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El director mundial de Fabricación y Logística del grupo Renault y presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos. Ramón Gómez
Coronavirus: El presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, remarca la importancia de volver al trabajo con seguridad

José Vicente de los Mozos: «No podemos arriesgarnos a que aparezcan contagios en las fábricas»

Para el presidente de Renault España y de Anfac, la versatilidad de las fábricas de la región las coloca en el mejor de los escenarios ante una crisis

Domingo, 12 de abril 2020, 08:08

La emergencia sanitaria del coronavirus es para José Vicente de los Mozos uno de los mayores retos de su carrera. El director mundial de Fabricación y Logística del grupo Renault, también máximo responsable de la patronal española de los fabricantes de automoción (Anfac), vendrá esta semana a Valladolid para asistir 'in situ' al retorno a la actividad en Motores.

–¿Cómo lleva la cuarentena?

–En casa, trabajando desde aquí y respetando las reglas del confinamiento. Viviendo, como todos, una situación que nadie esperaba y de horizonte incierto. Triste por la desgracia humanitaria y sanitaria que seguimos viendo todos los días.

–A tenor de los datos, ¿cree que se divisa el final del túnel?

–Mientras no tengamos una vacuna para el Covid-19, creo que el panorama en los próximos meses va a ser bastante incierto. A finales de enero estuve en Japón y Corea del Sur y no entiendo cómo tras ver lo que estaba pasando allí, con continuas tomas de temperatura a la población, la comunidad europea ha reaccionado de la forma que lo ha hecho, sin coordinación entre los países y adoptando medidas un poco tarde.

–Y en cuanto a España, ¿cree que podíamos haber estado mejor preparados?

–Estamos ante un panorama cuya gravedad nadie esperaba. Es cierto que no se tomaron las medidas que hubieran sido oportunas, pero lo que venía era desconocido. Ahora es momento de salir cuanto antes del drama humanitario y sanitario tremendo que a todos nos está afectando porque toca a conocidos, amigos y familiares a diario. Lo prioritario es detener esto y, una vez pasado, llegará el momento de hacer balances. En este país gusta mucho eso de sacarle punta a las cosas, pero ahora toca pensar cada uno en lo que puede aportar al sistema para salir cuanto antes adelante.

–Desde el punto de vista industrial, ¿han sido las características de la parada productiva y su duración las que habría decidido Renault por sí mismo?

–Cuando se genera el estado de alarma en el país, lo primero que ha hecho no solo Renault, sino todo el sector, ha sido parar. Por una cuestión de responsabilidad. Porque lo más importante es la salud de los trabajadores. Si se han parado las fábricas y así siguen es por esta razón. Después, esto ha venido asociado a nivel comercial con unas caídas que en marzo han llegado al 70%, incluso teniendo en cuenta que las dos primeras semanas sí hubo actividad. A partir de aquí, ¿qué va a pasar? ¿Va a haber una recuperación en 'V', como dicen algunos? ¿Va a ser en 'U'? ¿En 'L'? ¿Va a suceder lo que en 2008? Creo que todo va a depender mucho de las medidas que se tomen desde el Gobierno de España y desde la UE para reactivar el mercado.

–¿Cómo va a ser el rearranque de Renault?

–Por fases. Antes me gustaría resaltar lo que está pasando durante la paralización, cómo los españoles no hemos estado parados, sino que hemos desplegado una gran solidaridad. Los trabajadores con iniciativas como 'Renault al Rescate' y las empresas también derivando su producción a la fabricación de mascarillas y equipos de protección en general. A partir de aquí, el lunes 13 hemos convocado al comité de empresa para empezar a arrancar tanto la fábrica de Motores como la de Sevilla, ya que su producción está muy ligada a la exportación y no todo el mundo está parado. Tenemos clientes en cuatro continentes y hay que pensar en ellos. Hemos adaptado los protocolos sanitarios que ya teníamos al caso del Covid-19, algo que ya se ha comunicado al comité mundial del grupo y ha sido bien acogido.

–¿Qué más puede contar ahora de esa vuelta escalonada?

–La idea que tenemos es que la próxima semana arranquen Motores y Sevilla a un turno, a ser posible el día 15. El lunes empezaremos a abordar con los comités la adaptación de todas las predisposiciones a este contexto. Sobre la carga de trabajo hay que ir poco a poco porque estamos ante un panorama desconocido. Lo importante no es la producción, sino cómo en este nuevo contexto se preserva siempre la salud de nuestros trabajadores. Hay que compatibilizar actividad y salud porque no podemos arriesgarnos a que una vez trabajando aparezcan contagios en las fábricas. Nuestras plantas de Corea y China ya han vuelto al trabajo y lo puesto en marcha allí puede servir para el resto del grupo. Adaptado a la ley de cada país, claro.

–¿Y Carrocería y Montaje?

–Están más ligadas a lo que suceda en el mercado europeo. La idea que tenemos es la de empezar en la semana del 20 al 24 la producción sobre todo del Captur, que como es sabido es un modelo nuevo con todas sus versiones que estaba en pleno lanzamiento comercial y se exporta a 70 países. Pero arrancar una fábrica de vehículos es más complejo que hacerlo con una de motores, así que iremos viendo poco a poco. Para mí no es una meta arrancar tal día o tal otro, sino arrancarlas preservando el protocolo sanitario. Palencia también lo iremos viendo día a día. Igual podemos esperar diez días o quizá no… hay que contemplar muchos factores, entre ellos cómo están los mercados europeos, si también ellos vuelven a producir.

–¿Y qué está sucediendo?

–Todos han estado parados, pero por ejemplo Volvo ya ha vuelto al trabajo. Insisto en que la prioridad es la mecánica, ya que tenemos clientes que están trabajando. Corea no llegó a parar y necesita motores. Somos muy pocas plantas en el mundo que fabriquen motores y la nuestra ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años, con inversiones de casi mil millones de euros para incrementar la producción y eso significa que tenemos que satisfacer la demanda de nuestros clientes. Los mercados no van a arrancar a gran velocidad, pero después de un mes parados hay que pensar en el día después. La ecuación es simple: si no se venden coches no hay ingresos, mientras que sigue habiendo costes fijos.

–¿Hablar de plazos de vuelta a la normalidad es una quimera?

–Mientras no exista una vacuna creo que vamos a vivir unos meses bastante inestables. ¿Cómo? No lo sé, ojalá lo supiese porque es la pregunta del millón. Se habla de una segunda oleada en septiembre, de confinamientos parciales… Estamos descubriendo el virus y todo va a gran velocidad. Por esto ahora más que nunca debemos ir todos de la mano, el sector y el Gobierno, día a día.

–Renault España tiene a 11.650 trabajadores en ERTE; ¿pueden confiar todos ellos en que volverán a sus puestos de trabajo?

–Hemos presentado un expediente de regulación temporal de empleo por causa de fuerza mayor, por la situación de confinamiento. Evidentemente, tendremos que ver cómo vamos transformando este ERTE de forma gradual a la realidad. Hoy solo podemos hacer conjeturas. Tendremos que analizarlo y verlo con la representación de los trabajadores porque a lo mejor necesitamos, durante un periodo y como ya han hecho otras empresas, otro expediente temporal por la caída del mercado hasta que la situación se estabilice. Lo iremos viendo.

–¿Está garantizado el suministro de piezas? ¿Hay riesgo de que se pare la producción?

–Las mismas dificultades que nosotros las tienen nuestros proveedores. Estamos en contacto y por eso confiamos en que la reanudación gradual es lo más conveniente para todos. Toda la cadena de valor tenemos que avanzar de forma solidaria y eficiente. No es importante ir muy rápido, sino ir paso a paso e ir seguro.

–¿Qué va a ser lo más difícil que va a tener que hacer o aceptar la plantilla, basándose en la experiencia de Corea?

–Los trabajadores tienen que tener la responsabilidad de saber que si tienen fiebre no pueden venir a trabajar. Habrá controles de temperatura;elementos de protección individual en función de la distancia, máscaras y pantallas;y lavados bastante frecuentes.

–¿Y desde un punto de vista laboral?

–No es momento de reivindicaciones, sino de entender que estamos ante un horizonte incierto y tenemos que estar unidos. En cuanto arranque Motores yo estaré allí personalmente porque quiero ver que los protocolos se cumplen; tenemos que ser muy disciplinados porque está en juego la salud. A partir de ahí, para esto hay comités de seguridad e higiene con los sindicatos, porque cada rincón de la fábrica tiene sus características.

–En una escala de preocupación por la continuidad de sus puestos de trabajo, ¿cuánto deben estarlo?

–Todos estamos preocupados porque en el día a día estamos perdiendo amigos y familiares. En segundo lugar, porque la economía ha caído y si no se vende y no se compra no hay trabajo. Las propias empresas están en riesgo. Claro que esto preocupa. Pero cuando todo empiece a funcionar la preocupación, insisto, debe ser la salud. La tranquilidad debe venir por el hecho de no correr riesgos de contagio.

–Ha manifestado que ve peligro de cierre de alguna fábrica en España, ¿lo decía como como presidente de Anfac o de Renault?

–Hablaba como presidente de Anfac. Con mercados a la baja y una situación de crisis puede haber fábricas en peligro. Pero no pienso que sea el caso de las plantas de Renault en España. El trabajo de los últimos años ha hecho que las cuatro puedan responder a la crisis mejor que otros constructores. Eso no quita para que tengamos que seguir trabajando porque el partido sigue y hay que ganarlo. Pero creo que estamos en mejor situación que otros. Se ha invertido mucho en flexibilidad y plataformas para poder hacer muchas variedades de vehículos y eso nos deja en mejor situación.

–Con una emergencia como ésta, ¿cree que se pueden mantener todos los cambios que afrontaba el sector antes de la pandemia, como la reducción drástica de emisiones… ¿Haría falta algún replanteamiento?

–Esto depende de las administraciones más que de nosotros. La puesta en marcha de la normativa Euro 6-d antes de final de año, con dos meses cerrados en los que los proyectos se han parado… es complicado. Debemos ser un poco más pragmáticos y realistas. Estamos comprometidos con la descarbonización del parque automovilístico y en Valladolid lo demostramos con la apuesta por la hibridación. Pero a lo mejor la forma debe ser más gradual en el contexto en que estamos actualmente. Si el mercado arranca con caídas del 50%, o lo incentivamos o todo será mucho más difícil.

–¿Las plataformas de Renault España les permitirían modular la producción de manera absoluta hacia una u otra versión?

–Totalmente. El Captur puede hacerse de gasolina, diesel o híbrido enchufable. Solo cambia el motor. Eso es lo que coloca a Valladolid y Palencia en mejores condiciones que antes. Pienso que esto va a valorarse aún más ahora y no olvidemos que somos los primeros en hacerlo en España. Y Motores es un ejemplo de flexibilidad. Es la planta de motores más grande del mundo y una referencia dentro del grupo.

–Como el directivo español con mayores responsabilidades en una multinacional, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los lectores de El Norte?

–Quisiera dar el pésame a toda la gente de nuestra tierra que ha perdido a algún ser querido. También destacar el orgullo que siento por todos los trabajadores de Renault España con el ejemplo de solidaridad que han dado en estas últimas semanas. Quizá alguna vez hemos hecho alguna cosa no del todo bien, pero en los momentos importantes mostramos nuestro verdadero espíritu. Por último me gustaría que fuésemos todos de la mano porque solo así saldremos de esta. Vamos en el mismo barco y no es momento de detenernos a criticar, sino de remar todos hacia adelante. Nuestras fábricas están en una buena posición para vivir la zozobra que vamos a vivir. No tenemos todo ganado, pero iremos en la buena dirección si demostramos nuestro saber hacer y buscamos la excelencia.

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