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El celador riosecano Ramón San José en el Hospital Clínico. M. G. M.
Coronavirus en Valladolid: «En las UVI hay huecos que te esperan dependiendo de tu comportamiento»

Ramón San José: «En las UVI hay huecos que te esperan dependiendo de tu comportamiento»

El celador de Urgencias y Emergencias Ramón San José lamenta que haya «una relajación que no se ajusta a la realidad de la pandemia»

Miguel García Marbán

Medina de Rioseco

Domingo, 24 de mayo 2020, 08:04

Hipócrates de Cos, hace más de 2.000 años, ya hizo ver que «donde hay amor por la medicina, hay amor por la humanidad». Es sin duda ese sentimiento, mezcla también de una buena dosis de solidaridad, el que durante los dos últimos meses ha demostrado día tras día el personal sanitario para enfrentarse a la pandemia de la covid-19en complejos como el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Allí trabaja el riosecano Ramón San José Carnero, celador de los equipos quirúrgicos de Urgencia y Emergencias y de trasplantes y explantes de órganos.

Cada día, durante su desempeño profesional, se hace presente el gran riesgo de contagio que corren él y sus compañeros, más patente al principio de la crisis. En aquel momento «es muy posible que hayamos tratado con pacientes infectados y no lo sabíamos», explica. Debido al coronavirus, ahora le acercan hasta el quirófano a las personas a las que se va a someter a una intervención y él se encarga de colocarlas. Son unos momentos donde «el trato con los enfermos es directo y, aunque lo dificultan bastante los equipos de protección individual, hemos tratado de humanizar la asistencia al paciente con mucho diálogo, pero también con mucha gesticulación».

Para ello procura saber el nombre de cada uno, les pregunta por su pueblo, por la familia, en un importante acercamiento de gran humanidad. El celador riosecano, de 48 años, reconoce que «todo es muy triste», pues «los pacientes son conscientes de lo que ocurre, se les nota el miedo, pero también sus ganas de luchar». Una tristeza que se agrava por la ausencia de amigos y familiares que puedan confortar al enfermo. Aunque también hay momentos de alegría, como cuando «ves a los pacientes que mejoran y acaban curándose y abandonan el hospital o las llamadas de riosecanos para hacer donaciones, como cuando confitería Cubero me llenó el maletero de pastas, bollos y rosquillas».

De entre todos los momentos de su trabajo, el riosecano vive los peores cuando el enfermo fallece y hay que trasladar el cadáver al depósito, algo«a lo que nunca te acostumbras, pues para nosotros siempre es un fracaso». Un momento lleno de gran tristeza ya que «has estado charlando con él, has sabido de su vida y de su familia y a la hora está muerto».

«Se ha jugado con la dignidad y la vida del celador»

Ramón San José, con 28 años de profesión, muestra su incredulidad ante la decisión del Ministerio de Sanidad de incluir a los celadores como personal de bajo riego ante la covid. No es de extrañar que el colectivo ya haya reivindicado ya su rectificación, con «la callada por respuesta». El riosecano recuerda que en Castilla y León hay 180 celadores que han dado positivo de un total de 3.221. Además pone en valor este puesto de trabajo, al ser «el primero que atiende al paciente nada más entrar por la puerta, es la primera cara visible».

Para todas las pruebas que se requieran hay un celador en contacto directo con el enfermo hasta que hay un diagnóstico. En pacientes con la covid, en Urgencias siempre hay un celador para ayudarles y asistir a Enfermería. En las plantas, entre otras funciones, transportan muestras orgánicas, ayudan a los ingresados a asearse, levantarse y acostarse. «Y es que todos los servicios del hospital tienen celadores, por eso somos la cara más visibles», recuerda. A su juicio, «el Ministerio de Sanidad al catalogarnos de bajo riesgo denota el desconocimiento íntegro de nuestras funciones». Por eso, es tajante al expresar que «se ha jugado con la dignidad y la vida del celador».

Al llegar a casa cada día, el celador riosecano lo tiene más fácil al ser también personal sanitario su mujer, Aurora Pérez. Pero aunque «ha habido días de mucha sobrecarga y estrés, jamás le he visto perder la entereza, exceptuando el Jueves y el Viernes Santo, a las ocho de la tarde, cuando como riosecana se derrumbó». Una hora en la que los famosos pasos de la Semana Santa de la Ciudad de los Almirantes tenían que haber salido a la calle como lo han hecho durante cientos de años.

Aunque ha habido escasez de material, con racionamiento, San José reconoce que él ha tenido siempre lo que ha necesitado. También explica que «nos hemos tenido que ir reinventado hasta la llegada de material de mayor calidad». En este sentido recuerda cuando convirtieron una de las urnas utilizadas para las elecciones, donada por el Ayuntamiento riosecano, en una cámara para intubar. Por eso el celador riosecano cree que «la covid va a marcar un antes y después en el trabajo en el hospital, va a haber más colaboración, que ya la hay, pero se va a incrementar».

Sentimiento de admiración

Ramón San José muestra su admiración hacia todos sus compañeros del hospital «por su gran profesionalidad y entereza», destacando de una manera especial a los profesionales de Enfermería Quirúrgica y Anestesiología, que han tenido que reinventarse en las REA para atender a los enfermos de la covid. Destaca ese grado máximo de implicación en el trabajo de todo el personal sanitario durante la pandemia, «al anteponer la salud de los enfermos a la suya propia». Respecto a su grupo de trabajo quiere valorar de una manera especial a quien por su edad, como factor de riesgo, «se ha podido quedar en casa y ha optado por dar la cara y ayudar a los demás, que es lo que ha hecho siempre».

Ahora, en la denominada desescalada, San José apela a la responsabilidad de todos, porque «los comportamientos individuales marcarán el futuro de la pandemia». Además tiene claro que «no es momento de alarmismo, pero se desconoce la realidad de una enfermedad grave que se ha infantilizado, y no es plan porque hay una relajación que no se ajusta a la realidad de la pandemia, a que se está muriendo gente». A todos recuerda que «las UVIestán relajadas, que hay huecos, y que esos huecos te están esperando dependiendo de tu comportamiento».

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