Los policías locales Juan Ángel G. y Andrés A. en la calle donde salvaron la vida de José Luis. Alberto Mingueza

Dos policías de Valladolid salvan la vida de un hombre en parada: «Es nuestro trabajo»

La intervención de los agentes Juan Ángel G. y Andrés A. fue crucial para reanimar a José Luis, un octogenario que se desvaneció en plena calle

Sofía Fernández

Valladolid

Viernes, 20 de enero 2023, 00:00

«Es difícil de explicar la satisfacción que uno siente cuando llegas justo a tiempo para salvar a una persona, cuando ves que has conseguido que recupere el pulso», dice el agente de la Policía Local de Valladolid, Juan Ángel G. Al igual que su ... compañero de patrulla, Andrés A., (no hacen públicos sus apellidos por seguridad) ambos se muestran humildes en su reciente hazaña, la de salvar la vida a José Luis, un hombre de 81 años que sufrió un desvanecimiento mientras paseaba este lunes por la calle Rioseco de Valladolid.

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Juan Ángel y Andrés fueron sus salvadores, aunque los dos se empeñen en repetir que «hicimos lo que teníamos que hacer. Es nuestro trabajo y para eso estamos», como tratando de restar importancia al hecho de devolver el latido a un corazón que había dejado de bombear.

Poco después de las cinco de la tarde del pasado lunes -día 16- mientras patrullaban por la zona de Doctor Villacián recibieron el aviso por radiopatrulla. «Nos informaron de que había un hombre que había caído al suelo, que tenía una brecha en la cabeza, que estaba sangrando e inconsciente», recuerda Juan Ángel.

«Aunque uno piense que no sabe hacer el masaje cardíaco es vital que se intente»

Andrés A.

Policía Local de Valladolid

Encendieron las luces del coche patrulla y sin perder un segundo acudieron a la calle Rioseco. «No había tiempo que perder porque además no sabíamos cuánto tiempo llevaba en parada, ya que el hombre iba caminando solo en ese momento y todo pasó en una calle de poco tráfico y de poco tránsito peatonal. Un peatón que estaba en la zona le vio y le socorrió en un primer instante gracias a las instrucciones del 112», explica Andrés.

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Mantuvieron la calma como hacen siempre que se enfrentan a situaciones como esta, aunque es cierto que pensaron que esta vez sería muy complicado salvarle. «De hecho, la persona que estaba allí, al ver el color que tenía el hombre dijo: 'Este señor está muerto'», pero no se dieron por vencidos. Andrés comenzó inmediatamente el masaje de reanimación cardiopulmonar y Juan Ángel cogió del vehículo policial el desfibrilador DESA (la policía local de Valladolid cuenta con cinco dispositivos de reanimación repartidos por los distritos en cada turno).

«En cuanto lo pusimos el aparato indicó que necesitaba una descarga, lo que hace idea de la gravedad de la situación», explica Juan Ángel. Gracias a su aplomo y a la pericia de Andrés que no dejó de hacer el masaje cardíaco, consiguieron lo que veían muy complicado, que el corazón de José Luis volviera a latir. «Cuando llegó la ambulancia ellos ya se encargaron, pero aunque seguía inconsciente ya habíamos logrado que recuperara el pulso», relata Juan Ángel.

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Los sanitarios continuaron con su labor trasladando al hombre al Clínico donde finalmente fue atendido. El cometido de ambos agentes terminó cuando avisaron a uno de los hijos de José Luis y le trataron de explicar de la forma más suave posible lo ocurrido para causar el menor impacto. «Al final le entregamos las pertenencias de su padre, la cartera con la documentación y le dijimos que había sufrido un mareo y debía ir al Clínico. Tratas de no dar mucho detalle porque la situación no fue agradable pero nos gustaría saber cómo está porque a final es complicado saber qué es de una persona cuando ya la trasladan al hospital», explican.

En casos como este es vital actuar de forma rápida y efectiva sin dejar nada a la improvisación y estos dos ángeles de la guarda que se cruzaron en el camino de José Luis saben bien cómo actuar. «Nos forman para ello continuamente», dicen. Aunque los 33 años de servicio de Juan Ángel y los más de 22 de Andrés les han servido para estar más que curtidos en todo tipo de situaciones.

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Más vidas salvadas

No es la primera vez ni la segunda ni la tercera, es la cuarta que Juan Ángel vuelve a lograr que un corazón que ha dicho basta vuelva a latir. «Al final te llevas un buen recuerdo cuando consigues que salgan adelante y lo más satisfactorio es cuando haces que recobren el sentido y puedas hablar con ellos unas palabras antes de que se los lleven en ambulancia, pero otras veces es imposible y da mucha impotencia porque no puedes hacer nada», dice al agente, que salvó también la vida de un joven que se intentó lanzar al río en el Puente Mayor el pasado 24 de abril y quien reitera que él solo es uno más de los 400 policías en activo en Valladolid que cumple con su función.

Desde junio comparten turno y vivencias en la patrulla policial y ambos reiteran la importancia de la colaboración ciudadana para que personas como José Luis hayan podido salir adelante. «Aunque uno piense que no sabe hacer el masaje cardíaco es vital que se intente, incluso si solo se ha visto en las películas. Empujar de forma enérgica entre los pectorales, con esos movimientos podemos ayudar a generar algo de riego hasta nuestra llegada o la de los sanitarios. Sería muy necesario que todo el mundo tuviera unas nociones básicas al respecto», finalizan ambos.

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