Secciones
Servicios
Destacamos
Se intentaron sacar a la luz en 2019 pero no tuvo éxito. «La pandemia nos jugó una mala pasada y mucha gente no pudo venir ... a visitarlos», explica Eduardo Pedruelo, director del Archivo Municipal de Valladolid refiriéndose a la colección de 87 mapas históricos que fueron llegando poco a poco a la que un día fue la antigua Iglesia de San Agustín.
«El responsable de todo esto es Antonio Rodríguez Torres, este catálogo recopila los 400 mapas que consiguió a lo largo de su vida. Esta ha sido su mayor pasión y queremos rendirle homenaje», continúa el director. Antonio junto a su mujer Pilar Ayuso «ha pasado por medio mundo», en especial por los Países Bajos para seguir almacenando lo que un día fue su gran pasión y que hoy tiene nombre y apellidos en el Archivo Municipal de Valladolid.
El título de 'Ars Cartographica' se podía ver a color en el catálogo de más de doscientas páginas que ya habían comprado muchos de los asistentes y en letras mayúsculas a la entrada de la exposición. Y es que la muestra completa de Rodríguez no iba a parar en un principio al archivo si no que los 400 mapas tenían otro destino, la Real Academia de la Historia. «Hombre Antonio, algunos de tus hijos podrían ir a parar a tu ciudad de adopción», le transmitió en su momento Pedruelo.
Aunque nació en Barcelona «Antonio tenía un amor y un cariño inmenso a Valladolid, tanto que nunca quiso irse de la ciudad», explica la mujer de Rodríguez quien también protagonizó la exposición. El aprecio era grande y las palabras del director surtieron efecto. Desde 2016 hasta 2022 él y su esposa donaron al Archivo Municipal una selección de hasta cien mapas, que en su caso han pasado a ser un homenaje póstumo.
La pasión venía de atrás, pero como todo, Rodríguez fue poco a poco. «Empezó a coleccionar grabados para iniciar su colección de cartografía. Luego vinieron los mapas, planos de población o de acontecimientos históricos y conflictos bélicos», subraya su mujer. Los planos que componían la exposición se han adquirido entre anticuarios de todo el mundo. «Los conseguía a través de viajes y subastas desde 1980 y 2021. Hasta donde la salud le aguanto», explica con emoción Ayuso. Los mapas hacen un recorrido desde los siglos XV hasta el XIX, en las que en su gran mayoría se encuentra la representación de la monarquía hispánica bajo austrias y borbones. «Trataba de recoger la imagen de España a través de la historia y la belleza artística, ese era el objetivo», anota.
En la exposición también forman parte las obras salidas de los talleres de los más ilustres cartógrafos europeos. «Gerardus Mercator, Jodocus Hondius, Abraham Ortelius, Nicolás de Fer, Franz Johann Joseph von Reilly, Tomás López o Francisco Coello», enumera una guía acerca de las figuras imprescindibles en la historia de la cartografía. «No se dejó pieza alguna de ninguno de los grandes cartógrafos europeos», añade.
En las vitrinas se podía observar la variedad y el número de mapas que iba de más a menos. Desde representaciones del universo hasta zonas concretas, como la propia provincia de Valladolid. «Hay cerca de una decena de mapas de Valladolid de todos los tipos. La joya de la corona se la llevan los Ptolomeos por la antigüedad y rareza de su estilo», prosigue la guía acercándose a una de las representaciones que se encontraba partida a la mitad.
«En la mitad superior vemos un mapa de Toledo que se puede distinguir bien. Sin embargo, Valladolid ha cambiado tanto su disposición que en muchos casos es complicado identificar las zonas que aparecen», relata. Las cartografías vallisoletanas del siglo XVII vienen de la mano de dos autores de la escuela flamenca que se trasladaron hacia la ciudad del Pisuerga para dibujar una serie de panorámicas. «Detrás de esta solo han venido copias de la original, de hecho, muchas de ellas parecen estar sacadas con una cámara oscura que permitía hacer imágenes reales a un panel», completa la guía que se encontraba cerca de finalizar la exposición.
«Son trozos de historia que hay que disfrutarlos como el propio Rodríguez Torres lo hacía cada vez que conseguía uno de estos mapas», respalda su mujer al observar al completo la sala llena de su colección de «hijos» con Rodríguez. A Madrid también han ido a para unos cuantos, en concreto 321 mapas. Pero para Archivo Municipal de la ciudad vallisoletana contar con una muestra así es algo más que significativo. «Es una colección particular que viene a llenar un hueco en los fondos del archivo. No dejan de ser planos referidos a Valladolid, pero en este caso, no teníamos mapas históricos de estas características. Es un complemento magnífico para la historia de la ciudad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.