Valladolid

El hostelero que planta cara a los andamios que tapan su bar: «Ya son patrimonio de la Humanidad»

«La historia del cartel ha sido porque estaba harto de que se rieran de mí. La obra está parada, vienen cuando quieren. Nadie dice nada y si dicen algo es mentira. De mí se han olvidado por completo», relata con hartazgo, Mariano Martín, propietario del bar Dos de Mayo desde hace seis año y medio «aunque el bar lleva más tiempo». «Pregunto a unos y a otros y nadie me dice nada. Pedí a ver si me podían ayudar un poco con la renta, una bajada del alquiler. Y lo único que conseguí fue que me la subieran al mes siguiente. No tengo ayuda de nadie. El local es de la comunidad de vecinos y yo creo que podrían haberme quitado algún mes de renta», reivindica el hostelero.

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Aunque la instalación del andamio estaba prevista para unos tres o cuatro meses con motivo de la reforma de la fachada del bloque número 13 de la calle Dos de Mayo, lo cierto es que la estructura continúa en el mismo sitio desde hace 16 meses. Mariano Martín preguntó al dueño de la obra que si en el mes de mayo estaría quitado y le dijo que sí: «Pregunté por el tema de las mesas de la terraza. El 30 de abril es el último día para solicitarlo y me dijeron que ya habrían terminado la obra y que si no me pagaba él la tasa de terraza. Llegó el 1 de mayo, pagué la terraza y me lo he comido porque no he podido poner la terraza que ponía otras veces porque está el andamio».

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Mariano Martín ya no sabe qué de la «desinformación» que recibe por parte de la empresa constructora, León Huerte Construcciones -este periódico ha intentado sin éxito conocer la versión de la sociedad-. «Que yo sepa necesitan unas piezas que llevan 4 meses esperando», confiesa. El local, perteneciente al bloque 13 de la calle Dos de Mayo, está completamente tapado por el andamio y «el presidente de la comunidad de vecinos yo creo que ni me conoce, alguna vez le he dicho al portero que me pusiera en contacto con él, pero nada, nadie ha querido decirme nada. No me mandan el acta de las reuniones ni tampoco las convocatorias. No soy propietario y no tengo voto, pero sí voz».

El andamio que lleva colocado 449 días, tal y como se lee en el cartel que Mariano Martín ha colocado a modo de queja, ha repercutido notablemente en el número de ventas y clientes: «Se nota en el número de clientes porque no se me ve, es una locura. Al final esto es un bar de paso de mucha gente que transita por esta zona y si no me ven pues no entran. Además, no es agradable tomarse un café en la terraza con el andamio ahí puesto y cuando están trabajando con el ruido o el polvo», finaliza.