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La Junta mueve ficha. Por fin. El presidente del Ejecutivo regional, Alfonso Fernández Mañueco, acompañado de la consejera de Movilidad, María González Corral, y del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, han presentado este lunes en el Ayuntamiento una obra de calado para sacar de la decrepitud la actual estación de autobuses de Valladolid ... , en un estado deplorable desde hace ya muchos años. El Gobierno regional destinará 4,5 millones de euros para llevar a cabo una intervención, aseguran que «ultrarrápida» en toda su tramitación, que cambiará por completo su estética exterior y los espacios interiores de una terminal que cada año atiende a cinco millones de viajeros y registra 230.000 expediciones de vehículos.
Las recreaciones entregadas a los medios permiten apreciar una transformación total tanto del aspecto del complejo desde la calle como de los espacios interiores de la zona de espera, dársenas y área de las taquillas. La redacción del proyecto se quiere tener lista este año para adjudicar los trabajos a principios de 2025. La intervención se llevará a cabo con la estación en servicio, según han aclarado en la presentación. Esta obra no tumba el proyecto para crear una nueva terminal en la zona de Farnesio cuando se comiencen a desarrollar los suelos de los viejos talleres de Renfe. Pero da la sensación que eso va para largo, si ahora se aborda esta importante inversión.
Mañueco, en declaraciones recogidas por Ical, ha acotado que la obra prevista responde a una situación «transitoria», que pretende convertir la actual estación en un edificio «más funcional, más eficiente, actualizado, moderno, al servicio de todos los vallisoletanos», aunque sin renunciar al soterramiento y a la nueva estación. «No podemos seguir demorándola», ha dicho el presidente de la Junta en referencia a la reforma de la actual estación.
La renovación de la imagen exterior se acometerá mediante instalación de una nueva envolvente en todas las fachadas, que tendrá un color claro, la sustitución de ventanas y puertas del inmueble, así como la reforma de los aseos ubicados en el área de las dársenas, ahora rotos o sin uso. También está previsto redistribuir los espacios del grueso del edificio, con entradas por Puente Colgante y San José, para disponer de más cuartos de baño en lo que ahora es la zona estancial del edificio.
El proyecto incluye una importante novedad en una ciudad con clima extremo tanto en verano como en invierno. Así, está previsto cerrar todo el pasillo de las dársenas e instalar un cortavientos en la zona de acceso al vestíbulo. Se creará como una gran sala de espera a lo largo del lineal donde aparcan los autocares, de manera que los usuarios puedan esperar comodamente y a resguardo la llegada de su vehículo. La actuación incluye la renovación de la iluminación del edificio y la sustitución de los revestimientos interiores de las diferentes zonas para modernizar su aspecto de los años 70 del siglo pasado.
El proyecto pretende intervenir también en la ordenación de los flujos de viajeros, con eliminación total del acceso por el portón de entrada de los autobuses y la diferenciación de la zona de vestíbulo y de pasillo de acceso a las dársenas, según explica la Consejería de Movilidad en una nota.
La obra se completa con la colocación de una envolvente térmica y la climatización del pasillo de las dársenas con sistemas de alta eficiencia energética. La intervención se aprovechará también para poner en marcha herramientas tecnológicas de control que permitan integrar esta terminal dentro del Sistema Inteligente de Transporte (ITS), que ya está presente en otras estaciones de autobuses de titularidad autonómica y al que la Junta va a destinar casi 32 millones de euros. Estos sistemas sirven para facilitar información a los usuarios, automatizar las entradas y salidas de autobuses, controlar y gestionar de accesos del flujo de viajeros a la zona de embarque y dársenas y aplicar nuevos sistemas de seguridad, entre otras prestaciones.
El objetivo es que esta infraestructura, en servicio desde el año 1972 y de titularidad autonómica desde 2014, cumpla con los estándares modernos de calidad y seguridad a sus usuarios. El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha agradecido al presidente y a la consejera «el trabajo del Gobierno autonómico que pone sobre la mesa el estudio para la remodelación de la estación». Además, ha hecho hincapié en que «el trasfondo de todo esto se llama soterrar la vía del tren y mientras eso acontece tenemos que ir dando pasos. Queremos una estación soterrada e intermodal, pero en tanto en cuanto sucede esto tenemos que disponer la estación actual en las mejores condiciones. Esta infraestructura supondrá un avance en una triple dimensión: las mejoras visibles como elemento arquitectónico, las mejoras en el confort del que van a beneficiarse los viajeros y las novedades en el ámbito de la digitalización», ha señalado el regidor.
La intervención que se va a llevar a cabo en la estación de buses de la capital vallisoletana se suma a todas las previstas dentro del plan de modernización de este tipo de terminales que, con una inversión que ronda los 35 millones de euros, ha permitido intervenir en Soria, Salamanca, León, Ciudad Rodrigo y Palencia. Ahora se está trabajando en las de Ávila, Ponferrada, Benavente y Almazán y está previsto hacerlo en El Burgo de Osma y Guijuelo, incluidas en los presupuestos de este año.
El Grupo Municipal Socialista ha contrapuesto la realidad de la vieja estación de autobuses -«indigna de Valladolid»- con el anuncio de Carnero y Mañueco, que han firmado un protocolo en el que se prometen inversiones «sin precisar los plazos». «Un acto de propaganda organizado de forma improvisada en el Ayuntamiento de Valladolid; un parche que alarga la condena a los viajeros, y una prueba más de que PP y Vox bloquean la solución idónea para la ciudad», afirma Pedro Herrero, quien reivindica la construcción de la nueva estación de autobuses planificada en Delicias.
Asimismo, el portavoz del Grupo Municipal Socialista entiende que la inversión -4,5 millones de euros- «es en sí misma un reconocimiento de las carencias de la infraestructura y de la decadencia actual de la estación de autobuses de Valladolid. De hecho, en la comparecencia ante la prensa tanto el alcalde como el presidente de la Junta de Castilla y León admiten la necesidad de una estación de autobuses digna».
«La incoherencia de Carnero es que hace nueve meses, en el pleno celebrado en el mes de julio, votó en contra de la moción en la que se instaba a la reforma urgente de la estación y a garantizar su adecuado mantenimiento; es decir, PP y Vox rechazaron todas las iniciativas planteadas por el PSOE para poner fin a la imagen agonizante de la terminal», racalca Herrero
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