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El comportamiento financiero de los hogares refleja de forma clara lo que ha sucedido con la economía en el año que ahora termina. El consumo afloja, atenazado por las subidas de precios y la incertidumbre ante lo que pueda pasar y el ahorro tampoco vive ... su mejor momento porque el coste de la vida es cada vez mayor. De modo que el crecimiento se gripa y la riqueza de los hogares decae. En el caso del dinero que los vallisoletanos tienen depositados en sus cuentas bancarias, el declive alcanza cifras desconocidas: en los nueve primeros meses de 2023, los sectores residentes (hogares principalmente, y también empresas) han retirado depósitos por valor de 807,5 millones de euros, hasta dejar la cifra en 15.494, 8 millones.
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Ángel Blanco Escalona
En el caso de Castilla y León, la cantidad de la que han echado mano las familias asciende a 1.981 millones de euros entre septiembre de 2022 y el mismo mes del presente año. Si existe una vinculación directa entre las dificultades y las cantidades retiradas, entonces los que peor lo están pasando son los sorianos, que han retirado un 4,7% de sus depósitos en los últimos doce meses. Por encima del 3% figuran salmantinos y burgaleses. Los que menos, segovianos con el 0,3% y los leoneses y vallisoletanos, con el 1,3%.
El ahorro en depósitos creció sin descanso superado el periodo de crisis y recesión de 2008 a 2014; y entre 2015 y 2022 registró aumentos superiores al 1,5% anual, que durante la pandemia llegaron a ser de más del 9%. Este año, según la información del Banco de España, en los tres primeros trimestres se han producido descensos, que en el caso de Valladolid superaron el 3% en el arranque de 2023 y rebasan el 1,1% entre julio y septiembre.
El Banco de España constata la situación estableciendo dos pautas de comportamiento: el que siguen los hogares de mayor renta y al que no tienen más remedio que acogerse los de menores recursos. Por un lado, «desde finales de 2022 se observa una recomposición de los activos desde el efectivo y los depósitos a la vista hacia instrumentos con una mayor rentabilidad esperada, como las letras del tesoro, depósitos a plazo y fondos». Por el otro, «los segmentos más vulnerables habrían experimentado un deterioro mayor en su capacidad de devolución de la deuda o de hacer frente a gastos», por lo que han tirado de ahorros para sobrellevar la situación.
Los hogares de menor renta son más vulnerables al aumento de la inflación «por la composición de su cesta de consumo y su menor capacidad de ahorro». Los que se encuentran en la zona más baja (quintil inferior de la distribución de la renta) gastan todos sus ingresos, no pueden permitirse tener dinero en la cuenta y dedican un 55% de sus ingresos al gasto en bienes de primera necesidad, como la alimentación y los suministros básicos (agua, electricidad, telefonía, etc.), frente al 30% que destina el quintil mediano.
La Encuesta de Condiciones de Vida del INE de este año cifra en el 39,4% el porcentaje de castellanos y leoneses que tienen algún grado de dificultad para llegar a fin de mes, 3,2 puntos más que en la encuesta del año anterior. Son, no obstante, casi siete puntos menos que en el conjunto de España.
En este mismo sentido, uno de cada cinco ciudadanos de Castilla y León afirman que sus gastos mensuales son superiores a sus ingresos, según un reciente Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum.
Además de la inflación, el endurecimiento de la política monetaria del BCE también están teniendo un impacto adverso sobre la situación financiera de los hogares. La escalada de precios ha provocado una pérdida de poder adquisitivo que ha limitado la capacidad de ahorro y gasto de las familias. Por otra parte, explica el instituto emisor, la inflación también ha erosionado el valor real de los activos financieros más líquidos (los depósitos a la vista), limitando su capacidad para actuar como colchón a la hora de hacer frente a los gastos.
De los 15.495 millones que tienen los vallisoletanos en sus cuentas bancarias, el 88,3% se encuentran en depósitos a la vista (o libretas de ahorro de las que el dinero se puede sacar en cualquier momento). El resto está en depósitos a plazo. Esta cuota se repite en el caso de los 73.453 millones que tienen depositados el conjunto de los castellanos y leoneses.
Los mayores tipos de interés de los créditos y el bocado que ha supuesto en los últimos tiempos la subida del euríbor para quienes están pagando su vivienda con una hipoteca a interés variable (la mayoría) también han incrementado la carga financiera de los hogares, recortado la capacidad de gasto y dañando el ahorro.
A la vez que los depósitos bancarios van menguando, los créditos que solicitan los ciudadanos van también contrayéndose. Al cierre de septiembre, en Castilla y León el saldo total de hogares y empresas bajó del listón de los 39.000 millones por primera vez en la historia. Los 38.623,2 millones con que las entidades financian a la comunidad suponen un 3,1% menos que hace un año.
En Valladolid, donde el saldo crediticio asciende a 9.835,8 millones, el descenso interanual es menos acusado, del 1,2%.
La combinación de prudencia a la hora de ir reduciendo el endeudamiento y evitar pedir nueva financiación junto con las mayores exigencias de los bancos a la hora de conceder los créditos hace que Castilla y León presente la relación más baja del panorama autonómico entre lo que captan y prestan las entidades. Los 38.000 millones que tienen prestados suponen solo el 52,5% de los 73.400 millones que guardan en depósitos. En Madrid prestan el 103,5% de lo que captan.
Después de años en los que tener el dinero depositado en el banco equivalía a ver cómo iba perdiendo valor por efecto de la inflación, algunos bancos han comenzado a ofrecer algo de interés. En la mayoría de los casos es a través de cuentas remuneradas, que ofrecen una rentabilidad adicional por los ahorros a través de la liquidación de intereses, siempre que se cumplan ciertas condiciones, como ingresar el dinero desde otro banco, domiciliar la nómina, pagar con la tarjeta de la entidad o domiciliar recibos. Según el comparador de Finect, en diciembre de 2023 las mejores cuentas remuneradas son las de Openbank (Ahorro Bienvenida), que ofrece hasta el 5,12% con un tope de 5.000 euros;la de Ibercaja (Vamos), con el 5,09% hasta 10.000 euros; y la de Bankinter (Nómina), con el 5% hasta también 10.000 euros. El Sabadell, EVO Banco y Cajamar también tienen cuentas de estas características con intereses superiores al 2,50%. Antes de contratarlas, Finect recomienda comparar la TAE, «el plazo máximo por el que se remuneran con esa TAE, el límite de saldo a remunerar y si tiene condiciones o no».
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