Los hoteles vallisoletanos se blindan contra los clientes que se marchan sin pagar

Desde la Asociación de Hoteles de Valladolid explican que lo de hacerse un 'simpa' ha existido siempre. «No es algo nuevo, es cierto que es puntual y cada vez se ponen más medidas para que esto no suceda, pero siempre hay alguien que se marcha sin pagar».

La mayoría de los 42 complejos que forman parte de la asociación han lidiado en algún momento con clientes que han tratado de marcharse sin abonar la cuenta. «Dependemos del principio de buena voluntad hacia el cliente. Los hoteles nunca hemos querido incomodar con los pagos al inicio de la estancia», explica Javier Fernández, el director del hotel ELE Enara de Valladolid.

Ha sido uno de los últimos en sufrir un 'simpa' por una familia de reincidentes en esto de la estafa. «Los hay como estos, que ya les tenemos calados en todos los hoteles, también hay gente que solo lo hace de forma ocasional; los hay más y menos preparados», relata. Algunos son tan expertos que controlan si hay personal nuevo entre la plantilla de recepcionistas para pasar inadvertidos.

No pueden contabilizar o traducir a números los intentos de 'simpas' que sufren, pero explican que es un pequeño porcentaje el de la gente que quiere marcharse sin pagar. Cada vez ponen más atención y más medidas a la hora de ponérselo más difícil al huésped de turno que no quiere pagar. «Muchas veces lo que hacen es devolver los pagos de la tarjeta o no aceptan los cargos, pero lo que hacemos es pedir una tarjeta de garantía, crear un depósito, certificar que la tarjeta es propiedad de la persona que se aloja y confirmar que es válida», explica el vicepresidente primero de la Asociación y director del Hotel NH Ciudad de Valladolid, José Antonio Robles. En el último año ha sido víctima de seis casos de 'simpa' en los dos hoteles que dirige.

Porque los que tienen claro que no van a pagar ponen todo tipo de excusas. «Suelen ser personas de mediana edad que van con equipajes pequeños», añaden desde la agrupación hotelera. «Aprovechan fechas en las que suele haber más volumen de clientes en los hoteles, aunque los hay que arriesgan y lo hacen a diario».

No quieren dar muchas pistas sobre cómo actúan los que no pagan para que nadie imite sus pasos pero recalcan que antes no existía esa costumbre por parte de los hoteles de denunciar los hechos, «pero de unos años a esta parte sí, porque además se consigue recuperar el dinero en muchos casos», puntualizan desde el sector.

Están al tanto para que nadie se les escape a la hora de pagar y para asumir las mínimas pérdidas en este sentido. «No hay excusas por ejemplo, para las grandes plataformas de reserva online que igualmente nos cargan entre el 18 y el 22% de comisión independientemente de si nos han pagado o no».

En el caso de los estafadores reincidentes dicen sentirse «desprotegidos» porque acumulan denuncias y no responden por los hechos. Los timadores saben cuál es el límite que no deben pasar. «Si exceden de los 400 euros la falta pasa a ser delito y eso lo tienen muy en cuenta», añaden desde el complejo Enara, el último que ha sufrido un intento de estafa. Pero no el único.

La misma familia que, el pasado 20 de enero, se negó a pagar en el citado hotel de 4 estrellas terminó con un matrimonio detenido y dejó una cuenta sin pagar también en el NH Ciudad de Valladolid. «Esto fue ya el año pasado y al anterior lo hizo en el AC. En nuestro caso fue también con la familia y quería alargar la estancia sin abonar los 250 euros que ya llevaba. Les pedimos que abonaran ese dinero pero habían entregado una tarjeta no válida y también denunciamos el caso, que sigue judicializado», explican desde la dirección del NH.