El heavy metal reivindica su espacio en Valladolid

«Hubo un intento de crear esta asociación hace muchos años, pero por aquel entonces los grupos estaban en situaciones muy dispares» explica Irene Olmedo que considera «esencial» que los artistas locales de Valladolid propios de estos estilos se «hayan asociado» con el objetivo de «conseguir todos juntos» los recursos necesarios para poder seguir tocando en su ciudad. Porque ese es el objetivo principal, «tener un espacio donde las bandas locales puedan organizar conciertos con regularidad», una propuesta que «se ha convertido en todo un reto» desde hace ya muchos años, pues apenas existen lugares que apuesten por la calificada por los dos artistas como «música extrema».

Raúl Crespo afirma con resignación que, fuera de Valladolid, «hay muchas ciudades de la comunidad que no ponen problemas para poder tocar heavy metal» como es el caso de Salamanca o Segovia, donde recientemente organizó con su grupo Exiler varios conciertos en bares y salas que «no pusieron ninguna pega». Sin embargo, «con la ordenanza municipal actual», no es posible que este tipo de bandas puedan hacer esos mismos conciertos en los bares de la ciudad, lo que limita mucho más las posibilidades de darse a conocer. «Muchos grupos talentosos se ven obligados a dejar la música por la falta de conciertos y recursos» explica Crespo asegurando que, «a pesar de que este estilo de música se intenta silenciar y no se le da la misma repercusión», siempre surgen nuevas bandas con miembros jóvenes que «refrescan» el heavy metal vallisoletano.

Y a pesar de todas estas dificultades, parece que con Pucela Extrema «el panorama ha mejorado» dice Irene Olmedo. «Tenemos mucho trabajo por delante, pero la realidad es que, con el surgimiento de la asociación, estamos consiguiendo mejores medios y condiciones» dice la batería del grupo de heavy metal Porfiria666. De hecho, en el concierto inaugural, ya se pudieron ver algunas pinceladas de todo lo que pueden lograr, pues un total de tres bandas vallisoletanas, Abatidos, Agresiva y Exiler, tuvieron la ocasión de subirse al escenario de la sala Cientocero, situada en la calle Gamazo, en donde pudieron proyectar su música «a un público muy entregado».

Si bien en la actualidad todas sus miradas están puestas en la escena local, el objetivo a largo plazo es organizar eventos «mucho más ambiciosos», en donde artistas y grupos de otras ciudades y países que cuentan ya «con cierto prestigio» puedan tocar en Valladolid, con los grupos de la asociación como teloneros, pues siempre está presente ese objetivo de promocionar la música vallisoletana, aunque en este caso, la idea sería organizarlo en salas que puedan acoger grandes aglomeraciones. De hecho, este es otro de los aspectos que destacan, ya que, a pesar de que «no se refleja con frecuencia en los medios», ambos músicos aseguran que existe una gran «fidelidad y lealtad» del público a los grupos de Valladolid, sobre todo en este tipo de estilos, algo que «se puede apreciar en cada concierto».

El móvil y el uso de las redes sociales es otro de los temas que Pucela Extrema también tiene pendiente y con el que «ya se van manejando cada vez mejor». Son tiempos modernos y este tipo de plataformas resultan ser un recurso idóneo para darse a conocer, sobre todo entre los más jóvenes, pues son quienes más tiempo dedican a este tipo de tecnologías. Desde sus inicios, la asociación ya publica noticias relacionadas con el heavy metal en Valladolid, difunden los conciertos de bandas locales y, «siempre que un grupo saca disco o videoclip, se le da un espacio en las diferentes redes que manejamos« con el objetivo de «ayudarles a promocionarse» explica Raúl Crespo.

Considerada por los dos músicos como «una gran famila de heavy metal que continúa creciendo» la asociación «anima a todas las bandas underground a unirse» con el objetivo de reivindicar su espacio en Valladolid y conseguir entre la mayor cantidad posible de artistas, que estilos propios de décadas anteriores no solo «no caigan en el olvido», sino que perduren en el tiempo, pues a pesar de las nuevas corrientes y la música comercial, «cuando parece que el heavy metal está muerto, aparecen bandas nuevas con jóvenes artistas» dispuestos a continuar el legado de la escena local vallisoletana.