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Ignacio Ayuso. Ramón Gómez
Coronavirus en Valladolid: Ignacio Ayuso, subinspector de la Policía de Valladolid: «Lo que nos indigna es ver todavía a personas por la calle sin motivo»

Ignacio Ayuso, subinspector de la Policía de Valladolid: «Lo que nos indigna es ver todavía a personas por la calle sin motivo»

El mando policial afirma que el 99% de los vallisoletanos están cumpliendo y reconoce que impresiona ver la ciudad vacía

J. Sanz

Valladolid

Sábado, 28 de marzo 2020, 08:13

Ignacio Ayuso (Murcia, 1965), subinspector de la Policía Municipal, no pierde la sonrisa en tiempos de crisis y, aunque sea oculta detrás de la mascarilla, reconoce que de esta «todos vamos a aprender mucho». Ellos, los agentes, los primeros. «Hay que adaptarse a lo que no está tocando vivir. Nosotros y todos».

–¿Cómo llevan salir a diario a la calle siendo así un sector de riesgo por posibles contagios?

–Sí, ahí estamos tomando nuestras precauciones. Hemos tenido que aprender a no juntarnos cuando vamos a hablar, a ponernos la mascarilla. El objetivo es no contaminar a los demás y no contaminarnos nosotros. El uso de guantes, lavarnos constantemente las manos, estar en las reuniones lo más separados posible, no tocar nada.

–¿Qué sensaciones tienen ante una ciudad casi vacía?

–La verdad es que nos impresiona mucho... Ver la Plaza Mayor vacía, las terrazas, los bares cerrados... Te impresiona, te da cierta (suspira)...

–...cosa

–Estoy sensible hoy (reconoce).

«Los malos siempre están ahí, lo que pasa es que ahora es más fácil detectarlos»

–¿Cómo es la vida ahí fuera?

–Entre semana aún hay mucha más gente que sale a trabajar. Pero estamos viendo que después de tantos días la gente lo va comprendiendo, aunque es verdad que aún hay muchos que buscan excusas para salir.

–¿Cómo cuáles?

–Vemos que hay mucha gente que a lo mejor baja a comprar el pan, baja a la farmacia, baja al supermercado, y así cuatro o cinco veces, y estamos intentando llamarles la atención. Estamos igualmente con el tema de los perros, con gente que se nos separa mucho del domicilio. Pero el 99% está cumpliendo.

–¿Van bajando las sanciones?

–Efectivamente. Esto es nuevo para todos, para los policías, para los políticos y también para los ciudadanos, y para vosotros. Sí que es verdad que nos ha costado acostumbrarnos, pero ahora la gente está siendo consciente de que esto tiene que ser así. Nos estamos adaptando a este nuevo modo de vivir.

«Tenemos agentes suficientes y refuerzos, si fuera necesario, con alumnos»

–¿La convivencia con otros cuerpos y, sobre todo, con el Ejército está siendo buena?

–Lógicamente, ellos no están acostumbrados a parar gente y a tratar con la seguridad ciudadana, pero estamos colaborando muy bien. Ellos se están esforzando mucho en hacerlo con nosotros y muchas veces es más la sensación de seguridad que nos dan a nosotros y a los ciudadanos que la labor que ellos hagan de dirigirse al ciudadano.

–Buenas sensaciones...

–La sensación es muy buena con ellos. Y también estamos uniéndonos mucho todas las policías, militares, sanitarios, trabajadores de limpieza...

«Los militares se están esforzando mucho y nos dan sensación de seguridad a todos»

–¿Está bien el ánimo en la plantilla?

–Sí, aunque lógicamente hay momentos de inquietud, porque todos tenemos familia. Volvemos a nuestras casas después de tratar con personas que pueden estar contagiadas. Y tenemos esa sensación de miedo como todos. Pero la respuesta de los policías está siendo muy buena e, incluso, intentamos bromear para empezar el día con alegría (suspira).

–¿Es sostenible para la Policía Local que se haya alargado esta situación con bajas ya entre los agentes?

–Hay compañeros que están de baja, no sé cuantos, pero sí que es sostenible. Tenemos una plantilla buena y tenemos refuerzos si fuera necesario, incluso los alumnos que ahora no están con nosotros.

–Y agentes recién jubilados...

–Si llegara el caso... Esperemos que no llegue y en todo caso sería una cuestión más política. Pero sí que es cierto que compañeros recién jubilados han llamado para ofrecerse.

–¿Hay solidaridad de los ciudadanos con los policías?

–Sí, sí, la hay. La gente se ha concienciado mucho y nos llaman mucho cuando ven un niño en la calle jugando en un parque, en la parcela...

–Suena un poco a acusicas...

–Creo que no es por acusar a nadie sino simplemente porque lo que quieren es que esto acabe cuanto antes.

–Ya casi no hay accidentes...

–Apenas hay tráfico y apenas hay accidentes. Nos ha cambiado la vida, como a todos. En nuestro caso hemos tenido que cambiar el chip y ahora nos dedicamos a otras labores.

–Sorprenden, sin embargo, casos puntuales de positivos al volante. ¿Cómo es posible?

–Los malos siempre están ahí. Y esto a todos nos ha llegado, pero ellos siguen ahí y siguen saliendo. Son poca gente, pero esa poca gente sí que es muy poco respetuosa. Y siempre lo es. Lo que pasa es que ahora es más fácil detectarlos porque no hay nadie en la calle.

–Quizás sea el único lado positivo de esta situación...

–El propio presidente del Gobierno decía que habían bajado el 50% los robos. Evidentemente, y me parece poco. Debían haberse reducido el cien por cien. Pero creo que todos vamos a aprender mucho de esto...

–De convivencia...

–Sí. Y de todo. De apreciar más la calle, la libertad... De convivir entre nosotros. Creo que vamos a aprender mucho todos.

–Les animan los aplausos de las ocho de la tarde...

–Claro que sí. Esos gestos nos gustan. Lo que nos indigna es cuando vemos a un ciudadano andando por la calle, que nos dice que va a comprar el pan, y lo ves a los cinco minutos, que va a la farmacia, y así. Pedimos mucho a esas personas, sobre todo, mayores que se cuiden, que se queden en casa.

La escena más surrealista de estos primeros días...

–Bueno, pues alguno que nos sale disfrazado a hacer la gracia. O el que te viene que va a ver a la novia...

La «emoción» de recibir el cariño de los ciudadanos

El trabajo de los policías locales ha cambiado, aunque continúan en la primera línea de seguridad ciudadana y el control del cumplimiento del confinamiento en los hogares. Su labor, además, es también ayudar. «Nos han llamado personas que iban a hacer mascarillas desde una asociación y necesitaban un coche para trasladarles las cosas, explica el subinspector Ignacio Ayuso, quien destaca la «emoción» que supone también recibir el cariño de los vallisoletanos. «El otro día una señora por la calle me regaló una mascarilla y una caja de guantes para que la llevase al cuartel, y ahí está. Se las dimos a unos compañeros que las necesitaban». La gente, insiste el agente local, «está respondiendo muy bien con nosotros».

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