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El Registro Civil de Valladolid culmina la reconversión de los juzgados de paz en oficinas

Octubre era el mes tope para la migración del sistema y en Valladolid capital, indica el letrado de justicia coordinador de los juzgados de Valladolid, Enrique Gutiérrez, «está avanzando con bastante éxito» y en la provincia «solamente se ha registrado alguna dificultad en localidades muy pequeñas que no están atendidas por personal de justicia». Estas dificultades, el ministerio intenta solventarlas mediante la implicación de vecinos «muy comprometidos con su pueblo, que igual que custodian la llave de la iglesia, entran en el ordenador».

Subraya Gutiérrez que las ventajas de disponer de oficinas colaboradoras en el medio rural son muchas, principalmente, porque los vecinos no tienen que desplazarse a la sede del Registro Civil en la capital. «No hace falta venir a Valladolid y los trámites se pueden hacer a través de la página. Además, si tienes firma electrónica es casi automático». Ahora, los juzgados de paz se han reconvertido en oficinas colaboradoras del Registro Civil, que tramita la solicitud de un certificado a la oficina central de la calle Torrecilla o facilita videoconferencia para una persona que esté realizando los trámites para obtener la nacionalidad.

Recuerda el secretario coordinador de los juzgados vallisoletanos que antes no existía un historial de vida por cada persona, sino que cada asiento de su vida se realizaba en libros distintos: el nacimiento en uno, el matrimonio en otro, la defunción en otro... El nuevo sistema está dirigido a confeccionar un expediente personal único de cada ciudadano, lo que, en principio, facilitaría 'el papeleo' y reduciría tiempos y trámites.

Actualmente, si se pide una partida de nacimiento a través la sede electrónica del Registro Civil, por ejemplo, desde la oficina colaboradora de Renedo, la funcionaria al cargo remite la petición a la central y el solicitante recibirá respuesta en su correo electrónico personal. Antes, si habías nacido en Zamora o Barcelona, tenías que ir al registro civil de esas ciudades para conseguir esa partida de nacimiento. «Es un cambio de mentalidad, hay que concienciar para que se utilice la sede electrónica, y también es muy importante la implicación de los Ayuntamientos para que los registros civiles se queden en los pueblos. Ello significa que tienen que dedicar personal a realizar esta labor», explica Gutiérrez.

Esta tarea registral también se realiza en las agrupaciones de secretarías de juzgados de paz cuando los municipios no pueden asumirla. En el caso del partido judicial de Valladolid, solo hay un Registro Civil, ubicado en la sede judicial de Torrecilla, que tiene al frente a una letrada de la Administración de Justicia (LAJ). El resto son oficinas colaboradoras, 113. «Todos los libros de registro que existen hasta ahora se irán informatizando progresivamente por años, pero la idea es que desaparezcan, al igual que los tradicionales libros de familia, que no dejan de ser una certificación oficial y que no se van a expedir más».

La digitalización reduce también a la mínima expresión el papel de los 'hombres buenos' en los pueblos. Con la nueva organización del Registro Civil, los jueces de paz se limitarán a celebrar matrimonios, redactar las actas y remitirlas a la oficina general de Valladolid, donde la LAJ las validará.