Obreros de la construcción, en la mañana de este lunes en la calle Arca Real de Valladolid. J. Sanz

La industria y la construcción vuelven al trabajo con «dudas» y bajo mínimos

Entre el 70 y el 80% de las empresas de ambos sectores retomaron su actividad en una jornada que se desarrolló con «relativa normalidad»

Eva Esteban

Valladolid

Lunes, 13 de abril 2020, 17:10

Publicidad

Ángel Redondo, vallisoletano de 55 años, se puso ayer por primera vez -en los últimos veintiocho días- su mono fosforescente de trabajo. Había pasado un mes desde la última vez que se calzó las botas de montaña que utiliza para acudir a su empleo ... como operario de la construcción, pero nada había cambiado. Misma indumentaria y «muchas ganas de trabajar, como siempre». Como en los veinticinco años que lleva dedicándose a ello. Pero ayer, a diferencia de todas las veces anteriores, tuvo que regresar para coger la mascarilla que le habían proporcionado para protegerse de la Covid-19. Salió «disparado» de su domicilio para llegar «cuanto antes» a la Avenida de Segovia de la capital, donde la empresa para la que trabaja está ejecutando una obra que la crisis sanitaria del coronavirus obligó a detener y que ayer retomó su actividad tras la decisión del Gobierno de que los empleados de servicios no esenciales como la construcción o la industria regresaran a las fábricas y a urbanizar y levantar calles y casas.

Redondo es uno de los 12.492 operarios (entre autónomos y por régimen general) que existen en la provincia de Valladolid -esta cifra se eleva hasta los 61.109 en el caso de Castilla y León-, según los datos proporcionados por la Fundación Laboral de la Construcción, y que ayer debían volver a la 'faena'. Sin embargo, tal y como estiman tanto los sindicatos -Comisiones Obreras (CC OO) y la Unión General de Trabajadores (UGT)- como el presidente de la Fundación, Javier Vega, en el conjunto de la región tan solo lo hizo «entre el 70 y el 80%». El motivo, explica, no es otro que porque «cada empresa tiene su propio condicionante». «El porcentaje restante, algo que solo es orientativo y que estimo en base a las conversaciones telefónicas con los responsables de las nueve provincias, se corresponde a aquellos que no han podido empezar porque se dedican a la rehabilitación de edificios habitados o que se irán incorporando conforme avance la semana porque se estén preparando», afirma Vega. A ello, además, cabe añadir que se trata de un sector «algo envejecido», por lo que considera que es «mejor» que aquellas personas con patologías previas o «alguna dolencia no controlada» no acudan a su puesto.

La reanudación de la actividad tanto en la construcción como en la industria se realizó con «relativa normalidad», de forma paulatina y bajo mínimos. A medio gas. En el caso de las entidades industriales, los sindicatos dicen que, al igual que la construcción, «entre el 70 y el 80%» de las empresas reactivaron sus tareas. En los polígonos industriales de la ciudad, San Cristóbal y Argales, la ocupación experimentó un ligero incremento, de entre el 10 y el 15%, de tal manera que en la actualidad se sitúa entre el 35 y el 40%. Así al menos lo sostienen los presidentes de sus asociaciones, Antonio Rodríguez y Carlos Castro, respectivamente, quienes indican que, a pesar de este repunte, «sigue habiendo muy poco movimiento». En el primer caso, Rodríguez cree que «unas 150 empresas» (de un total de unas 800) pudieron volver a su trabajo por su vínculo con la construcción. En Argales, por su parte, su representante subraya que «han abierto algunas, pero prácticamente se está trabajando en mínimos» (tienen unos 200 negocios).

Publicidad

20% de la plantilla en Michelin

Se acabó el parón forzoso para los empleados de grandes empresas como Michelin. El 20% de su plantilla regresó ayer a la fábrica, y el resto, al igual que se prevé con la producción, lo hará «de forma muy gradual y progresiva y en función de las materias primas de nuestros proveedores». «A día de hoy no tenemos todo lo que deberíamos tener para tener la fábrica al 100%», sostiene el director de la planta, Bruno Arias. Por el momento, insiste, en su horizonte no han fijado cuándo operarán a pleno rendimiento, pues están condicionados por «muchos factores», como los proveedores o la disponibilidad de la plantilla (tienen confirmados dos casos por la Covid-19, si bien hay «varios» trabajadores en aislamiento o cuarentena). «La idea es estar al final de semana al 25% de la plantilla y a últimos de abril, a la mitad», continúa.

Los trabajadores de Renault también volverán a las factorías. El fabricante francés de automóviles arrancará la actividad «de forma gradual» en todo el país. En el caso de Valladolid, las plantas de motores, ingeniería y logística lo hará a partir de hoy. Sin embargo, en las áreas de montaje tanto de la capital vallisoletana como de Palencia aún no está prevista su vuelta, un aspecto que estudiarán a lo largo de esta semana, según informan los sindicatos. Otra de las grandes empresas del sector en la provincia, Iveco, retrasa su regreso y no la retomará hasta el 4 de mayo, pues «los proveedores, que el 80% los tenemos en Italia, no retomarán su actividad hasta la última semana de abril», por lo que no podrían tener garantizado el suministro de material», informan desde la entidad.

Publicidad

Pendientes de la seguridad

Por otra parte, durante el primer día apenas se registraron incidencias, aunque UGT-Fica afirma que recibieron una docena de alertas por parte de empleados que aseguraban que en su empresa no se estaban tomando las medidas de protección y seguridad oportunas. La gran mayoría subió la persiana de sus negocios bajo mínimos y en un mar de «dudas» e incertidumbre al desconocer qué será de ellos y sus establecimientos. «Estamos preocupados porque no es fácil disponer de equipos de protección; es muy bonito exigir una cosa que no se puede cumplir», asegura el presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de la Construcción (Aveco), Alberto López.

Este aspecto también «preocupa» a los sindicatos. Mientras que el secretario autonómico de UGT-Fica en la comunidad, Juan Carlos López, apunta que «garantizar la seguridad de los trabajadores es lo más importante y hay mecanismos para denunciar a las empresas que no lo hagan», la secretaria de Construcción y Servicios de CC OO, Lourdes Herreros, incide en que están «muy pendientes» no solo de que se apliquen esas medidas, sino de que los empleados, en caso de detectar que «algo no está bien hecho, sean tajantes para hacerlo cumplir».

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad