José Manuel Collado: «El objetivo del ninjutsu es preservar técnicas tradicionales japonesas»

-¿Qué es el ninjutsu?

-Es un arte marcial desarrollado en la Edad Media japonesa. Tiene que ver con todas las formas de combate de los samuráis y también con la estrategia y el espionaje. Es conocido por el cine, los dibujos animados y algunas novelas; es el arte marcial que utilizan en la ficción en las peleas.

-En Valladolid, ¿cuánta gente practica esta disciplina?

-Actualmente somos unas 450 personas en la asociación. En Valladolid hay cuatro o cinco grupos importantes. Entre ellos, tres de niños que están empezando. Se empieza sobre los siete años. Los grupos de mayores son a partir de los 15 o los 16. En la Universidad se generó en los años noventa un primer grupo de ninjutsu; luego la afluencia de gente obligó a crear otro más. Con el tiempo se generó una vertiente derivada del ninjutsu que es la defensa personal. Actualmente dentro de la Universidad tenemos dos grupos de ninjutsu y uno de defensa personal.

-¿Cómo conoció este arte marcial?

-Fue en 1984. Es España prácticamente no había nadie que lo conociera. Aquel año regresó de Japón un grupo de occidentales que habían estado entrenando allí y un portugués se afincó en España y fue el que empezó a difundir aquí este arte marcial. Centralizaba en Madrid a los alumnos, que éramos pocos, no llegábamos a veinte. En ese tiempo empezamos a desarrollar pequeños grupos a nivel autonómico y aquí hubo suerte. En 1990 ya teníamos un grupo en la Universidad. En Valladolid fue donde más aceptación tuvo de toda España.

-¿Qué diferencia existe con otras artes marciales más conocidas como el judo o el karate?

-Tenemos lanzamientos, proyecciones y luxaciones similares al judo. Técnicas de golpeo como las del karate. Relajación y armonía en el movimiento como en el aikido. Pero las técnicas que practicamos nosotros son más antiguas. El judo, el karate y el aikido son artes marciales de la época Meiji. Nosotros estamos practicando alguna que es originaria del siglo XII.

-Y no es un deporte competitivo.

-No. Esa es otra gran diferencia con respecto a otras artes marciales. El objetivo fundamental es preservar técnicas tradicionales, japonesas, en su vertiente física y espiritual. Luego hay otro objetivo que es el desarrollo del individuo, la parte de disciplina a nivel interno. Cómo asimilas el esfuerzo y cómo dedicas recursos para ir progresando en el conocimiento del ninjutsu y, paralelamente, en el conocimiento de la vida: dificultades, retos... También hay formación a nivel de relajación y meditación. Al no haber competición tenemos que desarrollar esa idea de superación en cada uno de los entrenamientos. El reto se lo impone cada persona.

- ¿Todo el mundo puede practicarlo?

-En principio no hay ningún requerimiento previo. No existe diferenciación entre el entrenamiento de hombres y mujeres. Cada uno va definiendo sus técnicas específicas, extrayendo aquello que encuentra más accesible y más fácil de desarrollar para su constitución. Cualquier persona medianamente capacitada para realizar cualquier ejercicio puede desarrollarlo sin ningún tipo de problema. Tenemos un nivel de lesiones prácticamente inexistente. Y aquí tenemos personas que llevan 35 años practicándolo ininterrumpidamente. La edad tampoco es un impedimento.