Hallan muerto en Valladolid a un hombre en la misma casa donde falleció su hermano diez años antes

«He venido a verle, ya que llevaba días sin que me cogiese el teléfono, pero no he podido abrir con las llaves, se conoce que tenía las suyas echadas», explicaba el familiar. «Cuando no ha respondido, ni me ha abierto, he llamado a la Policía... Y una vez que han venido, han tenido que avisar a los Bomberos para que abriesen la casa», detallaba Juan Carlos pocos minutos antes de que los servicios de la funeraria sacasen el cuerpo ante la expectación de los vecinos que disfrutaban del buen tiempo en las terrazas adyacentes al portal número 28 de la céntrica calle.

Bernardo, jubilado desde hace años, había sido trabajador del Hospital Clínico de Valladolid, donde trabajaba como administrativo. «Vivía solo... Y se relacionaba muy poco», advertía otro de sus hermanos, José María, al que también avisó su familiar tras conocer la noticia. «Hacía tiempo que no sabíamos de él, y estaba mucho tiempo solo en casa, y con esto del coronavirus imagino que más», añadía José María.

Las primeras investigaciones apuntan a que Bernardo falleció de muerte natural «hace varios días», aunque sus familiares no sospecharon nada hasta esta semana. La familia, natural de Quintanilla de Arriba, enterrará a su hermano mayor en la localidad vallisoletana después del velatorio hoy en el tanatorio de El Salvador.

El extrabajador del Clínico fue prejubilado «por enfermedad». «Había tenido depresión, y tras la muerte de nuestra madre hace dos años se había recluido aún más en casa», confesaba Juan Carlos ante el asentimiento de José María. «La verdad es que la familia no ha tenido mucha suerte. A mí me ha dado mucha pena, porque son ya muchas desgracias», analizaba la cuñada del fallecido. «La muerte de su madre, que es verdad que tenía ya 102 años, pero estaba muy reciente; y su padre apareció muerto en 1991, y todo indica que lo mataron después de hacer autostop», afirmaba la familiar ante el asentimiento de los dos hermanos de Bernardo, que este sábado le despedirán en el panteón familiar.

Bernardo Granado vivía solo desde que su hermano Jesús falleciese hace diez años. «Ha muerto de la misma manera y en el mismo sitio», describía este jueves Juan Carlos, que vive actualmente en una residencia en el barrio de Parquesol.

«Hace diez años nuestro hermano Jesús murió igual, de forma natural, y Bernardo se lo encontró en la casa», advertía el pequeño de los cuatro hermanos de una familia sacudida por la desgracia desde que su padre, exmilitar, apareciese muerto en Sardón de Duero. «Bernardo y Jesús eran muy solitarios, y no eran muy sociables. Nunca había tenido mujer, ni novia y vivían solos. Cuando murió Jesús, Bernardo se quedó solo, y únicamente recibía la visita de la chica que le iba a limpiar a casa», agregaba el ahora mayor de la familia, José María, de 67 años y también exmilitar como su padre.

Las dos muertes del 1ºD del número 28 de la calle Gabilondo, al margen de la coincidencia, se suman a la lista de fallecidos en soledad. Según el Instituto Nacional de Estadística, casi 140.000 mayores viven solos en Castilla y León.