y a tres educadores antes de cerrar la investigaciónEl Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid ha citado a declarar en calidad de investigados a los dos responsables de seguridad del centro de reforma Zambrana que redujeron al menor que falleció durante dicha maniobra de sujección el pasado 3 de marzo. La ... magistrada instructora ha decidido continuar las diligencias de investigación con el interrogatorio a ambos vigilantes y ha citado como testigos a los tres educadores que pidieron el auxilio a los responsables de seguridad porque el joven, al parecer, estaba protagonizando un estallido de violencia y presenciaron los hechos.
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Además se ha requerido al centro de reforma, que depende de la Consejería de Familia e Igualdad de la Junta de Castilla y León, para que presente diversa documentación, entre ella, el expediente completo del menor, que se encontraba interno en el establecimiento, según han confirmado este viernes fuentes judiciales.
La magistrada Soledad Ortega oirá las versiones de los vigilantes sobre su actuación la noche de autos, una vez estudiado el informe de la autopsia practicada al cadáver del menor, que no ha sido concluyente sobre las causas del fallecimiento, si bien se apunta a que el joven padecía una patología previa que pudo precipitar su muerte mientras estaba siendo reducido tras protagonizar un «episodio violento». El menor, de 17 años, tunecino de nacimiento y que recaló en Valladolid sin acompañamiento en noviembre del año pasado, sufrió una parada cardiorrespiratoria durante el forcejeo con los vigilantes y los informes médicos confirmaron que presentaba problemas cardiovasculares previos.
Fuentes próximas al caso han precisado que, a tenor de las conclusiones del informe forense, la responsabilidad penal de los vigilantes en el fallecimiento del menor por «falta de proporcionalidad» sería difícil de establecer, «puesto que se aplicaron las mismas medidas protocolarias que a todos los internos en casos de agresividad» y los testigos declararon que habían actuado con corrección. A no ser que los investigados obviaran el historial clínico del menor.
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Los hechos ocurrieron al filo de las diez de la noche en el centro de reclusión de menores de la capital vallisoletana, situado entre el paseo de Juan Carlos I y la avenida de Segovia, donde el menor había ingresado el 25 de enero después de un breve paso por el centro de atención a menores José Montero de La Rondilla, ambos de titularidad de la administración autonómica. En las primeras instalaciones, situadas en la calle Mirabel, ingresó el chico nada más llegar en tren a la capital el 29 de noviembre de 2021 procedente de Suiza, donde él mismo relató que había sido sometido a una cirugía abdominal. Llegó solo y explicó que su padre se encontraba en Sicilia (Italia) y su madre en Túnez, su país de origen.
La consejera de Familia, Isabel Blanco, explicó en su día que el menor protagonizó un «episodio violento» antes de la intervención de los vigilantes a requerimiento de los tres cuidadores que se encontraban con él en el área de socialización del Zambrana, al que fue trasladado desde el José Montero a raíz de sus reiteradas «conductas violentas», donde habría protagonizado diversos episodios de «insultos, amenazas y agresiones». El juez de menores habría informado entonces favorablemente al traslado al centro de reclusión, donde el menor ingresó el 25 de enero, por un periodo de tres meses.
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La Junta de Castilla y León invertirá casi cuatro millones de los fondos 'Next Generation EU' para acometer actuaciones de reforma y mejora de las instalaciones de los centros de menores José Montero, La Alameda y Zambrana de Valladolid para adaptarlos al «nuevo modelo de atención y digitalización» impulsado por la Administración autonómica en los dos primeros casos y para su reforma en el tercero. Así, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades invertirá tres millones (1,5 millones en cada uno) en los centros José Montero y La Alameda para que los menores vivan en un entorno «lo más familiar posible». El Zambrana contará con una inversión de 800.000 euros para obras de reforma, adaptación, adecuación térmica y funcional y equipamiento.
La consejera Isabel Blanco ha explicado que en el José Montero se crearán tres unidades de convivencia de diez plazas cada una en habitaciones dobles que contará con una sala de estar y sus instalaciones propias, como si fuera una vivienda, y que tendrá acceso exterior desde la calle para que funcione de forma independiente. También se creará una unidad de urgencia para cuando sea necesario sacar a un menor y llevarlo a algún recurso en el que va a estar. Asimismo, se adecuarán las zonas comunes, que son 34 plazas que pasarán a estar en la zona baja para acometer, de manera posterior, una segunda intervención en la primera planta para destinarla a las actuaciones con menores como centros de mediación, según informa Europa Press.
Y ya en las instalaciones del paseo de Juan Carlos I, donde permanecía ingresado en el área de socialización -destinado a menores con conductas violentas- junto a cerca de una decena de internos, habría protagonizado hasta «cinco episodios violentos» durante el apenas mes y medio que llevaba allí. El sexto se habría producido de manera sostenida a lo largo de toda la jornada del jueves, cuando el menor se habría mostrado «muy alterado y muy violento durante todo el día», según relataron los propios trabajadores a los policías nacionales y confirmaron fuentes de la investigación.
Pasadas las nueve y media de la noche, cuando el menor se encontraba al cargo de tres cuidadores habría protagonizado un nuevo «episodio violento contra el personal y las instalaciones», en palabras de la consejera, ante el que los educadores no pudieron reducirle. Así que solicitaron la presencia de los vigilantes de seguridad, empleados de la subcontrata Vasbe.
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Los dos vigilantes que acudieron al área de socialización habrían empleado «medidas de contención físicas y mecánicas» para reducir y esposar al joven conforme al «protocolo establecido en la ley de Protección del Menor». El chico llegó a ser esposado y, aunque posteriormente le fueron retirados los grilletes, los propios vigilantes observaron que en un momento dado perdió el conocimiento. Esto ocurrió al filo de las 9:58 horas, cuando el Servicio de Emergencias 112 recibió el aviso desde el centro de menores. Los propios vigilantes y trabajadores habrían intentado reanimar al menor hasta la llegada de la ambulancia, cuyos sanitarios solo pudieron confirmar su fallecimiento apenas quince minutos después del aviso.
Los propios educadores del centro que presenciaron los hechos, y que requirieron la presencia de los vigilantes, mantuvieron que la «intervención fue correcta». La Junta, de manera preventiva, apartó temporalmente del servicio a los vigilantes de la empresa privada y abrió una investigación interna para esclarecer lo ocurrido, cuyos resultados no han trascendido.
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