Fue la falta de noticias lo que llevó a una hija a alertar este lunes a la Policía Local de Valladolid de que no sabía nada de su padre. No lograba contactar con él, no respondía al teléfono. Tras hablar con una vecina del ... mismo bloque, que llamó al timbre en varias ocasiones sin obtener respuesta, decidió llamar a la Policía. Varias patrullas tanto del Cuerpo Municipal como del Nacional, así como una dotación de los Bomberos, se personaron al mediodía de este lunes –sobre las 13:10 horas– en el número 37 de la Carretera de Rueda, en el barrio de La Rubia de la capital.
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Llamaron reiteradas veces al timbre y, al no responder, los Bomberos accedieron al interior de la vivienda, situada en un tercer piso, por una ventana de la calle Corta. Allí se encontraron el cuerpo sin vida de O. C. H., de 75 años, y será la investigación forense y judicial la que determine tanto las causas como el momento en que se produjo el fallecimiento.
O. C. estaba jubilado y vivía solo, aunque sus familiares le llamaban y visitaban con asiduidad. «Se preocupaban por él, era un hombre muy querido», coincidía este lunes –aún sin creerlo– un matrimonio, vecinos «casi puerta con puerta» con la víctima, que también destacaba lo «bien vestido y arreglado» que iba siempre. «Diría que le veía incluso a diario; igual algún día se escapaba, pero normalmente nos cruzábamos y muy amable, te saludaba como si fueras un amigo», añadía él.
Precisamente por eso, afirmaba otro residente –que vive en el otro ala del bloque–, «no llevaría fallecido mucho tiempo». «Al vivir en el otro lado le veía menos, pero era un hombre activo, que se dejaba ver a menudo, y además muy amable, siempre te saludaba», aseguraba. No ocultaba su tristeza y «sorpresa» la vecina y «amiga» que minutos antes llamó, sin éxito, al timbre. «Me llamó la hija para decirme que no conseguía dar con él, así que bajé, venga a llamar varias veces y no contestaba nadie, pero lo que menos imaginaba era esto. Pobre hombre, es una lástima porque era una buena persona, muy discreto, agradable y muy risueño», comentaba.
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El entorno del portal número 37 congregó al mediodía a numerosos vecinos, alertados por el despliegue policial en la zona. «He visto mucha gente y policía entrando en el bloque, pero no tenía ni idea de lo que había pasado. Creía que habían entrado a robar, porque no es la primera vez que lo intentan en los últimos meses», reconocía otro joven, que entraba apresurado en su domicilio.
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