El material de protección ya llega a la región pero con obstáculos de aduanas y suministro

El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, en la compartida rueda de prensa con Casado, elevó a 12 millones de euros el valor de los materiales de protección que ya ha adquirido la Comunidad y que se encuentran en China pendientes de solventar los problemas burocráticos para su transporte por avión. El que ya está en Valladolid llega al Hospital Río Hortega, que centraliza la compra de equipos y aparataje. Y, desde este punto, se distribuye al resto de provincias, a través de las gerencias provinciales conforme necesidades y equidad.

El complejo vallisoletano realiza un inventario antes de proceder a la entrega. Igea lamentó que esta forma de organización sea motivo en ocasiones de bulos y aseguró que Castilla y León, con respecto a cubrir las necesidades que provoca responder a esta epidemia, «es un área única», sin distinciones entre ciudadanos.

Verónica Casado insistió en que no existen problemas de coordinación dentro de la Junta para el reparto de material, sino que se han esforzado en que haya «planificación y priorización».

La Consejería de Sanidad ha distribuido, hasta ayer, un total de 2.992.982 artículos sanitarios para protección personal frente al coronavirus, entre los que destacan 863.893 mascarillas, 1.599.855 guantes, 394.969 calzas, 47.250 batas o 27.687 buzos. Esto es «solo una primera parte de todo lo que se está adquiriendo y está pendiente de inventario o de envío, así como con la colaboración de multitud de empresas y particulares».

En un repaso rápido y detallado, la consejera indicó que ayer del material del avión de China ya se han repartido 185.000 mascarillas FFP2 para personal sanitario, 126.000 mascarillas FFP2 y FFP3 para el de residencias y atención domiciliaria y 35.000 para la industria agroalimentaria para asegurar el abastecimiento de productos.

La responsable sanitaria repasó también algunos datos de compras cerradas que aún no han llegado como 900.000 guantes; 150.000 gafas o 25.000 tests rápidos. Pero reconoció problemas con los envíos y compras.

Con respecto a las pruebas PDR para la detección del Covid-19, desde la Junta se expresó la confianza de que «en el próximo vuelo, en tres o cuatro días» lleguen más test procedentes de China, pero se aclaró que no son los rápidos, de los que se está poniendo en duda su efectividad. «Sabemos lo que se está publicando», explicó Casado y lamentó que parece que no son «tan magníficos como pensábamos en un principio». Con respecto al material de protección, la responsable sanitaria autonómica lanzó ayer seis retos a las empresas de la comunidad para abastecerse de material sanitario ante el coronavirus.

El objetivo es el de conseguir 80.000 máscaras y pantallas de protección facial, 80.000 batas plastificadas, mascarillas quirúrgicas sin límite, 40.000 de protección 2 y 3, y 80.000 buzos plastificados. Y además todas las unidades posibles, también sin límite de hidrogel desinfectante.

Todas las empresas interesadas tienen habilitado un correo electrónico para canalizar este surtido covidofertaproductocyl@jcyl.es , donde pueden ofrecerlo a la Consejería de Sanidad para su posterior inventariado y distribución. Con respecto a la necesidad de homologación sanitaria de este material, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, explicó que en el caso de las mascarillas de tela sí es necesario realizarlo, mientras que las pantallas de acetato «no tienen ningún riesgo», al tratarse de un plástico.

La falta de equipos suficientes de protección individual –mascarillas, trajes, gafas, guantes...– y de respiradores, junto al de camas de ingreso y UCI y los recursos humanos, son el gran problema de esta guerra contra el coronavirus. Los sanitarios enferman, o entran en cuarentena por contacto, por falta de material, y su capacidad de actuación en casos graves se ve limitada por la carencia de dotación en ventilación mecánica. Los hospitales de campaña y las derivaciones a la privada suplen parte de estos problemas, así como las aportaciones de cientos de empresas y particulares.