Valladolid

El ingreso en prisión del autor del atropello mortal rebaja la tensión en Pajarillos

La concejala delegada especial de Conviviencia y Mediación Comunitaria del Ayuntamiento de Valladolid, Carmen Jiménez Borja, fue una de las primeras en ponerse a disposición de las familias golpeadas por la tragedia el pasado martes para «acompañarles en su dolor y procurar mantener la paz social en el barrio», ha señalado la edil y abogada. Al igual que ella, otras personas «de respeto» para la comunidad gitana se han dedicado a «calmar los ánimos para evitar enfrentamientos entre las dos familias implicadas en el suceso», han señalado fuentes próximas al suceso. «La Justicia ha tomado las riendas del asunto y mientras siga así, en el barrio reinará la normalidad», han subrayado las mismas fuentes. De momento, medidas extremas como el destierro para evitar enfrentamientos entre ambas casas, están descartadas.

El joven conductor del turismo, que se había negado a declarar en la Comisaría de Las Delicias, tras su estancia en los calabozos policiales durante 48 horas se avino a responder en el interrogatorio ante la magistrada. El detenido negó ante la magistrada instructora que condujera a mucha velocidad por la travesía y afirmó que, cuando llegaba a la altura de la terraza del bar Ávila, la víctima invadió sorpresivamente la calzada y no le dio tiempo a reaccionar. Según estas declaraciones en sede judicial a las que ha tenido acceso Europa Press, el joven explicó que tras el atropello paró el coche, un Seat León, en la calle de al lado, se apeó del vehículo y se acercó unos instantes para comprobar el estado de la mujer. Justificó su posterior huida al oir a alguien que le dijo que se marchara porque si no iban a matarle. Alegó que si reanudó la marcha no fue para eludir su responsabilidad en el atropello de la mujer sino para ir en busca de su padre y personarse ambos en Comisaría para denunciar lo ocurrido.

Los testigos del atropello alertaron de inmediato a la Policía Municipal, que movilizó a tres motoristas quienes, en el lugar, se encontraron a la mujer tendida en el suelo y sangrando por la cabeza. Relataron que la víctima, que aún seguía con vida, acababa de ser arrollada por el conductor de un turismo que se había dado a la fuga en dirección a Delicias.

El conductor de una grúa de la Policía Municipal se topó con un vehículo que parecía presentar algunos restos de haber sufrido un siniestro y decidió seguirlo mientras iba dando los datos y sus movimientos por radio a sus compañeros, hasta que finalmente el turismo sospechoso fue interceptado a la altura del número 46 de la avenida de Segovia. En el asiento de copiloto viajaba un menor de 17 años, que no fue detenido sino trasladado a dependencias policiales para ser entregado a su padre.

Mari Jiménez, de 57 años, fue evacuada en una UVI móvil hasta el Hospital Clínico Universitario, donde falleció poco después a causa de las graves lesiones sufridas. «Vivía especialmente para cuidar a sus nietos, especialmente de uno que está enfermo», recordaban sus seres queridos. La mujer salía del supermercado Dia a las 20:26 horas, giró a la derecha para superar una zona de carga y descarga y cruzar, de esta forma, al otro lado de la calle. En ese momento, el Seat León gris la golpeó violentamente en un impacto de resultado mortal.

Vecina de toda la vida de Pajarillos, Mari Jiménez tenía tres nietos, todos ellos de corta edad, y «prácticamente era ella quien los criaba». Separada y con una hija, «no había día que no estuviera pendiente de sus nietos», continúan al describir a Mari. «Era sordomuda y su ángulo de visión era muy reducido», añaden.

No es la primera vez que la tragedia sacude a esta familia. Hace pocos meses, el cáncer se llevó a uno de sus otros cinco hermanos (cuatro mujeres y dos hombres), mientras que a mediados de diciembre del año pasado les golpeó otro suceso, en la misma calle Águila de Pajarillos. El 12 de diciembre de 2022, un incendio se originaba en una vivienda del número 10: era el piso de su hermana, también sordomuda. El fuego se trasladó por todo el inmueble dejando imágenes impactantes por todos los rincones. La rápida intervención de los bomberos sirvió para que el drama se quedara en daños materiales, sin lamentar víctimas mortales. Hubo 16 intoxicados, entre ellos los miembros de la familia de la hermana de Mari Jiménez.